Rossi, un crujido con historia
El delantero del Villarreal, operado anoche del ligamento cruzado anterior, estar¨¢ seis meses de baja
Cuando se march¨® del campo, desde el cuerpo t¨¦cnico del Villarreal esgrimieron que Giuseppe Rossi (Nueva Jersey, Estados Unidos; 1987) no ten¨ªa nada grave. Para el delantero no estaba tan claro. "No puedo", le dijo al m¨¦dico en el Bernab¨¦u, en el minuto 60, cuando se acerc¨® a la banda para contarle que le dol¨ªa la rodilla derecha, en la que hab¨ªa notado un chasquido alarmante en una jugada con Xabi Alonso. Su mal presagio era acertado.
Rossi abandon¨® ayer por la ma?ana la ciudad deportiva del Villarreal con el gesto torcido, apoyado en unas muletas porque apenas pod¨ªa pisar con la pierna derecha. Sab¨ªa que se hab¨ªa roto el ligamento cruzado de la rodilla derecha. La resonancia magn¨¦tica que se le practic¨® lo dejaba claro. Pero el cuerpo m¨¦dico quer¨ªa saber exactamente el alcance de la lesi¨®n, por lo que le llevaron a un hospital de Castell¨®n, primero, y al Nueve de Octubre, en Valencia, despu¨¦s. En la consulta de Enrique Gastaldi le volvieron a examinar y se resolvieron todas las dudas: Rossi ten¨ªa roto el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha y el tiempo de baja ser¨¢ de seis meses. El propio Gastaldi y el jugador acordaron entonces operarle ayer mismo por la noche.
El Villarreal est¨¢ sumido en una crisis deportiva galopante: solo ha ganado un partido en la Liga, frente al Mallorca, y acumula cuatro empates y otras tantas derrotas. Vendido Cazorla, el pie del equipo en los cursos anteriores, al M¨¢laga por unos 20 millones de euros e incorporados Zapata y De Guzm¨¢n, que no aportan nada nuevo ni mejor, el conjunto amarillo no da pie con bola. Solo ha marcado siete goles, por 17 encajados, y est¨¢ en la zona de descenso, apenas dos puntos por encima de los colistas, el Racing y el Granada.
En El Madrigal ya se sisea que un mal resultado ante el Rayo Vallecano, en la pr¨®xima jornada liguera, podr¨ªa ser determinante para despedir al t¨¦cnico, Juan Carlos Garrido, que siempre tuvo el apoyo del presidente, Fernando Roig. Pero la paciencia no es infinita. La lesi¨®n de Rossi, pieza capital en el equipo porque siempre fue el punto final al juego colectivo, el hombre m¨¢s desequilibrante, no ayuda en nada.
El el¨¦ctrico delantero, que son¨® con firmeza para el Barcelona el pasado verano, hab¨ªa empeorado sus registros en este ejercicio, acorde con el rendimiento del equipo. As¨ª, sumaba cinco goles en la temporada (dos en la fase de clasificaci¨®n para la Champions ante el Odense y tres en la Liga), pero se hab¨ªa asentado con la selecci¨®n italiana (tiene la doble nacionalidad) de Prandelli.
Hab¨ªa, sin embargo, algo que incomodaba a Rossi desde hac¨ªa tiempo, desde ese remate en San Mam¨¦s el 24 de septiembre que Nilmar recogi¨® para meter el gol. Ten¨ªa la rodilla izquierda, la otra, hecha trizas. "Una distensi¨®n de la capsula posterior", aclaran desde su entorno. Por eso, cuando acababa los partidos, siempre se pon¨ªa bolsas de hielo en la articulaci¨®n. Y frente al Manchester City se desliz¨® desde el club que estaba m¨¢s que tocado. Jugaba Rossi con molestias y ahora, sin embargo, se ha roto precisamente la otra rodilla, la derecha.
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