Castefa
Saludos desde Castelldefels, municipio trade mark Partido Popular que, pese a ello, ve llenarse poco a poco su polideportivo con fauna PP. En la puerta, unos chicos de CGT gritan consignas del 15-M. Alg¨²n militante mediopelo reclama la uni¨®n de todos los dem¨®cratas para tocarles la cara. La poli municipal lo impide. Polideportivo, descripci¨®n, muchas banderas del PP y de Catalu?a, facilitadas por la organizaci¨®n, y algunas banderas espa?olas (ref. 34/r, o sin gallina), que la parroquia ha tra¨ªdo debajo del sobaco y con la que costumizan la bandera de serie. Mucho t¨ªo solo con el pelo blanco de los pobres, diferente del pelo blanco de los ricos. Muchas se?oras de edad avanzada, entre las que brillan dos tipos: a) se?ora reci¨¦n salida de la pelu -hay dos que a¨²n llevan las manos de la peluquera en el cabello- y b) un nuevo tipo de se?ora que jam¨¢s hab¨ªa codificado: la se?ora que, por unos mecanismos extra?os, se parece a Rajoy.
Rajoy habla del emprendedor catal¨¢n, hasta ahora solo avistado por CiU
Rajoy se retrasa, tanto que el DJ se vuelve majara y nos pone un tema house/canci¨®n regional de Castefa. Y Rajoy que no viene. Suena por fin el himno del partido. La parroquia agita banderita. Pero nada. Cuando las se?oras ya tienen la sangre del brazo por debajo de la cintura, aparece Rajoy. Paroxismo, estupor, temblores, etc¨¦tera. Se inicia el mitin en el que los teloneros vierten un optimismo generalizado y, ciertamente, comprensible despu¨¦s de haber ganado al Olympique de Lyon. Desaparece el tema ETA, aquel llenapistas. Hasta que no encuentren otro -lector, le deseo que no sea usted-, se va sacando cuando se puede lo de las embajadas catalanas. Se proyecta un v¨ªdeo que hace llorar a la se?ora sin ESO y con hijo parado que todos llevamos dentro. Y, tach¨¢n-tach¨¢n, habla Rajoy. Habla del emprendedor catal¨¢n -ese animal m¨ªtico-, que hasta ahora solo hab¨ªa sido avistado por CiU. Emite esa explosi¨®n ling¨¹¨ªstica de la segunda legislatura de Aznar, propia de la nueva derecha. Un lenguaje democr¨¢tico, el¨¦ctrico, progresista, con silogismos sorprendentes -"merecemos un Gobierno que diga la verdad", dice, con un par-. Un lenguaje cada vez m¨¢s cercano al de la ulterior CiU y que posibilitar¨¢ que, tras el 20-N, los tres poderes del Estado sean del mismo pack. Glups. Que se cumpla la ley a rajatabla, que se produzca non stop la uni¨®n de todos los dem¨®cratas, la movilizaci¨®n diaria y absoluta contra los malos. Y se cree riqueza. La tendencia en creaci¨®n de riqueza en Catalu?a, y en Espa?a -despu¨¦s del 20-N-, consiste en vender el Estado. La pol¨ªtica volver¨¢ a ser tan crispada, que no nos daremos cuenta de la venta.
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