La deriva de Libia desata la alarma en Occidente

El salvaje modo en que acab¨® su vida Muamar el Gadafi, la proclamaci¨®n de la shar¨ªa como fundamento constitucional de la nueva Libia, y la incertidumbre que pesa sobre la formaci¨®n del Gobierno y c¨®mo pueda evolucionar la situaci¨®n en el pa¨ªs preocupan a la UE y a la OTAN, que oficialmente pasan de puntillas sobre las atrocidades de las ¨²ltimas jornadas y expresan su confianza en una Libia democr¨¢tica y respetuosa con los derechos humanos. Las declaraciones p¨²blicas enmascaran otra realidad. "No sabemos lo que va a pasar en Libia", comenta una fuente europea.

A Anders Fogh Rasmussen, secretario general de la OTAN, personalmente, y a Catherine Ashton, alta representante para la Pol¨ªtica Exterior de la UE, a trav¨¦s de una portavoz, se les ha requerido opini¨®n sobre el atroz fin de Gadafi. Sin entrar en la forma, ambos aluden a la necesidad de "que las nuevas autoridades respeten los principios del derecho internacional, los derechos humanos y la transparencia", en palabras de Rasmussen que, en lo relativo a la transparencia, Maja Kocijancic, portavoz de Ashton, traduce como "que las autoridades libias investiguen" lo ocurrido. Lo mismo se aplica a las denuncias de asesinatos en masa en Sirte, ¨²ltimo feudo de Gadafi.

"Esperamos que se respeten los derechos humanos", advierten en la UE

Ashton ha llamado a la mesura y a la reconciliaci¨®n nacional y los jefes de Estado y de Gobierno de la Uni¨®n, en la declaraci¨®n que sigui¨® a su reuni¨®n del domingo en Bruselas, se?alaron que "la muerte de Gadafi marca el fin de una era de despotismo y represi¨®n que el pueblo libio ha sufrido durante demasiado tiempo". Distanciamiento interesado y vergonzante de las circunstancias de la muerte de Gadafi y del hecho de que una parte significativa de los signatarios del comunicado (o sus predecesores) visitaron o recibieron con todos los honores al dictador libio, incluida la propia Comisi¨®n Europea en 2004.

La confusi¨®n sobre el futuro de Libia se cierne sobre la OTAN, a la que por un lado el l¨ªder del Consejo Nacional de Transici¨®n (CNT), Mustaf¨¢ Abdelyalil, ha pedido que siga hasta finales de a?o para hacer frente a eventuales intentos desestabilizadores de las fuerzas progadafistas mientras uno de sus representantes ante Naciones Unidas reclamaba el fin de la intervenci¨®n a¨¦rea.

La Alianza acord¨® el viernes de forma provisional dar por concluida la Operaci¨®n Protector Unificado el pr¨®ximo d¨ªa 31, a la espera de confirmar esta semana la fecha. La reuni¨®n prevista ayer para ello se dej¨® para ma?ana. La propia Alianza est¨¢ dividida entre quienes quieren dar ya por resuelto el caso y volver a casa (grupo en el que est¨¢n EE UU, Espa?a y otros muchos) y quienes prefieren seguir en el empe?o, encabezado por Francia y Reino Unido. Ma?ana deber¨¢ cuadrar el c¨ªrculo el Consejo Atl¨¢ntico, integrado por los 28 embajadores aliados.

Los hoy triunfadores, y entonces rebeldes libios, recibieron su primer gran respaldo internacional en la conferencia organizada el pasado 29 de marzo en Londres. All¨ª hicieron p¨²blica su visi¨®n de una Libia democr¨¢tica, como se titulaba el documento, cuyo contenido era suscribible al 100% por cualquiera de las decenas de pa¨ªses y organizaciones presentes en la conferencia.

Lo ¨²nico que llamaba la atenci¨®n era el ¨¦nfasis en la confesionalidad del futuro Estado, "un Estado que saca fuerza de las s¨®lidas creencias religiosas en la paz, la verdad, la justicia y la igualdad (...) un Estado constitucional que respeta la santidad de la doctrina religiosa y condena la intolerancia". Pero no se hablaba de shar¨ªa. Abdelyalil defiende ahora la primac¨ªa de la shar¨ªa "contra cualquier ley que vaya contra los principios del islam".

"Esperamos que se aplique conforme al derecho internacional, respetando los derechos humanos y los principios democr¨¢ticos, como las autoridades libias han dicho que har¨¢n", se?ala la portavoz de Ashton, para quien "Libia se enfrenta a un periodo muy dif¨ªcil".

Aunque la UE reitera en p¨²blico su compromiso de apoyar en todo lo necesario el nacimiento de una Libia democr¨¢tica y airea como un hecho la promesa del CNT de formar un nuevo Gobierno interino dentro de un par de semanas y de celebrar elecciones dentro de ocho meses, en los despachos la impresi¨®n es otra.

"No sabemos lo que va a pasar en Libia", comenta una fuente europea, que, por hablar solo de las elecciones, dice: "No hay censo ni nadie que lo pueda hacer; no hay partidos ni cultura de partidos; no hay Ministerio del Interior que se ocupe del procedimiento electoral, y no hay Ley Electoral". En resumen, "si dentro de 20 meses hubiese elecciones, estar¨ªa muy bien".