Segregaci¨®n de parque tem¨¢tico

El chismorreo y una an¨¦cdota escatol¨®gica, que abre un enigma en el relato antes de desvelarse y propulsar el cl¨ªmax final, se revelan eficaces armas de concienciaci¨®n en la lucha por los derechos civiles en Criadas y se?oras, ambiciosa women's picture con evidente hambre de Oscar. La pel¨ªcula tiene su tal¨®n de Aquiles en la extremada estilizaci¨®n que aplica sobre un proceso hist¨®rico que el director prefiere reciclar a trav¨¦s de una muy contempor¨¢nea ¨¦pica de la autoafirmaci¨®n. En el primer tramo del metraje, una frase casual sobre la futura consideraci¨®n del tabaco delata, sin querer, esa debilidad que condiciona la credibilidad del conjunto: la pel¨ªcula no transcurre en Jackson (Misisip¨ª) en los a?os sesenta, sino en algo parecido a su transformaci¨®n en parque tem¨¢tico para uso y disfrute del visitante contempor¨¢neo.

Adaptaci¨®n del best seller publicado por Kathryn Stockett en 2009, la pel¨ªcula de Tate Taylor dibuja un mapa de la segregaci¨®n y el racismo en colores pastel, colocando, en un extremo, a su elenco de criadas afroamericanas con el dolor grabado en sus miradas sufrientes y, en el otro, al correspondiente grupo de arp¨ªas que se dir¨ªan cultivadas a partir de un injerto de la Sharpay Evans de la saga High School Musical. Ser¨ªa injusto no mencionar que Bryce Dallas Howard protagoniza un espectacular cambio de registro en este ¨²ltimo apartado, encarnando al personaje m¨¢s desagradable de la funci¨®n, y que, en el equipo golpeado (pero, finalmente, triunfante), Viola Davis y Octavia Spencer libran un pulso por la estatuilla a la mejor actriz de reparto.

Con todo, lo m¨¢s interesante est¨¢ en las caracterizaciones que logran trascender el arquetipo. Resulta curioso que, en una pel¨ªcula que hace bandera de su conciencia racial, los matices no beneficien a ning¨²n personaje afroamericano. Por su parte, Jessica Chastain confirma su liderazgo como gran actriz revelaci¨®n del a?o -tras su labor en El ¨¢rbol de la vida y la a¨²n in¨¦dita en Espa?a Take shelter-, dando vida a una vulnerable figura marginada en el seno de su comunidad; y Sissy Spacek paladea con contagioso placer uno de esos papeles que espolean la identificaci¨®n cat¨¢rtica del respetable.