Pagar por nuestro sol
Mientras Repsol anuncia el descubrimiento de un rico yacimiento de petr¨®leo en Argentina (dif¨ªcil de explotar y m¨¢s contaminante por ser de esquisto) y se inaugura el gasoducto que permite que Rusia exporte a Europa sin pasar por Ucrania, Alemania se pone las pilas, y nunca mejor dicho, para dar un nuevo impulso al fara¨®nico proyecto Desertec para explotar el recurso natural m¨¢s barato y ubicuo, la energ¨ªa solar. As¨ª, nuevamente, muestra una de las caracter¨ªsticas que hacen de este pa¨ªs el motor m¨¢s importante de Europa, que es la capacidad de mirar hacia un futuro basado en la ciencia y la tecnolog¨ªa y trazarse rutas imaginativas hacia ¨¦l.
Que el consorcio, en el que participan firmas de otros pa¨ªses, anuncie unos primeros pasos para construir una central termosolar en Marruecos no quiere decir que los plazos m¨¢s optimistas que se anuncian se cumplan. El proyecto tiene muchas aristas, tanto pol¨ªticas como t¨¦cnicas, dif¨ªciles de limar.
La tecnolog¨ªa para construir centrales basadas en colectores cilindroparab¨®licos, como la reci¨¦n inaugurada Andasol en Granada (tambi¨¦n de capital alem¨¢n), est¨¢ lista, pero tiene sus propias necesidades, aparte de un marco de seguridad jur¨ªdica y garant¨ªas econ¨®micas aceptable. Adem¨¢s del sol y de grandes superficies, necesita agua y acceso a una red de alta tensi¨®n para evacuar la electricidad producida. La otra tecnolog¨ªa, la de torre central, est¨¢ en una fase ligeramente m¨¢s retrasada.
Si en el desierto de Libia y de Argelia, por poner un ejemplo, se han podido construir refiner¨ªas para extraer el petr¨®leo y el gas, no es descabellado que se construyan centrales termosolares y que su seguridad se pueda garantizar hasta cierto punto. El mayor problema, sin embargo, lo presentan las redes. Red El¨¦ctrica de Espa?a est¨¢ interesada en el proyecto porque por nuestro pa¨ªs tendr¨ªan que pasar la mayor parte de estas nuevas l¨ªneas, tecnol¨®gicamente m¨¢s avanzadas y apenas probadas. Construir autopistas para la alta tensi¨®n en esos pa¨ªses y enlazarlas con las centroeuropeas, donde m¨¢s se consume, no es nada f¨¢cil ni va a ser r¨¢pido. Y Espa?a, como consumidor de esta primera fase, va a pagar por un recurso que tiene en su territorio pr¨¢cticamente sin explotar.
Lanzarse a construir centrales en el norte de ?frica para suministrar electricidad a Europa sin antes aprovechar suficientemente la energ¨ªa solar que ba?a el sur del continente es discutible. Sin embargo, si se tienen en cuenta los factores econ¨®micos, geopol¨ªticos y de escala, se pueden entender mejor las prisas del consorcio para fijar mayores lazos duraderos con pa¨ªses a los que exportar tecnolog¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.