B¨¦lgica logra un acuerdo para evitar la ruptura
A casi 500 de las elecciones de junio del a?o pasado, los belgas han enfilado esta madrugada la recta final hacia un acuerdo constitucional que abre las puertas a la sexta reforma del Estado desde que en 1970 B¨¦lgica opt¨® por el federalismo y hace posible la formaci¨®n de un Gobierno en cuesti¨®n de semanas. Lo ahora acordado constituye "la mayor reforma del Estado en la historia de B¨¦lgica", seg¨²n los partidos franc¨®fonos. Un viejo dinosaurio de la pol¨ªtica belga, Jean-Luc Dehaene, ha adelantado esta semana que con este pacto, B¨¦lgica tiene paz constitucional para los pr¨®ximos 10 a?os.
El acuerdo se ha alcanzado a ocho partidos (socialistas, conservadores, liberales y verdes) de Flandes y Valonia, con exclusi¨®n de la Nueva Alianza Flamenca (N-VA) de Bart de Wever, el grupo m¨¢s votado en las elecciones de junio del a?o pasado. Incluido en el proceso negociador en anteriores fases, De Wever opt¨® por hacer imposible potenciales acuerdos y solo su desaparici¨®n ha permitido encontrar ahora una v¨ªa de salida al rompecabezas pol¨ªtico belga.
Los detalles del acuerdo no han trascendido. El lunes los dirigentes pol¨ªticos volver¨¢n a leer en com¨²n lo pactado y el martes lo presentar¨¢n ante la C¨¢mara de Representantes, gran ocasi¨®n para marcar el comienzo del curso pol¨ªtico.
Mestizaje insoportable
El catalizador del cambio fue el consenso alcanzado a mediados de septiembre sobre el futuro de la circunscripci¨®n de Bruselas-Halle-Vilvoorde (BHV, geogr¨¢ficamente implantada en Flandes), ¨²nica del pa¨ªs donde hasta ahora no rige la estricta separaci¨®n entre flamencos y valones que marca el devenir pa¨ªs, un mestizaje socio-pol¨ªtico-institucional que se hace insoportable a los partidos flamencos. De los 35 municipios de BHV, solo seis, con fuerte poblaci¨®n franc¨®fona, podr¨¢n seguir usando el franc¨¦s en sus relaciones con la Administraci¨®n y la justicia y votar por listas electorales en la biling¨¹e Bruselas. Los restantes quedan sometidos al ordenamiento monoling¨¹e que rige en la neerland¨®fona Flandes.
Para los franc¨®fonos m¨¢s radicales (una minor¨ªa) este acuerdo ha sido una traici¨®n, mientras De Wever ha declarado estos d¨ªas que, ya puestos, si los franc¨®fonos de BHV (Flandes) pueden ser juzgados en franc¨¦s "?por qu¨¦ no poner jueces turcos en Gante y marroqu¨ªes en Amberes?".
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