La crisis abre una hemorragia en la cultura

La hemorragia es constante y aparentemente imparable. El paciente, las infraestructuras culturales espa?olas, pierde sangre. Mucha. No pasa el d¨ªa en que no cierre un festival de cine o de teatro, en que una cita anual que dinamizaba tal o cual ciudad de mediano formato se vea obligada a hacerse bienal o en que un ex gran centro anuncie la paralizaci¨®n temporal de sus actividades para ingresar en un estado de hibernaci¨®n program¨¢tica con la esperanza de que el invierno de la crisis deje paso a la primavera del contento de una dichosa vez.

M¨¢s all¨¢ de los empresarios culturales privados que tiran la toalla, tanto recorte se debe obviamente a las exang¨¹es arcas p¨²blicas, sobre todo, las de las comunidades aut¨®nomas. En cuanto a las infraestructuras que dependen del Ministerio de Cultura, se esperan nuevos recortes tras las elecciones, cuando vuelvan a rebajarse los presupuestos. Los ¨²ltimos afectaron a todos, en porcentajes de tijeretazo que van desde el sufrido por el ICAA (11,7%) al del Museo del Prado (7,7%).

La 'tijera' aparece sobre todo en las comunidades aut¨®nomas

Varias citas anuales se convierten en bienales para sobrevivir

En lo regional, la Comunidad valenciana ha devenido estos meses en paradigma de la situaci¨®n. El viernes se anunci¨® que el MTV Winter, cita valenciana con el rock internacional, no se volver¨¢ a celebrar en el fara¨®nico entorno de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, s¨ªmbolo de los a?os de vacas gordas. Y, lo que es m¨¢s importante, tampoco recibir¨¢ el mill¨®n de euros que anualmente, desde hace cuatro, llegaba de la Generalitat. Y llueve sobre mojado. La m¨¢s sonada de las v¨ªctimas de los recortes en la ciudad es hasta la fecha la Mostra de Valencia, festival de cine con tres d¨¦cadas de historia. El Ayuntamiento, gobernado por Rita Barber¨¢ (PP), se ahorrar¨¢ 1,7 millones de euros. Tambi¨¦n, los 600.000 que aportaba al certamen de teatro alternativo Val¨¨ncia Escena Oberta (VEO), que en 2012 hubiera alcanzado su d¨¦cima edici¨®n.

Como v¨ªa intermedia a la desaparici¨®n empieza a imponerse el modelo adoptado por el Festival Punto de Vista de Pamplona, dedicado desde hace ocho a?os, y con un presupuesto de 300.000 euros, a rastrear documentales internacionales. En vista de los recortes del Gobierno de Navarra, ha mutado en cita bienal. Tambi¨¦n lo ha hecho el festival Actual de Logro?o: la tradicional primera cita musical del a?o seguir¨¢ siendo el certamen m¨¢s tempranero, pero cada dos eneros. Otro ciclo se?ero en peligro es La Mar de M¨²sicas en Cartagena (Murcia). Ha dejado de percibir dinero de la comunidad, que aportaba 150.000 euros. En su pr¨®xima edici¨®n, dedicada en julio a los pa¨ªses n¨®rdicos, reducir¨¢ su programaci¨®n de tres a una semana. Por su parte, la Junta de Andaluc¨ªa (PSOE) retir¨® el viernes su subvenci¨®n al Festival de M¨¢laga de Cine y al de Cine Europeo de Sevilla.

Los trabajadores de la cultura reaccionan con l¨®gica resignaci¨®n ante noticias como la de que el Auditorio de Murcia no programar¨¢ m¨¢s ¨®pera o, sin salir de la comunidad, que Mudanzas, festival de danza contempor¨¢nea, echa el cierre. Nadie olvida que ante un drama de cinco millones de parados una exposici¨®n de arte conceptual no puede ser ni remotamente una prioridad.

De ah¨ª que la despedida de la galerista Soledad Lorenzo el pasado jueves en la Real F¨¢brica de Tapices de Madrid, sirviese adem¨¢s de homenaje a la marchante, de pla?idero intercambio de desgracias, as¨ª como de reconocimiento colectivo de que el gremio se halla a¨²n pagando ("?qui¨¦n sabe durante cu¨¢nto tiempo?", se o¨ªa seguido de un encogimiento de hombros) los errores de un pasado lleno de caprichos y extravagancias. Una d¨¦cada de florecimiento de infraestructuras culturales fuera de escala.

Muchos de esos centros, hijos de una expansi¨®n econ¨®mica en la que el arte contempor¨¢neo pareci¨® s¨²bitamente un art¨ªculo de primera necesidad, languidecen ahora con escasa programaci¨®n, como bellos continentes con el contenido que son capaces de proveer sus gestores con un 50 o 60% de presupuesto menos que hace cuatro a?os . ?Ejemplos? El Centro Galego de Arte Contempor¨¢neo, el extreme?o MEIAC, el Centro Andaluz de Arte Contempor¨¢neo, la Laboral de Gij¨®n o el Musac. El centro leon¨¦s abander¨® con su silueta colorida aquella tendencia y, pese a mantener una programaci¨®n interesante, ha perdido mucha frecuencia expositiva, en parte por un sostenido desinter¨¦s pol¨ªtico.

En vista de esto, muchas voces del sector se alzan para exigir que en Espa?a se cree un registro centralizado para controlar, como en Francia, la naturaleza y conveniencia de cada museo, no vaya a ser que Villarriba y Villabajo coincidan, ay, al programar la misma semana un festival de performace.

Jos¨¦ Guirao, exdirector del Reina Sof¨ªa y responsable de La Casa Encendida, dependiente de la obra social de Caja Madrid, considera, con todo, que los responsables de estos museos est¨¢n dando un ejemplo de "gesti¨®n madura de la crisis". "Mantienen la calidad de las propuestas, aunque sean menos, y siguen cuidando aspectos acad¨¦micamente interesantes como el cat¨¢logo de la exposici¨®n". La directora general de Bellas Artes, ?ngeles Albert, reconoc¨ªa esta semana en el Museo de Artes Decorativas que "continuar¨¢n los ajustes". Y que las claves pasan por ampliar el tiempo de exposici¨®n de las muestras y por aumentar las coproducciones.

Al Gobierno entrante le quedar¨¢ adem¨¢s una asignatura pendiente, la tan anhelada ley de mecenazgo, que podr¨ªa contribuir a animar a los inversores privados a aliviar esta situaci¨®n. El Prado, por ejemplo, ya suele beneficiarse de dinero de fundaciones como la del BBVA. "Es evidente que hay que caminar hacia un modelo de financiaci¨®n p¨²blico-privada", opinaba esta semana Milagros del Corral, que abandon¨® en mayo de 2010 su puesto como directora de la Biblioteca Nacional por los recortes de una instituci¨®n que estos d¨ªas anda celebrando su tricentenario con un presupuesto (1,165 millones de euros) cuya aplicaci¨®n defini¨® su directora actual Gl¨°ria P¨¦rez-Salmer¨®n como "imaginativa". Y s¨ª, quiz¨¢ sea esa, la imaginaci¨®n que esconde el mismo hecho art¨ªstico, la ¨²nica aportaci¨®n de valor en la que se puede confiar en esta Espa?a del a?o tres despu¨¦s de la debacle financiera.

Reportaje elaborado con informaci¨®n de Andr¨¦s Garc¨ªa de la Riva, Roc¨ªo Garc¨ªa y Federico Sim¨®n.