Marchando una tapa de 'maki'

La tapa se percibe m¨¢s cuando falta. Puede ser discreta, generosa, grasienta y hasta ecol¨®gica. Pero si se piden unas ca?as, en Madrid, enseguida se reclama ese detalle gastron¨®mico. Su fama ha llevado a los restauradores del barrio de Lavapi¨¦s a utilizarla como reclamo. "Se nos ocurri¨® la idea de organizar una ruta de tapas distinta, aprovechando que Lavapi¨¦s es multicultural", explica Javier V¨¢zquez, presidente de la asociaci¨®n de comerciantes del barrio. "Hemos querido que la gente descubra que esa variedad nos enriquece".

En el caso de la cocina, adem¨¢s, la mezcla se puede saborear. M¨¢s de 30 locales se unir¨¢n, desde el pr¨®ximo jueves, a Tapapi¨¦s, una ruta de tapeo donde cada restaurante ha adaptado el min¨²sculo concepto espa?ol a la gastronom¨ªa de su pa¨ªs. Su objetivo: mostrar que la multiculturalidad tambi¨¦n se puede vivir degustando tapas de medio mundo sin salir del barrio.

Tortilla piramidal de lac¨®n con grelos, ceviche de camar¨®n o pat¨¦ de aceitunas son algunas de las ideas propuestas por los jefes de cocina. Cenon Gawaran, de 52 a?os, es el responsable de los fogones del Museum Caf¨¦, y para el evento va a hacer makis. "Creo que somos el ¨²nico japon¨¦s de la zona", dice. Dej¨® Filipinas por Madrid hace m¨¢s de tres d¨¦cadas. "El barrio antes era un desierto, hab¨ªa poca gente y muchos no se sent¨ªan c¨®modos; eso ha cambiado", dice anud¨¢ndose el delantal. Considera que la zona est¨¢ en auge. Algo que Javier V¨¢zquez comparte. Desde que naci¨® ve a su padre servir comida gallega en la zona y ahora ¨¦l regenta varios locales. "Lo que suele trascender de Lavapi¨¦s son problemas y conflictos sociales. Queremos cambiar esa idea. La gente que alterna por aqu¨ª y los visitantes tienen un perfil muy concreto asociado al altermundismo. El barrio necesita abrirse un poco", a?ade. ?l es uno de los impulsores de la iniciativa, que ha contado con una subvenci¨®n del Ayuntamiento de unos 40.000 euros.

Con la idea de abrirse y dejarse ver, los locales se han volcado en la iniciativa. En Argumosa, una de las arterias vertebradoras del barrio, una decena de locales ofertar¨¢n sus creaciones a los 30.000 visitantes que esperan.

Para que nadie se pierda, desde la organizaci¨®n han hecho un mapa orientativo. Los bares han puesto los fogones y la creatividad, y los comercios han elaborado unas papeletas rasca-rasca. Cada vez que se pide una tapa, te dan una que puede esconder m¨¢s comida, dinero para gastar en las tiendas del barrio o un n¨²mero para el sorteo de un iPad.

"Es una oportunidad para que se conozca nuestro local", reconoce Mahbubul Huq, banglades¨ª de 37 a?os. Todos le llaman Tito y define su cocina como de fusi¨®n. "Viv¨ªa en Alemania, conoc¨ª a mi mujer, que es gallega, y hace ocho a?os nos mudamos. Este es uno de los mejores barrios de Europa, donde la gente se trata de igual a igual", explica mientras prepara su tapa de solomillo de ternera con langostinos, albahaca y especias indias. "Iniciativas como esta pueden poner Lavapi¨¦s de moda. Y Lavapi¨¦s se lo merece".