Cuesti¨®n de paciencia

Las banderas de M¨¦xico ondearon en los tendidos. Quer¨ªan apoyar a unas de sus promesas, Ferm¨ªn Sp¨ªnola, que llega tarde para confirmar, casi a final de temporada. Sin embargo, el buen sabor de boca que dej¨® ayer tendr¨ªa que servirle para cotizar m¨¢s alto en la temporada de invierno en su pa¨ªs.

En Las Ventas, de todos modos, suceden fen¨®menos paranormales. Cualquier d¨ªa viene Iker Jim¨¦nez a grabar psicofon¨ªas. No se entiende que la afici¨®n se vuelva loca pidiendo la oreja en el quinto, como si no hubiera un ma?ana, y que, tras negarla el presidente, hagan como si nada y vuelvan a sentarse. Le cost¨® al torero romper a dar la merecida vuelta al anillo. No lo hizo porque s¨ª. Antes hab¨ªa aguantado alg¨²n par¨®n y dominado una embestida noble, pero con tendencia a rajarse. Puso ambici¨®n, entrega y ganas de destacar en una fecha que marca su carrera para siempre.

Frascuelo dej¨® su impronta y Sp¨ªnola estuvo a punto de cortar una oreja

Estuvo a punto de pasar por la enfermer¨ªa. Los segundos que estuvo prendido se hicieron eternos. Tuvo los reflejos de esquivar la cornada mientras el astado se lo echaba a los lomos. Tras el susto, volvi¨® todav¨ªa con m¨¢s arrojo y tes¨®n a la cara del toro.

Otro poltergeist digno de estudio tiene que ver con el car¨¢cter del aficionado vente?o. Duro con las figuras pero gustoso de sentar un pobre a su mesa. Si Carlos Escolar, entrado en los sesenta, se llamase de otra manera, no se gastar¨ªa tanta paciencia con ¨¦l. Si fuese figura, le pitar¨ªan por la colocaci¨®n, las dudas y los ademanes de quedarse o irse, pero como se le da cr¨¦dito, todos salimos ganando. Sobre todo en el segundo de la tarde, donde, poquito a poquito, se fue haciendo con el noble enemigo, mejor por el pit¨®n izquierdo, dejando naturales, trincherillas y pases de pecho con gusto y sabor. Frascuelo es diferente, pero Madrid tambi¨¦n lo es con ¨¦l. No estar¨ªa de m¨¢s mantener la actitud de apertura de mente con otros toreros.

El caso de Andr¨¦s Palacios obedece a un extra?o cambio de personalidad. Jekyll y Hyde, pasando de uno a otro como si tuviese un interruptor en el cerebro. Capaz de recibir a su primero con unas ver¨®nicas memorables y rematar casi en los medios con una media de cartel y de pasarse el resto del festejo perdido y desconfiado, con tropezones y enganchones. Se le ve al de Albacete muy lejos del novillero que tanto se parec¨ªa a Morante.

Madrid despide la temporada con este cita cl¨¢sica, queda una novillada, festejo menor, el domingo. Se echa el cierre. A la capital del toreo le espera una pugna por marcar su rumbo. Las Ventas saldr¨¢ a concurso p¨²blico. De momento, solo Sim¨®n Casas ha dado un paso al frente y ha anunciado su candidatura.