Cultura bici
Dar pedales ya no es solo un deporte o un medio de transporte. Es una manera de vivir la ciudad. Activistas, empresarios, artesanos y colectivos reivindican desde el sill¨ªn una urbe m¨¢s amable
Llueve en Madrid. Una rareza que se produce en la capital apenas 63 d¨ªas de media al a?o. A pesar de ello, Miguel Domingo va en bici. Est¨¢ acostumbrado. Lleva 15 a?os de bicimensajero en Tr¨¦bol. "La bicicleta antes era marginal. Ahora, solo minoritaria", ironiza. A los tres millones de ciclistas urbanos espa?oles, Madrid aporta unos 50.000; el 0,6% de los viajes que se realizan a diario en la urbe. Y aunque parece que las bicis van a contramano en la capital, desde hace una d¨¦cada su uso no para de crecer.
En los ¨²ltimos a?os incluso se est¨¢ viviendo una peque?a explosi¨®n. "El cambio se nota en la calle; un d¨ªa cualquiera te puedes cruzar con bastante gente en bici. Hace unos a?os si ve¨ªas a alguien, le conoc¨ªas", cuenta Gianni Rondinella, urbanista y doctorando de la Universidad Polit¨¦cnica.
"Nada m¨¢s sentarte en el sill¨ªn, empiezas a hacer activismo". Lo dice Laura Peseta, ciclista urbana y artista. Cada vez m¨¢s madrile?os se convierten a la bici, lo que conlleva una forma de vivir la ciudad. Este mi¨¦rcoles tomar¨¢n Matadero
Con ese apogeo, emerge una subcultura de la bicicleta. Su cara m¨¢s visible: la Bicicr¨ªtica, un movimiento ciudadano que, el ¨²ltimo jueves del mes, llena la ciudad de veloc¨ªpedos. Pero tambi¨¦n implica a asociaciones, tiendas, bares o artesanos de los manillares. El pr¨®ximo mi¨¦rcoles todos se van a reunir en Matadero. El centro creativo celebra el festival Con b de bici, dentro de la exposici¨®n Lo normal es muy raro. Diez semanas (hasta el 27 de noviembre) dedicadas a las dos ruedas. En la cita va a haber debates, talleres de reparaci¨®n, partido de bike-polo, muestra de fotos, cine o conciertos. Quieren transmitir la idea de que la bici urbana es mucho m¨¢s que dar pedales. Es una forma de vida.
"La primera barrera que hay que superar es mental y social", explica I?aki D¨ªaz de Etura. Tiene 42 a?os y es portavoz de la asociaci¨®n Pedalibre. La decana agrupaci¨®n se fund¨® a mediados de los ochenta para fomentar la vertiente recreativa de los recorridos en bicicleta. Ahora, la movilidad es uno de sus ejes estrat¨¦gicos. Si el ciclismo es un deporte, el biciclismo o ciclismo urbano es la osad¨ªa de recorrer a pedales urbes con millones de habitantes. En Madrid, como en ?msterdam, Berl¨ªn, Nueva York o Londres, tambi¨¦n se puede. "El interior de la M-30 tiene un di¨¢metro de unos siete kil¨®metros, una distancia perfecta para la bici", explica Rondinella, que desarrolla su trabajo en el Centro de investigaci¨®n del transporte- TRANSyT.
Manillares contagiosos
Como hay tormenta, no se ve la boina de Madrid. Normalmente, las emisiones de los m¨¢s de tres millones de coches que circulan por la capital la cubren. "El coche nos ha arrollado", se queja Rondinella, que considera que los pedales tienen un gran potencial y podr¨ªan alcanzar el 30% de los viajes diarios. Su investigaci¨®n se centra en la influencia de los veloc¨ªpedos en la ciudad. "Las bicicletas producen un efecto llamada importante. Hay que verlas para querer usarlas". Las dos ruedas son contagiosas por eso. El investigador considera que la instauraci¨®n de un sistema p¨²blico de alquiler es muy positivo para provocar un cambio en la movilidad.
My bici, la propuesta de bici p¨²blica del Ayuntamiento, empezaba a funcionar en marzo de este a?o. La crisis hizo que desaparecieran los cinco millones de euros destinados a la primera fase del proyecto. Los recortes llegaron al Plan Director Ciclista y a la Fundaci¨®n Movilidad, que se ha transformado en la Oficina de Movilidad Sostenible. "Las pol¨ªticas han sido, como m¨ªnimo, err¨¢ticas", opina Luis ?lvarez, due?o de la tienda By Bike y vicepresidente de Probici, la asociaci¨®n de empresarios del pedal. "Por un lado da la impresi¨®n de que ven en las dos ruedas una opci¨®n; por otro, que no les interesa lo m¨¢s m¨ªnimo", agrega. Cuando ¨¦l abri¨® su tienda, hace seis a?os, en la capital no se hablaba de carriles bici. Ahora hay 265 kil¨®metros de v¨ªas; 110 corresponden al anillo verde ciclista, de uso meramente l¨²dico, y el Consistorio acaba de anunciar la construcci¨®n del carril Alcal¨¢-Mayor. Por otro lado, se hizo un cambio en la ordenanza de movilidad para dotar de m¨¢s voz a las bicis. A los usuarios les parece poco.
