Aguirre juega a marcar la agenda de Rajoy

Esperanza Aguirre se atreve con todo. Y se lanza, sin complejos, a abrir debates que su partido prefiere posponer. "La gratuidad de los medicamentos no puede ser en funci¨®n de la edad, sino en funci¨®n de la renta, y como eso much¨ªsimas cosas, hay que hacerlo, y r¨¢pidamente", dijo ayer durante una entrevista en la Cope. Y agreg¨®: "Hay que eliminar las subvenciones del Estado a los partidos pol¨ªticos y sindicatos y patronal". La presidenta madrile?a dict¨® doctrina a pesar de que carece de competencias para aplicar esas decisiones.

A tres d¨ªas de las elecciones, la presidenta regional ech¨® le?a al conflicto educativo y carg¨® contra los profesores, a los que acus¨®: "No saben qu¨¦ hacer para tratar de justificar una huelga a todas luces pol¨ªtica". Aguirre parece empe?ada en animar la tranquila campa?a electoral de su jefe Mariano Rajoy. "Quienes est¨¢n movilizados y convocando esta huelga y haciendo todo tipo de sentadas, dormidas en los colegios... son sindicalistas, muchos de ellos liberados", se?al¨® en la entrevista. Y agreg¨®: "Estos no son representativos del profesorado, pero tienen mucha mano con los medios de comunicaci¨®n".

A Aguirre le cuesta m¨¢s trabajo encontrar eco a sus declaraciones

Las palabras de Aguirre calentaron el conflicto educativo el d¨ªa antes de la octava jornada de huelga de profesores en Madrid. Los docentes protestan desde el verano tras la orden de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n de elevar de 18 a 20 las horas lectivas de los profesores, lo que ha provocado que m¨¢s de 1.200 docentes interinos se queden en el paro.

Aguirre parece querer sacar del tedio la campa?a electoral de baja intensidad de Rajoy. La presidenta no ha tenido reparos en abrir debates que su partido preferir¨ªa aplazar hasta despu¨¦s del 20-N. Desde que se convirtiera en presidenta de la Comunidad de Madrid, en 2003, ha sido uno de los altavoces m¨¢s potentes del PP en Espa?a. Durante las dos legislaturas pasadas la lideresa aprovech¨® el decaimiento nacional de su partido, su poder en Madrid y que la regi¨®n hace de caja de resonancia en la pol¨ªtica nacional para auparse como una de las pol¨ªticas m¨¢s influyentes del pa¨ªs. Ha marcado estilo, se ha transformado en el s¨ªmbolo del liberalismo que ha prendido en su partido. Sus pol¨ªticas han sido la vanguardia del PP durante estos a?os. Apenas ten¨ªa quien le hicieran sombra: de ah¨ª sus rifirrafes con Gallard¨®n.

Pero la situaci¨®n ha cambiado. Tras las elecciones del pasado mayo, cuando el PP se convirti¨® en la primera fuerza pol¨ªtica en los Ayuntamientos y comunidades del pa¨ªs, su influencia ha mermado. Ya no es ni la ¨²nica presidenta, ni la que m¨¢s manda. Rajoy est¨¢ a punto de alcanzar La Moncloa, seg¨²n todas las encuestas. Queda lejos su conato de oposici¨®n al l¨ªder popular en el congreso del PP en Valencia, durante el verano de 2008. Cada vez le cuesta m¨¢s trabajo encontrar eco a sus declaraciones. Y se ve abocada a hacer declaraciones altisonantes. "Me ha servido para salir en los medios nacionales", asegur¨® esta semana en Galicia cuando se enfrent¨® a un hombre disfrazado de pollo que le afeaba los recortes en educaci¨®n.

Aguirre lleva semanas tratando de marcarle la agenda a Rajoy. Lo hizo hace un mes cuando pidi¨® devolver las competencias de justicia. Desde la direcci¨®n del PP tuvieron que rectificarla. Y se deslig¨® de la postura prudente de su partido tras el cese de actividad de ETA. La presidenta, tambi¨¦n, boicote¨® la presentaci¨®n de la candidatura del PP en Madrid. Rajoy y Gallard¨®n posaban con todo el equipo mientras ella anunciaba un supuesto asalto a su casa.