?Qu¨¦ bien llevan su casa!
Hab¨ªa pensado titular este art¨ªculo Misteriosa desaparici¨®n de las mujeres en la campa?a electoral pero me he quedado con esta frase pronunciada al azar en el debate a dos barbas. El candidato del PP la enunci¨® sin af¨¢n alguno de pol¨¦mica. Solo dej¨® asomar ese inconsciente que ha repartido los papeles sociales de manera sexista y, con ello, esparci¨® un aroma inconfundible a pasado.
Nos dijo que ten¨ªa en su equipo mujeres magn¨ªficamente preparadas que, adem¨¢s, "llevan su casa y cuidan a sus hijos". El oponente esboz¨® una sonrisa sard¨®nica pero no respondi¨® en absoluto a esta declaraci¨®n que nos pinch¨® como una aguja en medio del debate. ?De manera que Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, Mar¨ªa Dolores de Cospedal y Ana Mato llevan perfectamente su casa y el cuidado de sus hijos? ?Y qu¨¦ tal llevan su casa y el cuidado de los ni?os Gonz¨¢lez Pons, Ruiz Gallard¨®n y Crist¨®bal Montoro? ?Ah, claro! Se me hab¨ªa olvidado que en el caso de los varones el comentario pertinente es declarar a qu¨¦ equipo de f¨²tbol pertenecen o qu¨¦ hobby practican.
Aunque tenemos que decir, en aras a la verdad, que el comentario de Mariano Rajoy no desentona respecto a otras declaraciones o dolorosos silencios de campa?a. Por ejemplo, el coordinador de IU en Andaluc¨ªa criticaba a su antigua compa?era de filas con una met¨¢fora profundamente machista: "Ella abandon¨® la cama tan r¨¢pidamente, que ni yo mismo me di cuenta" "?D¨®nde est¨¢ esta chica?", a?adi¨® personalizando a¨²n m¨¢s la imagen. Pues le va a ser dif¨ªcil encontrarla, ni a ella ni a ninguna otra, porque en las listas de IU no hay mujeres en puestos de salida con lo cual repetir¨¢n la bonita experiencia de grupos institucionales absolutamente masculinizados.
Por su parte, en el PSOE las mujeres brillan por su ausencia p¨²blica. Tras a?os en los que la igualdad de g¨¦nero fue una se?a de identidad de su formaci¨®n pol¨ªtica, la presencia y, sobre todo, el poder pol¨ªtico de las mujeres ha deca¨ªdo abruptamente. Sus grandes m¨ªtines y presentaciones p¨²blicas son masculinas y patriarcales. Si acaso, alguna mujer oficia de presentadora o telonera de sus compa?eros masculinos.
Y es que, desde que comenz¨® la crisis econ¨®mica, se ha edificado una simbolog¨ªa y un imaginario masculino que ha barrido de escena no solo la presencia de las mujeres, sino todos los debates que afectan al desarrollo social. Adem¨¢s, se ha apelado a construcciones muy arraigadas en el inconsciente colectivo, seg¨²n las cuales la autoridad y los tiempos dif¨ªciles necesitan liderazgos masculinos, centralizados y de edad avanzada.
Por eso, cuando ha llegado la campa?a electoral se han reducido todos los debates a uno solo: el seudodebate econ¨®mico. Y lo llamo un falso debate econ¨®mico porque no se discute del modelo de desarrollo para los pr¨®ximos tiempos. Si as¨ª fuera, se estar¨ªa hablando en serio sobre el modelo energ¨¦tico, el papel de la educaci¨®n, los l¨ªmites ecol¨®gicos, la organizaci¨®n de la producci¨®n y la igualdad de hombres y mujeres como factor de desarrollo. Lo que se est¨¢ haciendo es un remedo de debate contable, financiero, desprovisto de contenido pol¨ªtico y que rinde culto solo al dinero, al d¨¦ficit y al crecimiento econ¨®mico.
Ante este falso dios sucumben los debates sociales, la igualdad de oportunidades, la equiparaci¨®n entre sexos y los recursos naturales. Se arrasan valores como la solidaridad o la igualdad y se postergan los problemas de los m¨¢s d¨¦biles. Han logrado convencernos de que la econom¨ªa es neutral en vez de la rama m¨¢s pol¨ªtica e ideologizada de las ciencias sociales. Apelan a que votemos con el bolsillo, no con las ideas. "Ya nos ocuparemos de las dem¨¢s cosas cuando salgamos de la crisis", nos dicen. Pero no es verdad. Saldremos de la crisis con el modelo social que hayamos dise?ado en estos a?os. La misteriosa desaparici¨®n de las mujeres en campa?a, las escasas referencias a la igualdad, el revival de "la mujer de su casa" no es una insignificancia sino un serio aviso de retroceso social.
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