La votaci¨®n aumenta el aislamiento de Obama en la crisis palestino-israel¨ª
La admisi¨®n de Palestina deja a EE UU en una situaci¨®n de retirada del organismo
La admisi¨®n de Palestina como miembro de la Unesco aumenta la presi¨®n sobre Estados Unidos para encontrar una soluci¨®n negociada del conflicto palestino-israel¨ª antes de tener que imponer su veto para impedir que Palestina se convierta tambi¨¦n en miembro de la ONU. El riesgo de un fracaso de Barack Obama, cada d¨ªa m¨¢s aislado en este asunto, parece inevitable.
Obama se reuni¨® ayer con el ex primer ministro brit¨¢nico Tony Blair, representante del Cuarteto que negocia el problema palestino, en el en¨¦simo intento de elaborar un plan para reanudar las conversaciones bilaterales. Pero Blair no goza ya de autoridad para impulsar una propuesta, al Cuarteto (EE UU, Rusia, Uni¨®n Europea y ONU) no le queda ox¨ªgeno para seguir actuando y ni el propio Obama demuestra la voluntad suficiente como para sacar algo adelante.
Washington aporta el 22% del presupuesto de la organizaci¨®n
La situaci¨®n, desde el punto de vista de la negociaci¨®n, es desalentadora
La situaci¨®n, desde el punto de vista de la negociaci¨®n, es desalentadora, y el voto de ayer en la Unesco es el recordatorio de que este conflicto se encamina hacia m¨¢s confrontaci¨®n y mayores dificultades. Todav¨ªa est¨¢ bajo estudio de un comit¨¦ del Consejo de Seguridad de la ONU la solicitud presentada por Palestina el pasado 23 de septiembre para ser admitida como miembro de pleno derecho de esa organizaci¨®n. La votaci¨®n final est¨¢ congelada a la espera de una mejor alternativa, pero probablemente tendr¨¢ lugar este noviembre, con lo que la pol¨¦mica generada sobre el voto de la Unesco puede ser un modesto aperitivo de la tormenta que se puede generar por la decisi¨®n del Consejo de Seguridad.
Una ley aprobada en los a?os noventa obliga a la Administraci¨®n norteamericana a suspender su contribuci¨®n econ¨®mica a cualquier organismo de la ONU que admita a Palestina. EE UU aporta el 22% del presupuesto de la Unesco, lo que representa actualmente unos 70 millones de d¨®lares. Aunque Obama intente retrasar la suspensi¨®n de las contribuciones con determinadas maniobras, es casi imposible que el Congreso, en su conformaci¨®n actual, le facilite cualquier opci¨®n que no sea el pleno cumplimiento de la ley.
EE UU quedar¨¢, por tanto, en una situaci¨®n de retirada de hecho de ese organismo, del que ya estuvo ausente desde que Ronald Reagan lo decidi¨® por las sospechas de que estaba demasiado escorado hacia los enemigos de EE UU. George Bush se reincorpor¨® despu¨¦s de los atentados del 11 de septiembre, pero en la actualidad la mayor¨ªa dominante en el Partido Republicano es contraria a la participaci¨®n en el sistema de Naciones Unidas.
Con todo, ese no es el aspecto m¨¢s grave de la votaci¨®n sobre la admisi¨®n de Palestina. Lo m¨¢s grave es que se produce en un momento en que la Casa Blanca carece de una estrategia viable para evitar la profundizaci¨®n del conflicto. Obama est¨¢ hoy bajo sospecha de las autoridades palestinas, por negarse a respaldar su iniciativa de reconocimiento internacional, y tambi¨¦n bajo sospecha del Gobierno de Israel, por haber defendido la creaci¨®n de un Estado palestino en las fronteras de 1967. Su capacidad de maniobra es m¨ªnima.
A eso se suma la presi¨®n dom¨¦stica de un Congreso que, en el caso de que se llegue a votar en el Consejo de Seguridad, va a demandar medidas de represalia contra la ONU y contra los palestinos, incluida la suspensi¨®n de las aportaciones que se hacen a la organizaci¨®n internacional y de las ayudas que se entregan a la Autoridad Palestina.
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