La Espa?a que apunta Rajoy: menos impuestos al capital y salarios a la baja
El programa del PP evita medidas impopulares, pero facilita que algunas empresas reduzcan sueldos - Reformar¨¢ el aborto pero no aclara c¨®mo
Una de las aficiones m¨¢s desconocidas de Mariano Rajoy es la de destrozar titulares de prensa. Los detesta. Los considera simplificadores. Y ¨¦l, que adora decir una cosa y la contraria en la misma frase -"la fortuna es de los audaces pero hombre precavido vale por dos", suelta sin inmutarse-, es enemigo declarado de las afirmaciones rotundas. Siempre intenta evitar un titular claro. Tal vez por eso, Rajoy le ha dado personalmente una ¨²ltima peinada al programa electoral, que estaba listo hace semanas, para quitar cualquier arista. Para matar titulares.
Y aun as¨ª, pese a ser voluntariamente un texto ambiguo, lleno de ideas sin rematar, sin ninguna medida impopular, pensado para no molestar a nadie, el avance del programa que dio a conocer ayer el PP marca claramente una l¨ªnea ideol¨®gica tradicional de este partido, una propuesta muy similar a la de 1996 -pese a la muy diferente situaci¨®n econ¨®mica, que nadie niega en el partido-: bajadas de impuestos importantes a peque?as empresas -cinco puntos menos en Sociedades-, a emprendedores, y, sobre todo, a lo que en el programa se define como "ahorradores", que aunque no queda claro en el texto parece orientado a bajar la presi¨®n sobre las rentas del capital.
Los populares quieren recuperar la deducci¨®n por compra de vivienda
Proponen rebajar el impuesto de sociedades y "modernizar" el IRPF
Los acuerdos de empresa tendr¨¢n prevalencia en cuestiones salariales
No habla de derogar la ley del aborto, a pesar de que Rajoy s¨ª lo hizo en abril
A pesar de que Rajoy dijo que no iba a tocar el IRPF en un primer momento, el PP plantea una "modernizaci¨®n" de este impuesto, el m¨¢s importante, y una deducci¨®n nueva "para el incremento anual del ahorro". Ah¨ª se incluye el dinero del ahorro destinado a la vivienda habitual -amortizar la hipoteca-, cuya fiscalidad mejorar¨ªa. El PP tambi¨¦n promete recuperar la deducci¨®n por compra de vivienda que el PSOE solo ha mantenido para los que ganen menos de 24.000 euros.
Nada dice lo presentado hasta ahora de lo que va a hacer con el IVA. Hay mucha presi¨®n de la UE para volver a subirlo -sigue siendo de los m¨¢s bajos- y en cualquier caso parece seguro que el PP, que hizo campa?a contra la ¨²ltima subida del 16% al 18%, no se plantea volver a bajarlo.
La bajada de impuestos a lo que el PP llama ahorro y que suele afectar sobre todo a rentas del capital -inversiones en Bolsa, plusval¨ªas- es la l¨ªnea que el PP ya apunt¨® en su reforma de 1997. En este texto, tambi¨¦n como entonces, se plantea mejorar la fiscalidad de los planes de pensiones. Es otra cuesti¨®n pensada para profesionales acomodados o clases medias desahogadas que invierten en planes de pensiones privados.
Hay otros muchos gestos de bajadas de impuestos, por ejemplo a familias numerosas, aunque ninguno de ellos con mucho detalle y por supuesto sin cuantificar cu¨¢nto dejar¨¢ de ingresar el Estado por estos conceptos.
Esta parte del programa contrasta claramente con los planteamientos del PSOE, y augura una campa?a en la que s¨ª puede haber cierto choque de modelos: el cl¨¢sico liberal del PP, con bajadas de impuestos y m¨¢s poder negociador para los empresarios, y el de Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, que ha tratado de dar un giro socialdem¨®crata y plantea varias subidas de impuestos al capital, a la banca y al patrimonio, para tratar de mantener los servicios sociales.
El PP no plantea ning¨²n recorte en sanidad o educaci¨®n ni nada por el estilo, pero tampoco habla de ning¨²n nuevo impuesto para recuperar una recaudaci¨®n que el propio Rajoy define como muy preocupante. No se atisba un impuesto a las grandes fortunas al estilo de la derecha francesa.
Los populares f¨ªan todo a una reactivaci¨®n de la econom¨ªa -que ning¨²n an¨¢lisis augura en breve- para recuperar los ingresos del Estado. Apenas hay detalles de recortes, a pesar de que el PP calcula ya que en 2012 tendr¨¢ que podar entre 30.000 y 35.000 millones para llegar al 4,4% de d¨¦ficit.
El programa apenas apunta esos recortes -habla de eliminar organismos sin cuantificar-, que sin duda ser¨¢n despu¨¦s el eje del debate pol¨ªtico. Es algo similar a lo que pas¨® en la campa?a de las auton¨®micas, y antes en las gallegas: los candidatos del PP promet¨ªan que bajar¨ªan impuestos y no har¨ªan recortes, y despu¨¦s de llegar al Gobierno descartaban las bajadas y hac¨ªan recortes culpando a la "herencia recibida".
Otro de los asuntos en los que hay un atisbo de concreci¨®n, aunque sin rematar, es el de la reforma laboral. No hay contrato ¨²nico, a pesar de que muchos en el PP lo ped¨ªan -Rajoy ha querido suavizar tambi¨¦n eso-, pero s¨ª se promete una "simplificaci¨®n" de los modelos de contrataci¨®n. Y, sobre todo, hay una reforma sobre la que hay poco debate pero que tiene una gran trascendencia: la de la negociaci¨®n colectiva. El PP no eliminar¨¢ los convenios sectoriales y provinciales, pero aclara: "Tendr¨¢n prevalencia en cuestiones salariales y condiciones del trabajo los convenios o acuerdos de empresa".
Esto, aunque no se explique as¨ª, da paso a una gran bajada de sueldos en varios sectores. En muchas empresas, sobre todo peque?as, el convenio sectorial funciona como un m¨ªnimo al que se puede aferrar el trabajador, sobre todo en el sueldo. Sin ¨¦l, al negociar con el empresario en ¨¦poca de crisis, la bajada es m¨¢s f¨¢cil.
En el PP y en la patronal insisten en que el sistema actual es tan inflexible que en 2010, en plena crisis, en Espa?a subieron los salarios. Los sindicatos discuten este c¨¢lculo. Lo cierto es que con el nuevo sistema la bajada ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil y generalizada. Los populares explican -en privado, negro sobre blanco no se pone nada- que solo as¨ª se ganar¨¢ competitividad porque no se puede devaluar la moneda, que es lo que se hac¨ªa cuando no hab¨ªa euro.
El programa est¨¢ lleno de propuestas, todas en positivo y, al menos en el avance difundido ayer, busca equilibrios en temas pol¨¦micos, en especial el aborto. Rajoy trata de satisfacer a su electorado m¨¢s conservador al anunciar una ley de protecci¨®n de la maternidad y un cambio en el aborto "para reforzar la protecci¨®n del derecho a la vida". Sin embargo, no habla ya de derogaci¨®n -s¨ª lo hac¨ªa en abril-, y no aclara c¨®mo ser¨¢ esa reforma. As¨ª trata de evitar el ataque del PSOE. Un juego de equilibrios muy propio de Rajoy y un nuevo intento por evitar esos titulares que tan poco le gustan. Presentado, adem¨¢s, a 20 d¨ªas de las elecciones y en un puente festivo, cuando tiene a¨²n menos repercusi¨®n.
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