Ira, desd¨¦n y sensaci¨®n de impotencia

Nikos Georgas deb¨ªa ser el ¨²nico griego en Atenas que ayer cre¨ªa que en su pa¨ªs no hay batalla pol¨ªtica alguna. Detr¨¢s del mostrador de su negocio -una tienda de joyas, bisuter¨ªa, objetos religiosos y alg¨²n que otro adorno imposible- da su versi¨®n de lo que pasa. "Solo se pelean de cara a la galer¨ªa, a puerta cerrada est¨¢n de acuerdo en todo, o al menos en lo importante: hacerse ricos", clama este tipo robusto, de 58 a?os, para quien Nueva Democracia, el partido de centro derecha, el socialista Pasok y el Partido Comunista "son lo mismo". "En los ¨²ltimos a?os se han forrado, tienen mucho en com¨²n, y el problema es que nadie ha sido castigado", dice cargado de iron¨ªa amarga.

En el laberinto de calles de la Plaka, el sol cae a plomo y los turistas se mezclan con los atenienses. La diferencia entre unos y otros es que los segundos se encontraban ayer en una suerte de limbo sin Gobierno, atrapados entre sensaciones de impotencia ante el dram¨¢tico desarrollo de los acontecimentos, frustraci¨®n y rabia hacia la clase pol¨ªtica. Los partidos griegos intentaban sin mucho ¨¦xito llegar a un acuerdo para formar una coalici¨®n que apruebe el rescate financiero del pa¨ªs y evite la bancarrota. La del Estado, como la que sufri¨® Argentina hace 10 a?os, porque las quiebras personales ya han proliferado.

"Nuestros pol¨ªticos se han forrado", opina Nikos, due?o de una tienda

"La gente ve que el origen del problema est¨¢ en los l¨ªderes", escribe un analista

Grecia tiene un 16% de paro, menos que Espa?a, que va ya por el 21%, pero su econom¨ªa no sale del coma. Es m¨¢s, empeora: lleva en recesi¨®n desde 2009, para este a?o el Gobierno calcula un derrumbe del 5% y en 2012 otro del 2%. Y en la caja fuerte apenas quedan recursos, con lo que, si no recibe pronto la inyecci¨®n de 8.000 millones de euros -el sexto tramo del primer rescate financiero pactado por Bruselas y el Fondo Monetario Internacional (FMI)-, entra en barrena y sale del euro.

Carga en los hombros con un nivel descomunal de deuda p¨²blica (supone casi el 170% de su PIB) y la resaca de una etapa dorada con la burbuja de los Juegos Ol¨ªmpicos mediante y una subida desbocada del ladrillo.

"El dinero estaba barato y la gente se compraba casas y cosas de fuera, pero al mismo tiempo aqu¨ª no produc¨ªamos nada", se lamentaba estos d¨ªas un sindicalista de la funci¨®n p¨²blica.

La crisis est¨¢ poniendo a prueba las costuras de los griegos. Atenas ha aplicado recortes de pensiones, subidas de impuestos y rebaja de salarios de los funcionarios para intentar frenar el d¨¦ficit p¨²blico, que este a?o puede quedar en el 8,5%, y pagar las deudas. Los sindicatos helenos han convocado ya cinco huelgas generales.

John Papageorgiou, un joven funcionario del Ayuntamiento de Atenas, dice que el Gobierno ha reducido su sueldo en m¨¢s de un 30%.

"Lo que yo no s¨¦ es qu¨¦ quieren los pol¨ªticos. No lo entiendo", se desespera. "Pero este es un gran pa¨ªs, hemos superado cosas mucho peores que estas, guerras, dictaduras, desastres... Yo soy optimista, esto no puede ser tan duro".

Los griegos llevan dos a?os en el ojo del hurac¨¢n. Pero algo ha cambiado, el foco de la culpa ha viajado ahora a la clase pol¨ªtica.

Lo defin¨ªa muy bien Nick Malkoutzis hoy en el diario griego Ekathimerini: "Hasta hace poco, la gente en el extranjero culpaba de la crisis a los griegos vagos, los griegos corruptos, que no pagaban impuestos y se jubilaban a los 50 a?os". Pero ahora, prosigue, "la gente ha visto que el origen del problema est¨¢ en quienes toman esas decisiones".

Seg¨²n sondeo publicado por el diario Proto Thema, el 52% de los griegos reclama a los partidos que conformen un Gobierno de unidad nacional, mientras un 36% quiere elecciones anticipadas.

Si fuera por Artemis Maria, una treinta?era en paro que callejea cerca de la iglesia, Grecia se dejar¨ªa caer y retrasar¨ªa el reloj a 2001.

"Yo volver¨ªa a la dracma, ser¨ªa malo durante un a?o, pero luego tirar¨ªamos adelante", sostiene, en contra de la opini¨®n m¨¢s general. Dise?adora gr¨¢fica, su empresa se qued¨® sin dinero para pagarle hace seis y meses. "Y la gente ahora solo tiene trabajos de 700 u 800 euros. ?Qu¨¦ facturas se pagan con eso?".