?Podr¨¢ Yogi Cameron salvar Afganist¨¢n?
Lanzado por Madonna, Cameron Alborzian triunf¨® como modelo en los noventa. Reconvertido en instructor de yoga, viaja con el benepl¨¢cito de las tropas aliadas a zonas de conflicto para instruir en meditaci¨®n a soldados e, incluso, a los talibanes
La guerra no es lo que era vista a trav¨¦s de los ojos del gur¨² Yogi Cameron: "Uno no puede ir disparando a la gente para luego volver a casa a cenar con su familia fingiendo que todo est¨¢ bien. No es algo realista. Si los soldados aprenden a meditar, entonces tendr¨¢n m¨¢s consideraci¨®n hacia el enemigo, ver¨¢n que el enemigo es como ellos. De ese modo podr¨ªamos conseguir que no disparen, y si lo tienen que hacer, si lo hacen desde una postura m¨¢s pac¨ªfica, pues ya es una mejora".
Yogi Cameron, cuyo nombre real es Cameron Alborzian, es un instructor de meditaci¨®n y yoga iran¨ª de 44 a?os que logr¨® fama internacional en 1989, cuando Madonna le contrat¨® para interpretar al operario de f¨¢brica del que se enamoraba en el v¨ªdeo de la canci¨®n Express yourself. Cameron era entonces modelo, y muy exitoso: trabaj¨® para Gaultier y Versace y cop¨® portadas en revistas de todo el mundo. En 2000, sin embargo, decidi¨® dar un giro radical en su vida, se baj¨® de las pasarelas y se dispuso a recorrer los intrincados caminos del esp¨ªritu.
Se ofrece como gur¨² dom¨¦stico. a 30.000 d¨®lares por semana, se dice en Hollywood
Ahora quiere llevar sus profundos conocimientos a la larga guerra de Afganist¨¢n, que acaba de cumplir una d¨¦cada. En julio, Yogi Cameron pas¨® dos semanas y media en aquel pa¨ªs, donde se reuni¨® con soldados de EE UU y sus aliados, con civiles afganos y hasta con alg¨²n insurgente. "Fuimos a todos los sitios sin guardas de seguridad, caminamos por los lugares, y sus gentes me recordaron a Ir¨¢n, porque uno camina por all¨ª y hay cosas hist¨®ricas que son viejas, y uno camina por Los ?ngeles, o por Europa, y las cosas no son tan viejas", explica.
En 2001, Cameron decidi¨® estudiar ayurveda, el antiqu¨ªsimo sistema de medicina y sanaci¨®n hind¨². Dos a?os despu¨¦s comenz¨® su formaci¨®n en Tamil Nadu, en India, bajo la tutela de su gur¨², Sri V. Vasudevan. En su ir y venir entre EE UU e India, recal¨® en Espa?a, la patria de la que ser¨ªa su pareja sentimental, la modelo Almudena Fern¨¢ndez. Y en Espa?a, precisamente, present¨® su primer libro de autoayuda, titulado Ahora es el momento. Tuvo una estrecha relaci¨®n con el pa¨ªs hasta que acab¨® su noviazgo con Fern¨¢ndez a principios de 2010.
Recientemente, Cameron ha entrado en una fase m¨¢s espiritual, si cabe. Ahora pide a los que le tratan que le llamen Yogi Cameron. En esta reencarnaci¨®n se ofrece para acudir a vivir con sus clientes, como gur¨² dom¨¦stico, y ayudarles a sanar su esp¨ªritu y su cuerpo. Aseguran sus agentes que ha tenido clientes en EE UU, Europa y China, y que les ha ayudado a superar el insomnio, a bajar de peso y a combatir enfermedades como la artritis o la diabetes. Dicen en Hollywood que cobra 30.000 d¨®lares (21.600 euros) por semana.
Entre el desempe?o de sus labores de gur¨², la escritura de nuevos libros y la grabaci¨®n de un nuevo programa de televisi¨®n para el canal de televisi¨®n Veria, Yogi Cameron se ha dedicado a tratar de curar las profundas heridas que atormentan a la poblaci¨®n afgana en un proyecto que ha bautizado como Solayoga.org. Inicialmente encontr¨® algo de predicamento entre las tropas aliadas gracias a la pasi¨®n por el yoga del vicealmirante de la Marina de EE UU Robert Harward, que supervisaba hasta hace poco las prisiones en Afganist¨¢n. Harward, sin embargo, abandon¨® la misi¨®n, y ahora es subcomandante del Comando Central de EE UU. Gracias a ¨¦l, sin embargo, Yogi Cameron pudo acudir a prisiones en Afganist¨¢n a ense?ar meditaci¨®n a los presos y a sus guardas.
?Y vivi¨® alg¨²n miedo en Afganist¨¢n? "Bueno, la gente lo suele considerar muy peligroso, y la verdad es que cuanto m¨¢s miedo tienes, m¨¢s peligroso es. Pero ir a Las Vegas tambi¨¦n puede ser igualmente peligroso". Cierto es que Yogi Cameron no acudi¨® a las zonas m¨¢s castigadas por los insurgentes, como Helmand o Kandahar, sino, b¨¢sicamente, a una de las provincias m¨¢s seguras del pa¨ªs, como es Bamiyan. Pero lleg¨® a sentarse con un l¨ªder talib¨¢n. "Piensas que un hombre con semejante historial violento no va a poder meditar, pero la meditaci¨®n es espiritual, no material, f¨ªsica o mental, sino puramente espiritual", asegura.
La idea de visitar Afganist¨¢n le vino a Yogi Cameron cuando conoci¨® a Amandine Roche, una cooperante francesa, en un encuentro con el Dalai Lama en Nueva Jersey el pasado mes de mayo. En ese contexto, Cameron decidi¨® probar a salvar Afganist¨¢n y acabar con la guerra por la v¨ªa de la contemplaci¨®n interior. Si diez a?os de guerra y 2.700 soldados aliados muertos no lo han logrado, ?por qu¨¦ no probar con algo de espiritualidad? "Es un proyecto viable, porque es aplicable a cualquier lado", explica. "Puede llevarse a cualquier pa¨ªs, incluso los m¨¢s violentos, y puede triunfar, ya que solo basta con alcanzar a la gente y ense?arle".
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