Gobierno y globalizaci¨®n
Vivimos en una ¨¦poca en la que las fuerzas m¨¢s importantes que afectan a todas las econom¨ªas son globales, no locales. Lo que sucede en el extranjero -por ejemplo, en China, India y otros lugares- afecta poderosamente incluso a una econom¨ªa tan grande como la de Estados Unidos.
La globalizaci¨®n econ¨®mica ha producido, por supuesto, grandes beneficios para el mundo, incluyendo la expansi¨®n r¨¢pida de tecnolog¨ªas avanzadas, tales como Internet y la telefon¨ªa m¨®vil. Tambi¨¦n ha reducido dr¨¢sticamente la pobreza en muchas econom¨ªas emergentes; de hecho, por esta sola raz¨®n, la econom¨ªa mundial necesita mantenerse abierta e interconectada.
Sin embargo, la globalizaci¨®n tambi¨¦n ha creado problemas serios que necesitan ser abordados. En primer lugar, ha aumentado el ¨¢mbito de la evasi¨®n fiscal debido a la r¨¢pida proliferaci¨®n de los para¨ªsos fiscales en todo el mundo. Las empresas multinacionales tienen muchas m¨¢s oportunidades que antes para esquivar su porci¨®n justa y eficiente de impuestos.
Hay se?ales en todo el mundo de que la gente est¨¢ harta de los Gobiernos que sirven a los ricos
Es m¨¢s, la globalizaci¨®n ha creado perdedores y tambi¨¦n ganadores. En pa¨ªses de rentas altas, de manera destacada en Estados Unidos, Europa y Jap¨®n, los grandes perdedores son los trabajadores que carecen de formaci¨®n para competir de manera eficaz con los trabajadores de bajos ingresos de pa¨ªses en desarrollo. Los m¨¢s afectados son los trabajadores de los pa¨ªses ricos que carecen de educaci¨®n universitaria. Millones de ellos han perdido sus empleos. Aquellos que han mantenido sus puestos de trabajo han visto c¨®mo sus salarios se estancan o disminuyen.
La globalizaci¨®n tambi¨¦n ha avivado el contagio. La crisis financiera de 2008 comenz¨® en Wall Street, pero se extendi¨® r¨¢pidamente por todo el mundo, lo que subraya la necesidad de una cooperaci¨®n global en los ¨¢mbitos bancario y financiero. El cambio clim¨¢tico, las enfermedades infecciosas, el terrorismo y otros males que pueden cruzar f¨¢cilmente fronteras requieren una respuesta global similar.
Lo que la globalizaci¨®n necesita, por tanto, son pol¨ªticas inteligentes de Gobierno. Los Gobiernos deben promover educaci¨®n de calidad para garantizar que los j¨®venes est¨¦n preparados para afrontar la competencia global. Los Gobiernos deben aumentar la productividad mediante la construcci¨®n de modernas infraestructuras y la promoci¨®n de la ciencia y la tecnolog¨ªa. Y dichos Gobiernos deber¨ªan cooperar a nivel mundial para regular los sectores de la econom¨ªa, en particular los sectores relacionados con las finanzas y el medio ambiente, en los que los problemas de un pa¨ªs pueden extenderse a otras partes del mundo.
La necesidad de un Gobierno muy eficaz en la era de la globalizaci¨®n es el mensaje clave de mi nuevo libro, The Price of Civilization (el precio de la civilizaci¨®n). En pocas palabras, hoy necesitamos m¨¢s Gobierno, no menos. Sin embargo, el papel del Gobierno tambi¨¦n debe modernizarse para estar acorde con los retos espec¨ªficos que plantea una econom¨ªa mundial interconectada.
Escrib¨ª The Price of Civilization por mi convicci¨®n de que el Gobierno de Estados Unidos no ha logrado entender y responder a los desaf¨ªos de la globalizaci¨®n desde que esta comenz¨® a afectar a la econom¨ªa estadounidense en la d¨¦cada de los setenta. En vez de responder a la globalizaci¨®n con m¨¢s gasto gubernamental en educaci¨®n, infraestructura y tecnolog¨ªa, Ronald Reagan gan¨® la presidencia en 1980 comprometi¨¦ndose a recortar el gasto p¨²blico y bajar los impuestos.