"Es m¨¢s importante el respeto y la educaci¨®n que la infraestructura. Hay que crear una cultura de la bicicleta", sostiene Andr¨¦s Arregui, que une negocio de las dos ruedas con arte. Hace tres a?os empez¨® a ensamblar acero, el material con el que prefiere trabajar porque "es m¨¢s resistente que el carbono o el aluminio". Trabajaba en un taller semiescondido en la calle Noviciado. En marzo abri¨® Cyclos Noviciados donde elabora bicis "a medida", que pueden rondar los 1.000 euros. "Podemos montar una entera o rehacerla con restos", cuenta con el soplete en la mano. Cada mes toca unas 40 o 50 bicicletas. La que tiene en el foso la trajo un chico. Era de su abuelo. "Ten¨ªa el cuadro desde hace a?os y nos pidi¨® que lo prepar¨¢semos para que volviera a rodar. Le hac¨ªa ilusi¨®n. La bici tiene un componente emocional fuerte", a?ade.
Guerra al 'cochecentrismo'
El v¨ªnculo entre la bici y su due?o es especial. "Nada m¨¢s sentarte en el sill¨ªn, empiezas a hacer activismo", sentencia Laura Mart¨ªnez del Pozo. Es ciclista urbana y mujer. Una minor¨ªa, ya que el 63,6% de los que pedalean en Espa?a son hombres, seg¨²n el bar¨®metro de la bicicleta de 2011. A Laura la conocen como Peseta por la firma que estampa en los dise?os que realiza en su taller. En los bolsos, monederos o carteras que cuelgan, las dos ruedas son recurrentes. "La bicicleta es est¨¦tica por naturaleza, por eso la uso como inspiraci¨®n", cuenta entre las telas. El a?o pasado dise?¨® una gorra ciclista para Marc Jacobs y acab¨® expuesta en el New Museum de Nueva York. "Cuando montas en bici reivindicas otra manera de moverte", explica. "El simple hecho de hacerlo te hace sentir parte de una tribu urbana".
La banda de las dos ruedas es muy heterog¨¦nea. Todos viven la ciudad, y piensan en ella, desde el sill¨ªn. Pero est¨¢ compuesta por ciclistas de toda la vida, fixeros (que pedalean con pi?¨®n fijo), okupas reivindicativos, t¨ªos elegantes o chicas con tacones. Ainara Murillo pertenece a este ¨²ltimo grupo. Trabaja en Viernes, una empresa de comunicaci¨®n responsable de la que ha surgido el colectivo Biernes, dedicado a fomentar los pedales. "Durante a?os la ciudad se ha volcado en las cuatro ruedas. Nuestro urbanismo es cochecentrista. Proponemos ideas para que las bicis recuperen espacio y creamos excusas para que la gente las use". La base de su trabajo es unir bici con cultura. El a?o pasado, durante la Noche en Blanco, dise?aron una exposici¨®n para disfrutar a dos ruedas. Tambi¨¦n son responsables del programa de actividades ciclistas en Matadero.
La base de The Wall se sintetiza en cervezas y bicicletas. En el bar permiten la entrada de veloc¨ªpedos y los tres socios-fundadores pedalean. "No tiene sentido que usemos una m¨¢quina de 1.000 kilos para transportar 70; la bicicleta ofrece una opci¨®n m¨¢s eficiente", dice Rodrigo Taramona, uno de ellos. Su local, en pleno Malasa?a, est¨¢ de moda; las bicis de la puerta, tambi¨¦n. "Puede que haya gente que busque lucirla por el barrio. Creo que hasta eso est¨¢ bien: necesitamos todo el apoyo posible para visibilizarnos", concluye. Est¨¢ mojado. A pesar de que es uno de los pocos d¨ªas que llueve en Madrid, ¨¦l ha venido en bici.
Con b de Bici
Un festival dedicado a la cultura de la bici ocupar¨¢ Matadero el pr¨®ximo mi¨¦rcoles:
- Conciertos para ni?os de Russian Red, Margarita y La Bien Querida. A las 12.00. - Torneo de bike-polo y exhibiciones de BMX (acrobacias). A las 11.00.
- Exposici¨®n y Mercadillo de complementos, libros y arte. - Bicicine+Debate. Se proyectar¨¢ el documental Cambio de sentido, que habla sobre la adicci¨®n al coche. 17.00.
- Mesas redondas sobre movilidad. 18.30. -
- Concierto de Remate y sesiones de DJ a partir de las 19.00.
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