La paz de Pek¨ªn

Hace unos a?os, en lo m¨¢s intenso de las llamadas guerras del proTour, el entonces jefe del Tour, Patrice Clerc, dio una conferencia en Madrid en la que estableci¨® la cl¨¢sica divisi¨®n de poderes dentro del deporte -el organizador organiza, la federaci¨®n supervisa y vigila- y c¨®mo la Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI) estaba rompiendo el equilibrio hist¨®rico con su insistente intromisi¨®n en el negocio de los organizadores al no conformarse solo con los beneficios del Mundial como las dem¨¢s federaciones.

Con las conversaciones de Pek¨ªn 2008, organizadas alrededor de Jacques Rogge, el presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI), lleg¨® el fin de las guerras. Tres a?os despu¨¦s, hoy mismo, la UCI escenifica la paz en la misma capital china, donde hasta el domingo se correr¨¢ el Tour de Pek¨ªn, organizado directamente por una sociedad subsidiaria de la UCI con el apoyo log¨ªstico y know-how del Tour de Francia. La UCI justifica su organizaci¨®n apelando a los bienes que la globalizaci¨®n generar¨¢ en el ciclismo -aunque, como todas las federaciones internacionales, no estar¨¢ obligada a informar a sus gentes de qu¨¦ hace con los beneficios- y el Tour en su necesidad de estar en todas partes.

Atrapados en tama?a tenaza -las dos fuerzas dominantes del ciclismo mundial puestas de acuerdo-, los grandes equipos, que en principio amenazaron con boicotear el evento si la UCI no daba marcha atr¨¢s en su intenci¨®n de prohibir los pinganillos y que poca publicidad esperan alcanzar de una carrera tan ex¨®tica, aceptaron a cambio de una moratoria de un a?o de dicha prohibici¨®n y el abono de los gastos de viaje.

As¨ª, estos d¨ªas, se pasear¨¢n entre las piezas de arqueolog¨ªa deportiva en que se han convertido las instalaciones y los estadios de los Juegos de Pek¨ªn -el Cubo de Agua, el Nido..., la Gran Muralla, Tiananm¨¦n y otros sonoros lugares pekineses-, corredores como Tony Martin, Sagan, Cunego, Luis Le¨®n, Lastras o Samuel S¨¢nchez, m¨¢rtires de la globalizaci¨®n. Las etapas son cinco: un pr¨®logo de 11 kil¨®metros, un par de recorridos llanos para un sprint y un par de media monta?a (la reina, el viernes).

Campe¨®n ol¨ªmpico en Pek¨ªn justamente hace tres a?os, la gran estrella del evento es Samuel S¨¢nchez, quien en los genes porta un agudo sentido com¨²n que le hace entender a la primera en qu¨¦ consiste el valor publicitario de un ciclista.

El l¨ªder del Euskaltel rechaz¨®, as¨ª, el dorsal n¨²mero 1 que le quer¨ªan otorgar los organizadores, tributo a sus cinco anillos ol¨ªmpicos tatuados en un hombro, diciendo que prefer¨ªa el 8, el ¨²ltimo de su equipo. Como bien aprendi¨® en la cita ol¨ªmpica el corredor asturiano, el 8 es el n¨²mero de la suerte en China, que no par¨® hasta fijar el momento exacto de la inauguraci¨®n de los Juegos en las 8 horas 8 minutos del d¨ªa 8 del mes 8 (agosto) de 2008.