Durante 30 a?os, Estados Unidos ha avanzado en la direcci¨®n equivocada, recortando el papel del Gobierno en la econom¨ªa nacional en lugar de promover las inversiones necesarias para modernizar la econom¨ªa y la mano de obra. Los ricos se han beneficiado a corto plazo, al obtener grandes ventajas impositivas. Los pobres han sufrido p¨¦rdidas de empleo y recortes en servicios p¨²blicos. La desigualdad econ¨®mica no hab¨ªa llegado a un nivel tan alto desde la Gran Depresi¨®n.
Estas tendencias adversas se han visto exacerbadas por las pol¨ªticas nacionales. Los ricos han utilizado su riqueza para fortalecer su control del poder. Ellos pagan las costosas campa?as de los presidentes y congresistas, por lo que los presidentes y congresistas ayudan a los ricos, a menudo a expensas del resto de la sociedad. El mismo s¨ªndrome, por el cual los ricos se han hecho con el control del sistema pol¨ªtico (o han fortalecido su control del mismo), ahora afecta a muchos otros pa¨ªses.
Sin embargo, hay se?ales importantes en todo el mundo de que la gente est¨¢ harta de los Gobiernos que sirven a los ricos y que al mismo tiempo ignoran a todos los dem¨¢s. Estas se?ales comenzaron con las crecientes demandas de mayor justicia social. Los levantamientos sociales en T¨²nez y El Cairo, al principio, se denominaron la primavera ¨¢rabe, porque parec¨ªan limitarse ¨²nicamente al mundo ¨¢rabe. Pero posteriormente vimos protestas en Tel Aviv, Santiago, Londres, y ahora incluso en Estados Unidos. Estas protestas primordialmente demandan que pol¨ªticas m¨¢s inclusivas reemplacen a las pol¨ªticas corruptas de la oligarqu¨ªa.
Adem¨¢s, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, est¨¢ cambiando gradualmente hacia la izquierda. Despu¨¦s de tres a?os en los que su Administraci¨®n mim¨® a los lobbies que representan a sectores empresariales, finalmente ha comenzado a enfatizar la necesidad de que los ricos paguen m¨¢s impuestos. Esto ha llegado al final de su mandato, y es posible que siga favoreciendo a los ricos y a Wall Street a cambio de contribuciones para la campa?a en el a?o 2012, pero hay un resquicio de esperanza de que Obama defienda una pol¨ªtica presupuestaria m¨¢s justa.
Varios Gobiernos europeos, incluyendo los de Espa?a, Dinamarca y Grecia, parecen estar movi¨¦ndose en la misma direcci¨®n. Espa?a recientemente aprob¨® un impuesto a los contribuyentes con un alto patrimonio. Dinamarca eligi¨® un Gobierno de centro-izquierda comprometido con un mayor gasto p¨²blico financiado por nuevos impuestos a los ricos. Y Grecia acaba de votar a favor de un nuevo impuesto a la propiedad para ayudar a cerrar su profundo d¨¦ficit fiscal.
La Comisi¨®n Europea tambi¨¦n ha pedido un nuevo impuesto a las Transacciones Financieras (FTT) para recaudar alrededor de 75.000 millones de d¨®lares al a?o. La Comisi¨®n ha reconocido finalmente que el sector financiero europeo no paga suficientes impuestos. El nuevo FTT a¨²n podr¨ªa toparse con oposici¨®n pol¨ªtica en Europa, especialmente en Reino Unido, que tiene un sector bancario grande e influyente, pero al menos el principio de una mayor equidad tributaria es una prioridad importante en la agenda europea.
Las econom¨ªas de m¨¢s ¨¦xito del mundo en la actualidad se encuentran en Escandinavia. Mediante el uso de altos impuestos para financiar un alto nivel de servicios p¨²blicos, estos pa¨ªses han combinado gran prosperidad con justicia social y sostenibilidad ambiental. Esta es la clave para el bienestar en la econom¨ªa globalizada de hoy en d¨ªa. Quiz¨¢s m¨¢s partes del mundo, y especialmente los j¨®venes del mundo, est¨¢n comenzando a reconocer esta nueva realidad.
Jeffrey D. Sachs es profesor de Econom¨ªa y director del Earth Institute en la Universidad de Columbia. Tambi¨¦n es asesor especial del secretario general de la ONU sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio. (c) Project Syndicate, 2011. Traducido por Roc¨ªo L. Barrientos.
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