Internet como para¨ªso fiscal

El comercio electr¨®nico se ha convertido en la tabla de salvaci¨®n de muchos negocios. Es una de las ¨¢reas de mayor crecimiento de la econom¨ªa y de las que m¨¢s beneficios generan. Pero no para las arcas p¨²blicas. Internet cambia el escenario en el que tradicionalmente se ven¨ªan desarrollando las transacciones comerciales, lo que dificulta su gravamen y la recaudaci¨®n de los impuestos correspondientes por parte de las Haciendas nacionales. En un momento de dificultades y recortes presupuestarios como el actual, ?puede permitirse la Hacienda p¨²blica perder esos ingresos, en cuant¨ªas que ya empiezan a ser significativas? Es m¨¢s, si el comercio online es el futuro, ?qu¨¦ cambios deben abordarse para afrontar esa nueva realidad?

Zara factura las ventas de su web a trav¨¦s de una sociedad irlandesa

Los expertos creen que el cibercomercio es un agujero de defraudaci¨®n

Turismo, regalos, educaci¨®n y ropa, los art¨ªculos con m¨¢s tir¨®n en la Red

La tasa sobre el juego 'online' va a parar a las arcas de las autonom¨ªas

Los espa?oles gastamos 3,9 veces m¨¢s en 'websites' extranjeras

Equilibrar la balanza comercial 'online', uno de los retos pendientes

En las cibercompras es dif¨ªcil fijar el lugar de la operaci¨®n

Los expertos piden un acuerdo global para el reparto de competencias

Lo cierto es que, a d¨ªa de hoy, muchas de las empresas que operan online en Espa?a no tributan por sus ventas en territorio espa?ol, ya que lo hacen a trav¨¦s de una filial extranjera. Uno de los ¨²ltimos casos conocidos es el de Inditex, que canaliza las ventas de todas las marcas del grupo (Zara, Zara Home, Utuerq¨¹e, Stradivarius, Massimo Dutti, Pull&Bear, Bershka y Oysho) a trav¨¦s de la sociedad irlandesa ITX E-Commerce Ireland Limited. Las compa?¨ªas que operan en Irlanda soportan un tipo ¨²nico del 12,5% sobre sus actividades, a lo que cabe a?adir varias desgravaciones fiscales por inversiones en I+D, formaci¨®n y tecnolog¨ªa, entre otras. La Hacienda espa?ola grava los beneficios de las grandes empresas, como ser¨ªa el caso de Inditex, con un tipo te¨®rico del 30%, aunque el tipo efectivo real sea significativamente menor, aproximadamente entre el 24% y el 18%, seg¨²n los casos.

Eso puede generar situaciones un tanto parad¨®jicas. Por ejemplo, dos clientes que coinciden en el mostrador de una tienda de Inditex y que se llevan el mismo producto a casa pueden estar pagando, sin saberlo, impuestos muy dispares por la compra del mismo producto. Al cliente que ha acudido al establecimiento y paga su producto en caja, se le habr¨¢ cargado el IVA correspondiente por la operaci¨®n (18%) y la empresa deber¨¢ tributar en el impuesto sobre sociedades (te¨®ricamente, el 30%). El cliente que ha hecho la compra por Internet, sin embargo, aunque haya recogido su compra en tienda, solo pagar¨¢ el IVA en Espa?a si es una persona f¨ªsica, mientras que si es una persona jur¨ªdica (si lo compra para una empresa, pongamos por caso) pagar¨¢ el IVA correspondiente en Irlanda. En ambos casos, Inditex facturar¨¢ esa operaci¨®n a trav¨¦s de la sociedad irlandesa, por lo que la Hacienda espa?ola puede que no llegue a ver ni un c¨¦ntimo de esa compra.

"Con el comercio electr¨®nico caen las fronteras y los beneficios tradicionales de la soberan¨ªa nacional. Eso tiene ventajas e inconvenientes a la hora de delimitar la fiscalidad, con las consiguientes consecuencias para las arcas p¨²blicas", asegura Agust¨ªn Madrid, catedr¨¢tico de Derecho Mercantil de la Universidad Pablo de Olavide, de Sevilla. Jes¨²s Ramos, profesor de derecho financiero y tributario de la misma universidad reconoce que "existe un convencimiento bastante generalizado de que el comercio electr¨®nico se ha convertido en un agujero negro de defraudaci¨®n de muy dif¨ªcil control para las Administraciones fiscales nacionales. Las operaciones realizadas en este campo estar¨ªan escapando a la tributaci¨®n efectiva por el IVA, con el consiguiente da?o a los ingresos p¨²blicos de la Hacienda p¨²blica".

