Imaginaci¨®n por duplicado

La obra de Gluck muchas veces es desconocida por el gran p¨²blico. La sombra de Vivaldi y Haendel es alargada, y sus personalidades arrolladoras han desplazado a este compositor a un segundo plano. Sin embargo, su Orfeo y Eur¨ªdice es un ejemplo de que, sobre todo, lo que no le faltaba a Gluck era imaginaci¨®n. D¨¦cadas despu¨¦s, un hombre retomar¨ªa su fant¨¢stica obra para hacer una versi¨®n orquestal adaptada a un romanticismo en el que, con cada visita a la biblioteca, el m¨²sico volv¨ªa con un hallazgo. A Berlioz le pas¨® con Gluck, y decidi¨® adaptar el Orfeo a los tiempos que corr¨ªan y devolverlo al lugar que merec¨ªa. La imaginaci¨®n desbordante de Berlioz, demostrada con creces en piezas como La infancia de Cristo o la Sinfon¨ªa fant¨¢stica, no hicieron sino resucitarla. El Auditorio Nacional nos permite viernes, s¨¢bado y domingo disfrutarla de nuevo, de la mano de la Orquesta Nacional de Espa?a, en el ciclo de conciertos homenaje al Par¨ªs de 1900. No se la pierdan.