Los reyes del anacoluto

?Se?or, se?or! ?Lo que hay que sufrir para atrapar una butifarra! Unas 2.000 personas (un tercio menos que las que convoc¨® sin premio Felipe Gonz¨¢lez) se reunieron ayer para, supuestamente, escuchar al candidato del PP en Barcelona, Jorge Fern¨¢ndez. Estaba arropado por el alcalde de la ciudad, Xavier Garc¨ªa Albiol; la presidenta del partido en Catalu?a, Alicia S¨¢nchez-Camacho, y la secretaria general y presidenta de Castilla-La Mancha, Mar¨ªa Dolores de Cospedal, tambi¨¦n conocida por Manostijeras por su tendencia a cortar y recortar.

El acto fue muy curioso. Aunque se trataba de pedir el voto, el candidato fue quien menos intervino. Y eso que gan¨® quien lo escuchara. Porque Fern¨¢ndez y Garc¨ªa Albiol son los reyes del anacoluto. Empiezan una frase y antes de llegar al verbo ya se han ido a la siguiente, dej¨¢ndola inconclusa. El alcalde, adem¨¢s, est¨¢ re?ido con la sintaxis, hasta el punto de confundir un "haya", del verbo haber, con un "halla", del hallar.

Lo de Fern¨¢ndez es distinto. Est¨¢ claro que no es un orador, aunque sea parlamentario. Pero tiene voluntad ret¨®rica. Tiende a imitar el estilo de Gim¨¦nez Caballero aunque no pasa del de Jim¨¦nez Losantos. Empez¨® con un ripio ("Qu¨¦ bonita es Badalona, cuando hace llueve y hace sol y m¨¢s ahora que gobierna Garc¨ªa Albiol") y termin¨® en cuanto pudo. A su lado, Alicia es una Castelar. De los cuatro oradores (es un decir) que ayer usaron la palabra, es la ¨²nica que aprobar¨ªa un examen de lengua. Eso s¨ª, tiene poco que decir y tiende a la repetici¨®n.

Cospedal habl¨® de los cuatro jinetes del Apocalipsis: la ruina, la mentira, la quiebra y el paro. O sea, lo mismo que dice en su comunidad, pero ampliado: lo que haya que recortar ser¨¢ culpa de los de antes.

Siendo S¨¢nchez-Camacho la que mejor habl¨®, fue la menos escuchada, de modo que se perdi¨® en el aire su elogio a Montilla. En ese momento alguien se puso a repartir banderas y la gente quiere de todo: butifarras, banderas, lo que sea. Hubo quien acudi¨® hasta con fiambrera. No se sabe si pensando en que igual no le llegaba la comida a repartir o confiando en guardar las sobras. El instante culminante, cuando los aplausos fueron m¨¢s cerrados, duraderos y entusiastas fue, con todo, mientras hablaba el candidato. (Para quien no lo recuerde: Jorge Fern¨¢ndez". Dijo: "Y no pens¨¦is". Y aquello fue Troya. Todos batiendo palmas con fervor).