La empresa de Arteixo ha anunciado que a partir del 1 de enero de 2012 cambiar¨¢ la sede fiscal y las actividades de sus tiendas online pasar¨¢n a tributar en Espa?a.

Pero el caso de Inditex no es el primero ni el ¨²ltimo en aprovechar las ventajas fiscales que ofrecen determinados pa¨ªses en Europa. Apple, el gigante de la electr¨®nica de consumo, apenas factura ingresos en Espa?a ya que, seg¨²n justifica la compa?¨ªa, su principal filial espa?ola, Apple Marketing Iberia, solo act¨²a como mera comisionista por las ventas obtenidas para el grupo, que tambi¨¦n se facturan desde Irlanda. Apple Marketing Iberia explicaba que "la sociedad act¨²a como soporte de ventas y proveedor de servicios de publicidad, de modo que (...) recibe una comisi¨®n del 1% por las ventas obtenidas para el grupo, excluyendo las ventas por Internet", lo que supone que el 99% de las ventas generadas en Espa?a se facturan en Irlanda. M¨¢s recientemente, el gigante mundial del comercio online Amazon acaba de abrir tienda en Espa?a y facturar¨¢ todas sus ventas desde Luxemburgo, conocido para¨ªso fiscal.

"Hay cierta competencia para atraer a las empresas dedicadas al comercio electr¨®nico. En Europa, Irlanda es el ejemplo m¨¢s recurrente por el tipo de su impuesto sobre sociedades (12,5%), aplicable a todo tipo de actividad, no solo de comercio electr¨®nico. Aunque no es su ¨²nica ventaja, porque el ingl¨¦s juega claramente a su favor. Pero es que, adem¨¢s, Estados Unidos declara peri¨®dicamente una moratoria fiscal sobre el comercio electr¨®nico y eso s¨ª que supone, en cierta medida, una competencia dif¨ªcil de igualar", asevera Manuel de Vicente-Tutor, socio director de la consultora Equipo Econ¨®mico.

El potencial del sector es abrumador y los datos, contundentes. En 2010, este tipo de transacciones factur¨® en Espa?a alrededor de 9.100 millones de euros, lo que supone un 17,3% m¨¢s que en 2009, seg¨²n datos del informe La sociedad en red elaborado por el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Informaci¨®n. En total, 10,9 millones de internautas realizaron alg¨²n tipo de compra a trav¨¦s de la Red, medio mill¨®n m¨¢s que en el ejercicio anterior.

Y los datos de este ejercicio apuntan a que el comercio electr¨®nico en Espa?a "progresa adecuadamente". En el primer trimestre de este a?o, el comercio online arroja un volumen de negocio de 2.055 millones de euros, lo que supone un 23% m¨¢s que en el mismo periodo del a?o anterior, con 30,2 millones de operaciones. Por transacciones, el turismo (billetes de avi¨®n, tren y reservas hoteleras), educaci¨®n, prendas de vestir y art¨ªculos de regalo son los bienes que mayoritariamente adquieren los consumidores espa?oles a trav¨¦s de Internet.

El juego online tambi¨¦n es uno de los sectores que m¨¢s atraen a los consumidores espa?oles, una actividad que, esta vez s¨ª, Hacienda se ha apresurado a regular. Una vez que se autoriza la actividad de estas empresas, los ingresos ¨ªntegros de las mismas, menos los premios, se gravan con una tasa del 25% que van a parar a las arcas de las comunidades aut¨®nomas. Aunque eso no soluciona todos los problemas a efectos tributarios porque muchas de estas empresas est¨¢n radicadas en para¨ªsos fiscales.

"Las compras de bienes y servicios online son un reto para las administraciones tributarias en todo el mundo. No solo para recaudar los impuestos de sociedades, sino incluso en algunos casos para recaudar los impuestos sobre el consumo, IVA o sus equivalentes. Muchas transacciones electr¨®nicas no soportan en la pr¨¢ctica ning¨²n tipo de impuesto, lo que puede explicar -junto con la revoluci¨®n tecnol¨®gica- su espectacular crecimiento en los ¨²ltimos 10 a?os", apunta Catalina Rams, socia de Terraalta Asociados.

