Esos ciudadanos fundamentales
Hac¨ªa mucho tiempo que los medios de comunicaci¨®n no dedicaban tanto espacio a una noticia. Pero solo con observar los diferentes titulares es posible darse cuenta de que la valoraci¨®n, como de costumbre, no es ni mucho menos la misma.
Revisemos alguno de estos titulares. Dicen as¨ª: Mil asesinatos despu¨¦s, ETA ni se disuelve ni entrega las armas. Despu¨¦s: ETA ni se disuelve ni entrega las armas. Sigue: ETA deja su actividad armada sin entregar las armas. Enseguida: ETA alardea de sus asesinatos y emplaza al Gobierno a negociar.
Queda clara cu¨¢l es la mirada desde la que se contempla la noticia.
Hay otros medios cuya mirada sobre el mismo acontecimiento parece otra. Veamos: Fin. ETA anuncia el cese definitivo de la violencia. Un nuevo tiempo para Euskal Herria. ETA deja las armas. El fin del terror.
Desde luego, sin la menor duda, hay una parte de la poblaci¨®n que va a dar como terminada una etapa llena de incertidumbre, dolor y llanto. Pero hay otra parte, tambi¨¦n considerable, que se muestra reticente y, pese al enorme da?o que ha supuesto la existencia de un grupo que se cre¨ªa en posesi¨®n de la verdad y, desde ella, legitimado para cometer muy diversos y siniestros actos, que parece no aceptar una nueva realidad. Y desear¨ªan la completa destrucci¨®n de aquellos que, sin duda, causaron tanto da?o. Para algunos la ¨²nica forma de alcanzar una paz definitiva radica en imponer su verdad porque se sienten exclusivos propietarios de ella.
En los ¨²ltimos a?os ha habido un cada vez mayor n¨²mero de ciudadanos que, dentro de Euskal Herria, han pedido a ETA que deje de matar y de tratar de imponer su forma de entendimiento de una realidad hist¨®rica y una forma de vida que se atuviera, en exclusiva, a sus planteamientos pol¨ªticos. Incluso, ciudadanos muy cercanos a la organizaci¨®n, ped¨ªan, hasta llegar a la exigencia, la desaparici¨®n y, con ella, un clima en el que cada cual sintiera y viviera el derecho a construir su vida de acuerdo con sus convicciones y planteamientos tanto ideol¨®gicos como pol¨ªticos.
Esos ciudadanos han sido fundamentales en esta nueva situaci¨®n. Podr¨ªa citar el nombre y apellidos de algunos de ellos. No lo hago porque no tengo su autorizaci¨®n. Pero, desde luego, son ellos y muchos, muchos m¨¢s los que han conseguido que ETA cambie en poco tiempo su forma de pensar y actuar.
El 8 de enero de 2011, ETA declaraba: "ETA ha decidido declarar un alto el fuego permanente y de car¨¢cter general...". Poco despu¨¦s, el 20 de octubre de 2011, ETA declara: "ETA ha decidido el cese definitivo de su actividad armada". En ambas declaraciones hay consideraciones que pueden ser ampliamente discutidas. Y, con toda seguridad, lo ser¨¢n. Pero, en cualquier caso, lo que me parece de una claridad meridiana es la diferencia entre un alto el fuego de car¨¢cter general y un cese definitivo de la actividad armada.
Lo que siempre defender¨¦ es que nadie est¨¢ legitimado a imponer su verdad como si estuviera en posesi¨®n de la verdad absoluta.
El¨ªas Querejeta es productor y guionista cinematogr¨¢fico.
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