Un margen estrecho para huir de la recesi¨®n
Bajar el d¨¦ficit al 3% en cuatro a?os pone en riesgo la recuperaci¨®n, pero incumplirlo ser¨ªa muy penalizado en el mercado - No cabe animar la econom¨ªa con gasto; en todo caso, ralentizar algo el ajuste
Lecciones griegas: en mayo de 2010 Atenas se desespera. La econom¨ªa se hunde. Los intereses de los bonos est¨¢n disparados. Despu¨¦s de tres meses, los socios de la zona euro y el FMI le lanzan un salvavidas de 110.000 millones. A cambio, Grecia tiene que someterse a una severa cura de austeridad. Empieza por ajustes de 30.000 millones (11 puntos del PIB). Es el primer paso para rebajar el d¨¦ficit p¨²blico del 15% del PIB en 2009 al 3% en cuatro a?os. Lo siguiente son privatizaciones y reformas. Bastar¨¢n, dice el discurso oficial. Error. La austeridad ahoga a Grecia. La econom¨ªa caer¨¢ este a?o m¨¢s que el anterior. La recesi¨®n y sus consecuencias (paro, d¨¦ficit) seguir¨¢n en 2012. Hasta la troika acreedora (el FMI, Banco Central Europeo y Bruselas) que impuso el tratamiento admite que los efectos secundarios han agravado al enfermo.
"Es mejor aguantar m¨¢s paro que ir a un rescate", opina un catedr¨¢tico
"Los compromisos son herramientas, no dogmas", replica otro experto
Espa?a estudia estas lecciones con atenci¨®n. El d¨¦ficit toc¨® techo en 2009 (11,1%) y tiene cuatro a?os para reducirlo hasta el 3%, unos 80.000 millones si la econom¨ªa fuera una foto fija. Una rebaja dr¨¢stica, que llega cuando se cierne la amenaza de otra recesi¨®n y la medicina de austeridad la alimenta; sangr¨ªas que agravan la enfermedad del paciente, parafraseando al Nobel Paul Krugman. Pero los mercados, que un d¨ªa temen la falta de rigor en el gasto p¨²blico y al siguiente el estancamiento econ¨®mico, aprietan.
Entre estos dos fuegos, el Gobierno que salga de las urnas tendr¨¢ pocas alternativas. Bruselas ha marcado la senda. "Espa?a no tiene ning¨²n margen en pol¨ªtica fiscal, salvo que hubiera una modificaci¨®n en los criterios del Eurogrupo ampliando el plazo para alcanzar el 3% de d¨¦ficit en 2012", explica Miguel ?ngel Garc¨ªa, jefe del gabinete econ¨®mico de CC OO, poco partidario de recortes fiscales. "La ampliaci¨®n temporal limitar¨ªa el da?o a corto plazo", contin¨²a.
Jes¨²s Fern¨¢ndez-Villaverde, catedr¨¢tico de la Universidad de Pensilvania, duda incluso de que despu¨¦s del tormentoso verano en los mercados, a lo que se suman estos d¨ªas los ¨²ltimos cap¨ªtulos de Grecia y de Italia, haya posibilidad de ganar tiempo para la consolidaci¨®n fiscal. Sabe cu¨¢l ser¨ªa la consecuencia: m¨¢s paro. Sin embargo, cree que es mejor opci¨®n que ir a un rescate financiero.
Pero el candidato socialista, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, se agarr¨® a este clavo el lunes en el debate con el popular Mariano Rajoy. "Yo ser¨ªa partidario de pedir a Europa que retrase dos a?os el ajuste". Rajoy defendi¨® la austeridad, sin m¨¢s. Ayer terci¨® la vicepresidenta Elena Salgado. "No me da ninguna impresi¨®n de que haya ninguna intenci¨®n de cambiar la senda establecida", zanj¨®.
"No hay margen". Es la respuesta de la academia econ¨®mica cuando se le pregunta si Espa?a puede reanimar la econom¨ªa con est¨ªmulos fiscales. Se trata de margen para m¨¢s gasto, aclaran la mayor parte de los economistas consultados. Aunque s¨ª que ven una estrecha alternativa. ?Cu¨¢l? Que Bruselas abra la mano y permita reducir los n¨²meros rojos poco a poco, en un plazo de tiempo mayor. ?Dos, tres a?os m¨¢s? No hay m¨¢s precisi¨®n, pero s¨ª se apunta que ser¨ªa un alivio.
En 2008, cuando lleg¨® la recesi¨®n, los Gobiernos tiraron del gasto para huir de la depresi¨®n. Reflotaron la econom¨ªa -y salvaron a la banca- a base de deuda y d¨¦ficit. EE UU gast¨® 1,5 billones de d¨®lares (m¨¢s de un bill¨®n de euros). El d¨¦ficit alem¨¢n super¨® el 3%. En Espa?a, la deuda p¨²blica sumar¨¢ a final de a?o el 67% del PIB, 30 puntos m¨¢s que en 2008.
Aquel esfuerzo ha dejado casi sin armas a los Gobiernos. Eso es lo que sucede en el caso espa?ol y en el de otros pa¨ªses del euro, Grecia, Portugal, Italia e Irlanda. No en Alemania, China o Estados Unidos, como admit¨ªa el G-20 la semana pasada. Un cambio en la pol¨ªtica monetaria del BCE -compra de bonos m¨¢s agresiva- cambiar¨ªa el escenario, pero eso, de momento, parece lejano. Las exigencias de Bruselas, la deuda acumulada, las magras perspectivas de crecimiento y la sempiterna tormenta en los mercados han achicado espacio para el ganador del 20 de noviembre. "Dados los compromisos no se puede aumentar el gasto, ni lo recomiendo", aconseja Anton Costas, catedr¨¢tico de Pol¨ªtica Econ¨®mica de la Universidad de Barcelona.
