"Solo los gemelos resisten al ADN"
Elena Rivas lleva desde 1983 en el laboratorio del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa
Habla sin asco ni pena de pistolas, bragas con semen, colillas, sangre o saliva. Como si no fueran los restos del delito cometido. "Para m¨ª son fragmentos de ADN; no veo, por ejemplo, el m¨²sculo calcinado que en realidad es", cuenta Elena Rivas. Es la responsable del laboratorio de ADN de la Polic¨ªa Nacional en el que trabaja desde el a?o 1983. Con m¨¢s de 3.000 asuntos al mes que llevan aparejadas entre 100 o 200 muestras, el an¨¢lisis se vuelve rutina en sus manos y las de sus 72 compa?eros de laboratorio. Aun as¨ª saben que es la clave para la resoluci¨®n de la mayor¨ªa de los delitos.
La prueba de ADN es incuestionable en un juicio. Si la muestra tomada sobre el terreno y la perteneciente al sospechoso coinciden, no hay argumento que lo refute. Salvo que se haya pervertido la cadena de custodia. Es el camino y las manos por las que pasa la prueba desde el lugar de los hechos hasta que llega al laboratorio. "Los abogados defensores se atienen a eso", comenta la mujer de 56 a?os, con categor¨ªa de comisaria. Por eso, toda precauci¨®n es poca en el laboratorio. "No toqu¨¦is nada porque pod¨¦is contaminar una muestra y que vuestro ADN os identifique como responsables de un delito", advierte a los periodistas que visitan el complejo policial.
"Lo peor fue tomar muestras a los familiares de los muertos en el 11-M"
Hasta 1992 solo se pod¨ªan analizar las prote¨ªnas y los grupos sangu¨ªneos
"No nos damos cuenta del rastro que vamos dejando", revela Rivas
El laboratorio de la Polic¨ªa recibe 3.000 asuntos al mes con 200 muestras
Lejos queda esa imagen de comisar¨ªa llena de papeles, con agentes de uniforme corriendo de un lado a otro. En el laboratorio de ADN, situado en uno de los edificios del complejo policial de Canillas de la calle de Juli¨¢n Gonz¨¢lez Segador, no hay placas policiales ni pistolas sino mascarillas, batas y guantes. Los bi¨®logos, qu¨ªmicos, veterinarios, farmac¨¦uticos, m¨¦dicos o matem¨¢ticos que trabajan all¨ª han cedido sus genes a la base de datos por si acaso alg¨²n d¨ªa su ADN se mezcla con el del sospechoso.
Elena Rivas lleva tanto tiempo en el laboratorio que ya no aprecia el olor a limpieza as¨¦ptica de los productos qu¨ªmicos. Lo que s¨ª ha notado es la eficacia del an¨¢lisis de ADN. En 1992 comenz¨® la revoluci¨®n gen¨¦tica que dej¨® atr¨¢s las t¨¦cnicas para determinar las prote¨ªnas, las enzimas o los grupos sangu¨ªneos. El n¨²mero de casos resuelto ha crecido "much¨ªsimo" y m¨¢s a¨²n "desde que entr¨® en vigor la ley de bases de datos" que permite coordinar las muestras de diferentes cuerpos policiales y cotejarlas con las ya registradas. "Con el ADN se resuelven delitos de homicidios, terrorismo, agresiones sexuales, robos con fuerza o lesiones", afirma.
Gracias a la base de datos se han podido resolver casos del pasado y "poner cara a muestras que ya estaban almacenadas por otros asuntos". En las c¨¢maras refrigeradoras que hay en una de las salas se acumulan "millones y millones" de muestras. Los ¨²nicos que pueden salir indemnes del an¨¢lisis gen¨¦tico son los gemelos. "Es imposible averiguar si el autor del delito es uno de los hermanos, el otro o los dos", aclara. Es m¨¢s, si una muestra de un gemelo se mezclase con la del otro, ser¨ªa imposible reconocer que pertenecen a dos personas porque los gemelos univitelinos tienen ADN id¨¦ntico. "Hay que recurrir a huellas dactilares y otras pruebas".
De una escena del crimen se pueden rescatar en torno a 200 muestras. "No nos damos cuenta del rastro que vamos dejando: si tocamos algo, si escupimos al hablar, si se cae el pelo o se fuma". La polic¨ªa cient¨ªfica que acude al lugar de los hechos toma las muestras de las u?as, ropa, las manchas de la habitaci¨®n en funci¨®n de "qu¨¦ ha podido hacer el autor y qu¨¦ ha podido tocar". Al laboratorio llegan unas 2.000 bragas al a?o y tambi¨¦n incluso colchones o la tapicer¨ªa entera del coche. Aunque siempre suele aparecer algo del autor, a veces es muy dif¨ªcil de resolver el caso. "Hay muchos cr¨ªmenes sin resolver", se lamenta.
La jefa del laboratorio de ADN recuerda que lo peor a lo que se ha enfrentado fueron los atentados del 11-M. "Tom¨¢bamos muestras a los familiares, que no se daban cuenta de que eran para identificar a los cad¨¢veres". Cuanto m¨¢s grave es el suceso y m¨¢s repercusi¨®n tiene en los medios, m¨¢s presi¨®n recibe el laboratorio para que obtenga los resultados del an¨¢lisis. Normalmente se tarda unas 24 horas, lo que se traduce en un par de d¨ªas o tres porque no se trabaja toda la jornada de un tir¨®n. En el 11-M o en el accidente de avi¨®n de Spanair en Barajas, en agosto de 2008, el an¨¢lisis de los cad¨¢veres comienza por determinar qu¨¦ cuerpos forman parte de la misma familia. Despu¨¦s se va a lo concreto para saber qui¨¦n es qui¨¦n.
Han pasado 40 a?os desde que Elena Rivas entr¨® al cuerpo policial como administrativa mientras terminaba de estudiar. A pesar de los a?os, la jefa del laboratorio de ADN recuerda el caso de una familia asesinada en Burgos. "Hemos analizado millones de muestras y no se ha resuelto", comenta con resignaci¨®n. Se acus¨® y detuvo al hijo adoptivo del matrimonio, pero nunca se le lleg¨® a condenar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.