Seg¨²n un informe de Boston Consulting Group (BCG) publicado el pasado mes de abril, Internet aporta ya 23.400 millones de euros al PIB espa?ol, y sus c¨¢lculos apuntan a que para 2015 esa contribuci¨®n se elevar¨¢ hasta los 63.000 millones. El consumo privado asociado a Internet (comercio electr¨®nico, banda ancha y dispositivos asociados a la Red) aport¨® 14.000 millones de euros en 2009 y es, de lejos, la contribuci¨®n al PIB que m¨¢s crecer¨¢ en los pr¨®ximos cuatro a?os. Pero la aportaci¨®n del comercio online al PIB podr¨ªa ser significativamente mayor.

"Uno de los retos que afronta la econom¨ªa espa?ola es alcanzar un mayor equilibrio en la balanza de exportaciones e importaciones asociada a Internet. Esa balanza comercial online arroj¨® en 2009 un saldo negativo de 4.900 millones de euros. Los espa?oles gastamos en webs extranjeros una cifra 3,9 veces superior a lo que los webs espa?oles venden en el extranjero", se?ala BCG en su informe.

En este ¨¢mbito, Espa?a no est¨¢ aprovechando todas sus hipot¨¦ticas ventajas. "Somos el cuarto editor de libros a nivel mundial, pero no aprovechamos todo el potencial de la lengua. En Espa?a se gravan los libros con un IVA del 4%. Sin embargo, el libro electr¨®nico, que se est¨¢ demostrando como el potencial de futuro para el sector, est¨¢ gravado con un IVA del 18%, porque a trav¨¦s de una interpretaci¨®n administrativa se calific¨® el libro electr¨®nico como programa inform¨¢tico", recuerda Tutor. Con la lengua como ventaja diferencial, Espa?a podr¨ªa aprovechar su posible papel como plataforma de venta a Latinoam¨¦rica, con lo que la balanza comercial de Internet se equilibrar¨ªa. La Asociaci¨®n Espa?ola de la Econom¨ªa Digital ped¨ªa esta semana al pr¨®ximo Gobierno que salga de las urnas el 20 de noviembre una bater¨ªa de medidas para convertir a Espa?a en "para¨ªso digital". Entre ellas, establecer beneficios fiscales a la inversi¨®n privada en nuevos proyectos online, cambios en la gesti¨®n del IVA, incentivos a la internacionalizaci¨®n o aligerar las cargas administrativas que soportan las empresas.

Uno de los principales problemas para gravar la actividad econ¨®mica online es determinar el lugar donde se produce la transacci¨®n. Se suele tomar como referencia el lugar donde est¨¢ el servidor, que puede ser distinto al pa¨ªs que alberga la p¨¢gina web o desde el que se env¨ªan los productos o se efect¨²a el servicio. El concepto fiscal de residencia queda as¨ª totalmente desdibujado: las transacciones se producen en la nube, lo que genera dudas sobre el lugar de tributaci¨®n y, por tanto, sobre cu¨¢l es la Administraci¨®n que debe recaudar.

"Salta a la vista que urge un acuerdo internacional para encauzar el reparto de potestades tributarias entre el Estado de residencia y el Estado de la fuente. A falta del mismo, el comercio electr¨®nico seguir¨¢ su evoluci¨®n y aparecer¨¢n pronunciamientos administrativos o judiciales contradictorios acerca de la existencia o no de un establecimiento permanente en los supuestos de p¨¢ginas web o de servidores, dada la disparidad de opiniones que se detecta actualmente", advierte el profesor Ramos.

Desde hace varios a?os hay un grupo de trabajo al respecto en la OCDE, pero otras urgencias econ¨®micas han relegado el debate internacional al respecto. "Este entorno es campo abonado tanto para la evasi¨®n como para la competencia fiscal entre pa¨ªses. Conscientes de ello, los Estados desplegaron una actividad de coordinaci¨®n en materia de fiscalidad del comercio online bastante intensa a principios de la d¨¦cada anterior. Pero desde entonces el tema ha ido perdiendo peso en la agenda de fiscalidad internacional. Es importante recuperar el liderazgo y la din¨¢mica de debate de entonces. Adaptar las normas tributarias a una realidad que ha cambiado sustancialmente en los ¨²ltimos a?os. Ir a definiciones de localizaci¨®n de los intercambios m¨¢s razonables y, sobre todo, m¨¢s concretas. Y realizar una coordinaci¨®n efectiva de las autoridades fiscales para que no se produzcan quebrantos importantes a las arcas p¨²blicas", se?ala Catalina Rams.