La alternativa, pues, consiste en ganar tiempo. "Europa tiene que ampliar los plazos para cumplir el d¨¦ficit". Es el estrecho margen que se?ala Jos¨¦ Carlos D¨ªez, economista jefe de Intermoney. La misma opci¨®n ve Carlos Mulas, de la Fundaci¨®n Ideas, el think tank del PSOE: "No ser¨ªa extra?o que se pospusiera este compromiso. Esto es una herramienta pol¨ªtica. No es ning¨²n dogma".
"Es absurdo que se establezca un periodo tan corto. No tiene ninguna justificaci¨®n. EE UU no podr¨ªa haber sido aceptado en la UE puesto que su d¨¦ficit promedio en los ¨²ltimos 30 a?os ha sido un 6% del PIB", ataca Vicen? Navarro, catedr¨¢tico de Pol¨ªticas P¨²blicas de la Universitat Pompeu Fabra. Es el ¨²nico de los ocho consultados para este reportaje que s¨ª ve margen para ampliar gasto. "Este debate es profundamente pol¨ªtico".
Lo que sucede es que esta discusi¨®n -pol¨ªtica e ideol¨®gica- en Europa ya la ha cerrado Berl¨ªn por la v¨ªa de la austeridad r¨¢pida. Poco efecto han surtido, por el momento, las advertencias del FMI o la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo de que hay que ser m¨¢s cuidadosos con las dosis excesivas de ahorro p¨²blico, conscientes ambos organismos de las contraindicaciones de esta medicina: m¨¢s paro y contracci¨®n.
Para ganar tiempo y cuadrar sus cuentas p¨²blicas m¨¢s tarde, Espa?a -y otros pa¨ªses atrapados entre la desconfianza de los mercados y la espada de Damocles de la recesi¨®n- tiene que convencer al resto de socios de la eurozona. A juicio de Miguel ?ngel Garc¨ªa esto, que solo aliviar¨ªa la situaci¨®n del sector p¨²blico pero no impulsar¨ªa la demanda interna, pasa por un "compromiso inquebrantable con la sostenibilidad de las finanzas p¨²blicas" y m¨¢s eficacia en el gasto (eliminar redundancias, despilfarros).
"Europa no va a tener m¨¢s remedio que aplazar el objetivo de cumplimiento de d¨¦ficit", vaticina Jordi Sevilla, economista y antiguo ministro de Administraciones P¨²blicas del PSOE. "Hay que aflojar en el recorte del gasto", se?ala, "puede haber alg¨²n est¨ªmulo peque?o en sectores de arrastre: construcci¨®n, autom¨®vil, industria agroalimentaria...".
El gasto p¨²blico estimula la demanda y empuja la econom¨ªa. Pero la inversi¨®n estatal tiene m¨¢s o menos impacto seg¨²n los tipos de inter¨¦s a pagar por endeudarse. Si el precio a pagar es alto (5,5% en los bonos a 10 a?os espa?oles), el impacto beneficioso se reduce.
Apoyado en esta teor¨ªa, Jes¨²s Fern¨¢ndez-Villaverde concluye que Alemania o Estados Unidos s¨ª cuentan con margen. Pagan intereses del 2%, por debajo de la inflaci¨®n. Endeudarse les sale gratis. Espa?a no tiene esa ventaja.
Su alternativa pasa por las reformas estructurales (laboral, energ¨ªa, servicios) para impulsar la econom¨ªa. Es la misma receta que ve Xavier Sala i Mart¨ª, de la Universidad de Columbia, en Nueva York. No ve margen para m¨¢s gasto. "Los est¨ªmulos de 2008 fueron un error. La soluci¨®n a la deuda no es m¨¢s deuda. La clave es el crecimiento. Si sube la actividad, habr¨¢ m¨¢s recaudaci¨®n. Lo que hace falta son reformas", explica. Y siguiendo su credo liberal expone: "No es verdad que hay que esperar que las reformas tengan efecto. Las hay inmediatas: eliminar las normas medioambientales". La gran diferencia entre Sala i Mart¨ª y Fern¨¢ndez-Villaverde est¨¢ en los impuestos. El segundo es partidario de subirlos.
El principal agujero de las cuentas p¨²blicas en la crisis han sido los ingresos. En 2007, el Tesoro espa?ol recaudaba una cantidad equivalente al 41% del PIB (tres puntos menos que la eurozona); tres a?os despu¨¦s, el 35% (ocho puntos menos que los socios). Por el contrario, el gasto ha subido del 39% al 45%.
Aqu¨ª dispara Vicen? Navarro. El tambi¨¦n profesor de la estadounidense Universidad John Hopkins dispara contra los ajustes. "Las medidas de austeridad representan un suicidio econ¨®mico". Su propuesta consiste en aumentar los ingresos con una reforma fiscal profunda y con ellos "estimular la econom¨ªa".
Mientras llegan las reformas, la debilidad amenaza con acabar en recesi¨®n este invierno. Convencer a Bruselas dar¨ªa un margen. Pero para lograrlo, Ant¨®n Costas apunta a algo m¨¢s que la capacidad de seducci¨®n: "En la medida en que la soluci¨®n griega entre en una v¨ªa de soluci¨®n realista, el fondo de rescate pueda actuar e intimidar y llegue la recapitalizaci¨®n de los bancos, cuestiones como el cumplimiento del d¨¦ficit se relajar¨¢n un poco m¨¢s". Costas mira al origen de la crisis de deuda, Grecia, pero "la soluci¨®n realista" pasa porque no haya sobresaltos. Y eso necesita el permiso de Papandreu, Samatas y... ?por qu¨¦ no? De Berlusconi.
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