Divisi¨®n entre los partidos vascos por el nivel de autogobierno de Euskadi
El 'lehendakari' apuesta por el Estatuto y PNV y 'abertzales' lo dan por "superado"
Apenas cuatro d¨ªas despu¨¦s del cese definitivo de ETA, que uni¨® a todos los partidos pol¨ªticos vascos en el reconocimiento de un nuevo escenario de paz, ha bastado, ayer, la celebraci¨®n del D¨ªa de Euskadi, una jornada festiva en el calendario laboral como reconocimiento institucional por primera vez a la aprobaci¨®n en 1979 del Estatuto de Gernika, para que la divisi¨®n se instale entre las fuerzas democr¨¢ticas en torno a cu¨¢l debe ser el nivel de autogobierno para el Pa¨ªs Vasco.
A tal punto llega el antagonismo, que se reproducen n¨ªtidamente los dos grandes bloques ya conocidos en Euskadi a ra¨ªz del pacto de Lizarra entre PSE y PP, de un lado, y PNV y abertzales por el otro. El lehendakari, Patxi L¨®pez, subray¨® ayer, en la celebraci¨®n del D¨ªa de Euskadi con la sociedad vasca, que la derrota del terrorismo de ETA es "tambi¨¦n la victoria" del autogobierno y del "gran acuerdo" que fue el Estatuto "que lo hizo posible". Pero, minutos antes de estas palabras, el exlehendakari Carlos Garaikoetxea, que acababa de recibir la Cruz del ?rbol de Gernika -la mayor distinci¨®n del Gobierno vasco- proclam¨®, en su condici¨®n de presidente de EA -partido integrado en la coalici¨®n Bildu-, que el Estatuto, "aquel camino pol¨ªtico que hab¨ªa que elegir cuando fue aprobado hace 32 a?os para afrontar los retos", se ha tornado, en cambio, "angosto".
Urkullu dice poner a Croacia y Estonia como ejemplos para el Pa¨ªs Vasco
L¨®pez, sin embargo, apuntal¨® la vigencia del Estatuto, consciente, sin duda, de que el debate ha empezado a tomar cuerpo. Por eso no dud¨® en recordar que el terrorismo "se va, pero se quedan las instituciones de autogobierno que el Estatuto ha alumbrado".
Este esfuerzo ideol¨®gico del lehendakari se vio arropado por representantes de todos los sectores de la sociedad vasca, con la excepci¨®n de Bildu -acudi¨® Pello Urizar (EA) solo como respaldo a Garaikoetxea- y pr¨¢cticamente del PNV, que se limit¨® a enviar dos parlamentarios, a excepci¨®n del exlehendakari Jos¨¦ Antonio Ardanza, de quien los socialistas guardan un grato recuerdo tras sus gobiernos de coalici¨®n.
Los nacionalistas renegaron de esta celebraci¨®n porque dan "por superado" el actual Estatuto. Esta posici¨®n cr¨ªtica del PNV se produce, curiosamente, meses despu¨¦s de que este partido haya capitalizado diversas transferencias para Euskadi, que lleg¨® a cuantificar en mil millones y que le permitieron relegar la participaci¨®n del Gobierno L¨®pez en ese ¨¦xito pol¨ªtico.
Para escenificar su rechazo al Estatuto, el PNV cit¨® a sus cargos, candidatos y decenas de afiliados en la Casa de Juntas de Gernika. All¨ª, su presidente, I?igo Urkullu, en un tono m¨¢s mitinero que solemne, acus¨® a los "gobiernos que se han sucedido en Espa?a" de haber "violentado e ignorado" el marco estatutario vasco. Y en una clave identitaria, que alumbrar¨¢ posiblemente buena parte de su campa?a electoral ante el 20-N, Urkullu proclam¨® que "en 2015, al t¨¦rmino de la pr¨®xima legislatura, en las Cortes se refrendar¨¢ un nuevo acuerdo constituyente para la nueva Euskadi en paz y libertad" que permita, a?adi¨®, "el acomodo del pueblo vasco en los Estados franc¨¦s y espa?ol". Para explicar su proyecto, el l¨ªder del PNV puso a Croacia y Estonia como "los pasos a seguir" por el Pa¨ªs Vasco.
Este clima de abierta divisi¨®n entre los grandes partidos fue avivado, a su vez, por la izquierda abertzale, que se neg¨® a celebrar el D¨ªa de Euskadi porque aboga "por un nuevo marco jur¨ªdico-pol¨ªtico con el respaldo mayoritario de la sociedad vasca".
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