Bravas 'grunge'
VI COOL, la ¨²ltima aventura gastron¨®mica de Sergi Arola, concentra mojitos y platillos de autor en el madrile?o barrio de las Letras
Hace tiempo que ha dejado de ser noticia que un cocinero de relieve anuncie la inauguraci¨®n de una segunda marca. Son tantos los apellidos en el mundillo gastron¨®mico espa?ol que desde 2008 se han vinculado a esta tendencia que el fen¨®meno tiende a convertirse en rutina. Si ese profesional es Sergi Arola, al que respalda la popularidad de su imagen y una larga experiencia en modelos de negocio desenfadados, al menos el acontecimiento cobra nuevas expectativas. A diferencia de otras ocasiones, para este proyecto Arola se ha embarcado en la aventura en solitario, tan solo con su esposa, Sara Fort, que ejerce de directora.
?Qu¨¦ han pretendido montar? Un pr¨ºt-¨¤-porter de la alta costura culinaria. Un bar de paso o restaurante de tapas situado en la calle Huertas, la m¨¢s transitada del barrio madrile?o de las Letras. Espacio de est¨¦tica grounge o dirty chic, oscuro y con ese estilo a la ¨²ltima que parece que todo est¨¢ desgastado por el uso antes de inaugurarse. Interiorismo que se refuerza con paneles de maderas reciclados.
VI COOL
PUNTUACI?N: 6
Huertas, 12. Madrid. Tel¨¦fono: 914 29 49 13. Cierra: ning¨²n d¨ªa. Internet: www.vi-cool.com. Precios: entre 25 y 35 euros por persona. Steak tartar con sopa de soja, 11 euros. Hamburguesa con pan brioche, 15. Coca Margarita con mozzarella de b¨²fala, 12. Copa catalana con galletas Mar¨ªa, 7.
Restaurante menos inc¨®modo de lo que aparenta, a pesar de que los fines de semana alcanza momentos pr¨®ximos a la congesti¨®n. A la entrada, mesitas estrechas. Enfrente, una barra sobre la que cuelga una gran pizarra en la que se anuncian los c¨®cteles de la casa, mojito, caipiri?a, pi?a colada, cosmopolitan, manhattan y dry martini. En suma, c¨®cteles y small plates (peque?as raciones), lo m¨¢s cool (a la moda) en ¨¢mbitos neoyorquinos desde hace tiempo. Con esta inauguraci¨®n, Arola no ha hecho m¨¢s que replicar en Madrid el local que hace cuatro a?os inaugur¨® en Rosas (Girona). Tapas y raciones para compartir a un precio medio entre 25 y 35 euros en las que saca a relucir ese gusto por lo peque?o que siempre le acompa?a.
Para comer, una carta sencilla en la que no faltan ninguna de las recetas icono y productos fetiche consustanciales a su trayectoria. Bocaditos fr¨ªos y calientes, con toques de creatividad espor¨¢dicos, que permiten compartir y componer un men¨² completo. Adem¨¢s de los entrantes, hamburguesas, tablas de embutidos y quesos, y un amplio surtido de cocas catalanas en las que deja rienda suelta a su imaginaci¨®n para lograr especialidades poco habituales.
Las patatas bravas
Se abre boca con unas rega?¨¢s de pan crujiente que se mojan en una salsa barbacoa servida en vaso. Est¨¢ conseguido el steak tartar con sopa de soja y yema de huevo, presentan un intenso gusto yodado las sardinas marinadas al aceite de tomate, y se mantienen en la l¨ªnea habitual sus patatas bravas, versi¨®n contempor¨¢nea de esta tapa que ha sido copiada hasta la saciedad en todas partes. El men¨² prosigue sin sobresaltos: alitas de pollo fritas, berenjenas ahumadas con pi?ones y aceitunas, canelones cl¨¢sicos de carne de cocido, y croquetas de jam¨®n y queso. Todo dentro de un tono medio aceptable. El primer reparo surge con la hamburguesa, demasiado hecha. Y el segundo, con una coca de pollo, setas y queso taleggio cuya masa de harina resulta bastante dura.
El momento dulce (copa de crema catalana con galletas Mar¨ªa, fondue de fresas con chocolate y pi?a colada en versi¨®n libre) se supera con el mismo desenfado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.