Los islamistas tunecinos desplazan a los laicos del poder
El partido En Nadha gana las elecciones con el 40% de los votos
No hab¨ªa champ¨¢n para celebrar el acontecimiento, pero en la sede central de En Nahda, en T¨²nez, unas mujeres cubiertas y sonrientes entregaban al visitante un ramillete de jazm¨ªn. La formaci¨®n islamista ha ganado por goleada las primeras elecciones democr¨¢ticas celebradas desde la independencia tunecina, en 1956, tan solo nueve meses despu¨¦s del derrocamiento del dictador Zine al Abidine Ben Ali.
Casi al mismo tiempo en Gafsa, en la otra punta del pa¨ªs, la due?a del restaurante Tamtam, al que acuden a almorzar observadores electorales tunecinos y extranjeros, se presentaba por primera vez ante sus clientes con la cabeza cubierta con un hiyab (pa?uelo isl¨¢mico), como para adaptarse a los nuevos tiempos.
El resultado es un aut¨¦ntico mazazo para las ¨¦lites laicas tunecinas
La Instancia Superior e Independiente para las Elecciones, el ¨®rgano encargado de organizar los comicios, no dar¨¢ hasta hoy martes resultados oficiales, pero los partidos, empezando por En Nahda, y la prensa los han ido destilando. Apuntan a que los islamistas rebasar¨¢n el 40% de los votos pero, como la ley electoral perjudica a las grandes formaciones, solo obtendr¨¢n algo m¨¢s de 65 de los 217 esca?os de la Asamblea Constituyente. Esta instituci¨®n deber¨¢ encargarse ahora, durante un plazo m¨¢ximo de un a?o, de redactar una nueva Constituci¨®n democr¨¢tica, aunque antes tendr¨¢ que designar un Gobierno que el l¨ªder de En Nahda, Rachid Ghanouchi, desea que sea de amplia coalici¨®n hasta 2016.
"Los resultados son francamente buenos para En Nahda", recalc¨® Abdelhamid Jlazzi, jefe de la campa?a islamista, aunque rehus¨® dar detalles. Otras fuentes de su partido indican que son los m¨¢s votados en 24 de las 27 circunscripciones electorales y que en algunas ganan por mayor¨ªa absoluta.
Dos partidos laicos y moderadamente de izquierdas, Ettakatel, vinculado a la Internacional Socialista y que encabeza el m¨¦dico Mustaf¨¢ Ben Jaffar, y el Congreso para la Rep¨²blica, de Moncef Marzouki, compiten por el segundo puesto en el p¨®dium. Ambos lograr¨ªan cada uno un 15% de los sufragios.
Estas dos formaciones luchaban contra la dictadura desde el exilio, mientras que desde dentro lo hac¨ªa el Partido Dem¨®crata y Progresista (PDP, centrista), de Ahmed Nejib, que se atrevi¨® a competir con el dictador en las presidenciales. No recoge los r¨¦ditos de aquel desaf¨ªo porque cosecha menos del 10% de los votos.
La mayor¨ªa de las anomal¨ªas detectadas por los 14.000 observadores que supervisaron las elecciones est¨¢n relacionadas con En Nahda, pero no ponen en entredicho su victoria. En los informes que han redactado se?alan intentos de compra de sufragios, ofrecimiento de transporte hasta los colegios a supuestos simpatizantes y env¨ªo de SMS animando a votarles.
Los dos ¨²nicos datos que el presidente del ISIE, Kamel Jendoubi, ha proporcionado son el resultado del voto de los emigrantes tunecinos (la mitad ha ido a En Nahda) y la participaci¨®n electoral. Rebas¨® el 90% de los inscritos en las listas de votantes (el 54% de los 7,2 millones de tunecinos adultos), pero no se sabe cu¨¢ntos no inscritos acudieron a votar. Estos ten¨ªan la posibilidad de ejercer su derecho con un documento de identidad y en colegios especiales.
La abrumadora victoria islamista no permitir¨¢ probablemente formar en la Asamblea ninguna mayor¨ªa laica. En Nahda ser¨¢ el eje de cualquier coalici¨®n gubernamental. Ettakatel no es reacio a esa alianza. Si, al final, los principales partidos laicos no desean asociarse con Ghanouchi, a este le ser¨¢ f¨¢cil encontrar alguna peque?a formaci¨®n de izquierdas con la que completar su mayor¨ªa.
El desenlace de estos comicios constituye un aut¨¦ntico mazazo para las ¨¦lites tunecinas, que estaban convencidas de que el acerbo de un Estado casi laico hab¨ªa calado en la sociedad desde hace m¨¢s de medio siglo y que los islamistas no superar¨ªan en ning¨²n caso el 25% de los sufragios. Sin dar porcentajes, Ghanouchi siempre vaticin¨® su victoria.
En Nahda es un partido af¨ªn a los Hermanos Musulmanes de Egipto, aunque ahora insiste en que se quiere inspirar en el modelo turco. Ha sido la principal v¨ªctima de la represi¨®n de la dictadura de Ben Ali, que mand¨® a prisi¨®n, a lo largo de los ¨²ltimos 24 a?os, a cerca de 30.000 de sus militantes. El propio Ghanouchi estuvo m¨¢s de 20 a?os exiliado en Londres y solo regres¨® a T¨²nez a finales de enero. En febrero, En Nahda fue por fin legalizado tras haber estado prohibido durante 22 a?os.
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