Destinos cruzados
El autor suizo Peter Stamm no parece responder al estereotipo que tenemos de sus compatriotas. Se presenta sin solemnidades, con una camisa que necesita un planchado, y sin afeitar. Encima se permite fumar en estos tiempos de neurosis sanitaria obsesiva. Nacido en 1963 en el cant¨®n oriental de Turgovia, Stamm hizo de todo en su vida: desde descargar aviones hasta ser contable o promocionar a Suiza en Estados Unidos. Vivi¨® del periodismo independiente antes de publicar su primera novela, Agnes, en 1988. "Tuve la suerte de conocer a mi agente literaria en una fiesta de cumplea?os", explica, "y a partir de all¨ª todo fue muy r¨¢pido en mi carrera". Tras publicar En jardines ajenos o Tal d¨ªa como hoy, presenta ahora Siete a?os (Acantilado). Su nuevo trabajo se inicia con la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, llegando hasta nuestros d¨ªas. Alabado por autores como Zadie Smith, Siete a?os cuenta los destinos cruzados de Alex y Sonia, pareja de arquitectos de ¨¦xito, e Ivona, una inmigrante polaca ilegal. Peter Stamm recibe a Babelia en su casa de Winterthur.
P. ?Por qu¨¦ Siete a?os transcurre en Alemania y no en Suiza?
R. Porque prefiero escribir acerca de lugares que no conozco bien. Cuando est¨¢s habituado a un sitio pierdes la capacidad de "verlo" en un sentido profundo. M¨²nich es una ciudad que conozco poco, lo que me permite verla con ojos nuevos.
P. ?Por qu¨¦ M¨²nich?
R. Le sienta bien a esta pareja formada por Alex y Sonia. M¨²nich es una ciudad de gente guapa, elegante y con ¨¦xito. No tiene nada que ver con Berl¨ªn. De hecho, se parece a Z¨²rich en el esnobismo de sus clases medias. Para ser realmente aceptado, tanto en M¨²nich como en Z¨²rich, hace falta disponer de una cartera bien llena.
P. ?Ve a sus personajes como arquetipos de la Europa central?
R. Nunca me han gustado los escritores que escriben sobre lo que no conocen. Es barato hablar de las clases trabajadoras si uno no pertenece a ellas. Supongo que te hace pasar por interesante usar personajes extremos, como alcoh¨®licos o drogadictos. Pero yo escribo de europeos "normales" porque yo soy uno de ellos. Les entiendo bien. Lo que me interesa contar en Siete a?os es la realidad de miles de inmigrantes que viven entre nosotros; pero a los que no vemos. Sabemos que limpian nuestras casas y son cajeras de nuestros supermercados, pero ignoramos todo sobre ellos.
P. ?Ha realizado usted investigaciones para preparar el personaje del inmigrante?
R. Efectivamente, he trabajado con la Misi¨®n Polaca, que se dedica a ayudar a los inmigrantes en Alemania. Ellos me fueron de gran ayuda. Tambi¨¦n me ayud¨® una mujer que forma parejas entre polacas y hombres alemanes. Un trabajo en el que tiene ¨¦xito pues las polacas son a menudo mujeres hermosas, que gustan a los alemanes.
P. Uno de sus personajes afirma que, "las mujeres del Este no quieren ser hombres". ?He aqu¨ª el secreto de su ¨¦xito?
R. Sin duda. Las mujeres del Este son m¨¢s femeninas que las de Europa occidental, pero no por ello est¨¢n "debajo" de sus maridos. Al contrario: tienen absoluto control de sus hogares, pero lo consiguen por otros medios. Son mujeres muy fuertes.
P. ?No cree que el "¨¦xito" de las mujeres del Este en Europa central tenga un significado? ?Qu¨¦ les falta a los hombres? ?Qu¨¦ le falta a su protagonista, Alex?
R. Creo que estamos en un momento de transici¨®n. Yo nac¨ª en una ¨¦poca en la que las mujeres trabajaban en casa, y para muchos hombres es dif¨ªcil adaptarse a la mujer de hoy, con su independencia y sus ambiciones propias. Para los hombres de mi edad, que vienen de entornos tradicionales, la liberaci¨®n de la mujer europea fue r¨¢pida.
P. La primera vez que Alex se acuesta con Ivona dice que nada en ella le recordaba su "otra" vida ni ten¨ªa que dar pruebas de nada. ?La desea porque la ve como un ser inferior con relaci¨®n a la perfecta Sonia?
R. S¨ª. La inferioridad de Ivona le excita, pero tambi¨¦n ¨¦l es consciente de su propia inferioridad ante el mundo burgu¨¦s de Sonia. Con ella y su familia, Alex se siente inadecuado y debe hacer un esfuerzo para estar a la altura. Con Ivona se puede relajar y ser realmente ¨¦l mismo, sin complicaciones ni problemas. No estar realmente enamorado y no depender emocionalmente funciona muy bien para cierta gente. Es una forma de liberaci¨®n.
P. Lo curioso es que usted mismo afirma que Ivona, a pesar de su falta de inter¨¦s y atractivo, es la ¨²nica persona feliz de su libro. Mientras que Sonia, la mujer perfecta, es una criatura bastante lamentable.
R. Es cierto. Ivona es feliz por una raz¨®n muy simple: est¨¢ profundamente enamorada. A veces la comparo con una monja, porque ellas est¨¢n "casadas con Cristo", pero nunca podr¨¢n verle, ni irse de vacaciones con Jes¨²s. Ivona ni siquiera sabe por qu¨¦ ama a Alex, ni hay una elecci¨®n consciente del objeto de amor. Simplemente ocurre.
P. Usted afirma en Siete a?os que "la pasi¨®n es un sentimiento inferior", poco apreciado en el norte.
R. Mire usted, en ciudades como Z¨²rich todo el mundo debe ser tan rico, tan guapo y tan glamuroso que las parejas no se forman por amor, sino porque quedan bien juntas. Uno no busca un marido, sino un trofeo que le permita cumplir con las aspiraciones sociales que tiene. O sea, se establecen relaciones casi empresariales entre la gente.
P. ?Y d¨®nde busca usted ideas, temas e inspiraci¨®n?
R. En diarios, en historias que me cuentan, o cosas que me ocurren. Las historias vienen de todas partes. Lo cierto es que no necesito mucho para empezar un texto.
Peter Stamm conversar¨¢ con Jordi Soler sobre Siete a?os el pr¨®ximo jueves, 3 de noviembre, a las 19.30, en el Centre de Cultura Contempor¨¤nia de Barcelona (CCCB).
![Peter Stamm (Weinfelden, 1963) estudi¨® filolog¨ªa inglesa, psicolog¨ªa, psicopatolog¨ªa e inform¨¢tica en Z¨²rich.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/YCLENOHWG3E5MKF6HHJKHL7L24.jpg?auth=316bac5f9106783e778a9ca6d7bdd1a89bbb70d59fec2c8e7c1a1510adc3fe9e&width=414)
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