Lo esperado
El debate presupuestario de este a?o es un tanto redundante. Ya hace semanas conoc¨ªamos sus elementos fundamentales. Primero, el techo de gasto global autoimpuesto por el Parlamento gallego. Segundo, el l¨ªmite de d¨¦ficit fijado por Madrid. Tercero, los ingresos transferidos por la Administraci¨®n central, pr¨¢cticamente iguales a los del 2011 por la pr¨®rroga de los Presupuestos Generales. Cuarto, la voluntad de los gobiernos del PP de no subir impuestos y recortar el d¨¦ficit aplicando tijera al gasto p¨²blico exclusivamente.
Creo que nunca en la historia de la autonom¨ªa los presupuestos hab¨ªan tenido una dosis tan limitada de sorpresa. Quiz¨¢ lo m¨¢s destacable sea el fuerte incremento del coste de la deuda gallega, por el aumento de su volumen en el a?o en curso y el que viene y los mayores intereses a pagar. Estamos hablando de casi 100 millones m¨¢s que en 2011. Sumado su efecto a una inflaci¨®n que se situar¨¢ entre el 2% y el 3%, los servicios p¨²blicos van a sufrir aun m¨¢s que en 2011.
Podr¨ªan hacerse otros presupuestos rigurosos con m¨¢s ingresos y un leve crecimiento del gasto
Tampoco se producen grandes cambios en la estructura presupuestaria por funciones: sanidad, educaci¨®n y servicios sociales se llevar¨¢n pr¨¢cticamente lo mismo que el a?o anterior en t¨¦rminos nominales, algo menos en t¨¦rminos reales, una vez descontada la inflaci¨®n. En conjunto, tres cuartas partes del total de los recursos.
No se contempla una nueva reducci¨®n en los salarios de los empleados p¨²blicos, aunque s¨ª la congelaci¨®n en las retribuciones, as¨ª como un recorte marginal de la plantilla por la v¨ªa de las jubilaciones y la no renovaci¨®n de algunos contratos. En comparaci¨®n a otros territorios de Espa?a, donde el ajuste empez¨® m¨¢s tarde y ahora es m¨¢s dram¨¢tico, los funcionarios gallegos pueden dormir algo m¨¢s tranquilos. Aunque no relajarse del todo. Escuchando a algunos responsables del Partido Popular, la amenaza de otro tijeretazo en los sueldos de 2012 permanece. Es lo que tiene odiar los impuestos, sobre todo los que gravan m¨¢s a los m¨¢s ricos.
Finalmente, un comentario sobre el cuadro macroecon¨®mico. Es una situaci¨®n particular, con Presupuestos Generales del Estado prorrogados y elecciones generales en el cuarto trimestre. Creo que el Gobierno de Zapatero hace lo correcto al no elaborar los presupuestos de 2012 y dejar que lo haga el nuevo. Pero esto nos deja a todos sin una referencia con quien compararnos y calibrar. Por l¨®gica, el cuadro macroecon¨®mico de Galicia debe trazarse como un conjunto de diferenciales respecto a la media estatal. Al no existir esa media, la tarea se complica. Si uno toma las previsiones disponibles de los diferentes institutos p¨²blicos y privados para Espa?a en 2012, las cifras de la Xunta para Galicia est¨¢n en l¨ªnea, sin diferencias significativas salvo en la tasa de paro, por nuestra aton¨ªa demogr¨¢fica. El problema es que las proyecciones m¨¢s recientes, conocidas en los ¨²ltimos d¨ªas y referidas a nuestros principales clientes (el resto de Espa?a, Francia, Portugal, Alemania, Italia y Gran Breta?a) no son halag¨¹e?as. Si se confirman, va a ser muy dif¨ªcil que la demanda externa nos haga crecer por encima del 1%, como prev¨¦ el documento presupuestario. En cualquier caso, esto no plantea un gran problema en sentido presupuestario estricto. Aunque el crecimiento del PIB real se sit¨²e m¨¢s pr¨®ximo al 0 que al 1%, no deber¨ªa ser dif¨ªcil alcanzar los ingresos presupuestados.
A la actual Xunta hay que reconocerle su rigor presupuestario y esfuerzo por el cumplimiento de los objetivos de d¨¦ficit del conjunto de las administraciones p¨²blicas. Sin embargo, otros presupuestos igualmente cumplidores pero con m¨¢s ingresos y leve crecimiento del gasto ser¨ªan posibles. Por ende, el techo de gasto establecido ata las manos sobre el uso que se le pueda dar a unos ingresos mayores a los previstos. La ley auton¨®mica vigente dice que deben dedicarse a reducir el d¨¦ficit. Sin embargo, una vez cumplido con los objetivos en este sentido, ?no ser¨ªa mejor y m¨¢s razonable invertirlo en gasto productivo? Cada d¨ªa me convence menos lo del techo de gasto, incluso aunque se vote y apruebe en el Pazo do H¨®rreo . El rigor presupuestario es un instrumento y un objetivo intermedio, no un fin en s¨ª mismo,
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.