La rueda de la fortuna
Para el PSOE la cita electoral del 20-N es tan solo literatura tal y como la define John Banville: "Salir a pelear sabiendo que ser¨¢s derrotado: eso es la literatura". Para el PP es simplemente una certificaci¨®n de bastanteo que confirme en las urnas lo que, desde hace meses, proclaman tercamente los humores ciudadanos: los conservadores van a tener poder bastante, gobernar¨¢n con una mayor¨ªa absoluta y casi absolutista. Entre saltos de j¨²bilo y pirotecnia de alegr¨ªas, Mariano Rajoy se adorn¨® con un pron¨®stico modesto: "Creo que vamos a ganar las elecciones". Como tel¨®n de fondo, los sondeos dominicales que otorgaban al Partido Popular 184 esca?os, los m¨¢s severos; 198, los m¨¢s generosos.
Feij¨®o est¨¢ obligado a superar los resultados de las auton¨®micas de 2009 para gobernar sin angustia
En el acto literario, que medir¨¢ la hondura del pozo electoral socialista, habr¨¢ m¨¢s materia dram¨¢tica que ¨¦pica. Hay quien conf¨ªa en una pasmosa recuperaci¨®n que, en el ¨²ltimo suspiro, permita alcanzar unos milagrosos 126 esca?os; con todo, los estrategas m¨¢s serenos de Ferraz empiezan a emborronar los primeros guiones de una obligada refundaci¨®n del PSOE. El panorama es desolador. El fantasma de la disoluci¨®n de la UCD protagoniza las m¨¢s inquietantes pesadillas. No se llegar¨¢ a tanto, pero el PSOE iniciar¨¢ una incierta traves¨ªa como partido no gubernamental. Andaluc¨ªa caer¨¢ en 2012 consumando la tragedia que se inici¨® en las elecciones del 22-M.
El anunciado triunfo del PP pondr¨¢ en tela de juicio la solidez del bipartidismo imperfecto que rige la confrontaci¨®n electoral en Espa?a. Desde 1977 ninguna fuerza pol¨ªtica atesor¨® tantos recursos gubernamentales como los que gestionar¨¢ el PP a partir del domingo. El principal partido de la leal oposici¨®n nunca estuvo tan debilitado para ser contrapoder y crear, a medio plazo, condiciones de alternancia en el gobierno. Los conservadores hispanos podr¨¢n anunciar, como Margaret Thatcher, que ni hay alternativa ni se le espera. El nuevo balance de fuerzas y debilidades abre las puertas a un r¨¦gimen de partido ultradominante que, en su peor desarrollo, puede patentar una democracia de partido ¨²nico.
Rajoy cometer¨¢ su primer gran error como presidente si cree que su rotundo ¨¦xito electoral se debe a su liderazgo ambiguo, a la vacuidad de su programa o a la calidad de las candidaturas del PP. La crisis econ¨®mica fue su mejor agente electoral. Y, tras el 20-N, la crisis se convertir¨¢ en el principal partido de la oposici¨®n. En el futuro, la evoluci¨®n negativa de los indicadores de la econom¨ªa dom¨¦stica engordar¨¢n la protesta social y erosionar¨¢n el cr¨¦dito de la oferta de cambio conservador, de su gobierno y de su partido. La crisis y su demag¨®gico uso electoralista, que tanto benefici¨® al PP en la oposici¨®n, privar¨¢ ahora a Rajoy de los cien d¨ªas de gracia; apenas tendr¨¢ una semana de felicidad, la que media entre su proclamaci¨®n como presidente en los sondeos y su foto triunfal en el balc¨®n de G¨¦nova, 13 el pr¨®ximo domingo.
En los d¨ªas que restan de campa?a electoral, los partidos dejar¨¢n de competir entre s¨ª y pasar¨¢n a hacerlo con su propia historia. Rajoy se medir¨¢ con los ¨¦xitos electorales del aznarato. Superar los 183 esca?os que cosech¨® el PP en 2000 le permitir¨¢ liquidar su imagen de l¨ªder d¨¦bil y reforzar¨¢ su independencia frente al Tea Party que encabeza Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Por su parte, P¨¦rez Rubalcaba compite, a la desesperada, con Joaqu¨ªn Almunia para no firmar los peores resultados del PSOE desde 1977. En Galicia, Feij¨®o, si quiere encarar sin angustias la recta final de su primer mandato presidencial, est¨¢ obligado a mejorar los votos de las auton¨®micas de 2009. Pachi V¨¢zquez y Guillerme V¨¢zquez, si aspiran a tener alg¨²n futuro, deben igualar en lo posible los registros electorales del pasado; solo as¨ª podr¨¢n interpretar un allegro ma non troppo que les permita transformar su interinidad en un liderazgo cre¨ªble.
Despejadas las inc¨®gnitas electorales, muchos enriquecer¨¢n una resignada ¨¦pica resistencialista con la filosof¨ªa pol¨ªtica que H¨¦ctor Aguilar Cam¨ªn expuso en Morrir en el golfo: "Sabes como es la pol¨ªtica. Va y viene, es una rueda de la fortuna. ?Qu¨¦ es el fracaso pol¨ªtico? Es un pretexto para pusil¨¢nimes. Un verdadero pol¨ªtico no fracasa nunca, est¨¢ siempre en la jugada. Es una rueda de la fortuna y lo que importa es no soltarse. A veces est¨¢s arriba, a veces abajo. Pero eso no es importante. Lo importante es seguir pegado a la rueda, mantenerse aferrado a la rueda. No soltarse". Esta es la ¨²nica lecci¨®n pol¨ªtica que, por otra parte, se puede destilar de la biograf¨ªa de Mariano Rajoy: ¨¦l no se solt¨® y, ya ven, llegar¨¢ a ser presidente si un milagro no enmienda las encuestas.
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