El ¨¦xito del PP consolida a Alberto Fabra

Los pron¨®sticos se cumplieron. El PP arras¨® en la Comunidad Valenciana; los socialistas rompieron el suelo de las auton¨®micas y se hundieron m¨¢s; el bipartidismo de 2008 pas¨® a la historia con el regreso de Esquerra Unida al Congreso de los Diputados y la entrada de Comprom¨ªs y UPyD, que obtuvieron un esca?o cada uno de ellos. El desastre de los socialistas no tiene paliativo. Hace cuatro a?os consiguieron 14 diputados, frente a los 19 del PP. En las elecciones de ayer perdieron m¨¢s de 440.000 votos y se quedaron en 10 esca?os, mientras que los populares consegu¨ªan 20.

El partido de Mariano Rajoy consolida y aumenta su hegemon¨ªa en la Comunidad Valenciana. Su victoria es tan hist¨®rica como la derrota del PSOE, que registra su peor resultado en esca?os y en diputados desde las primeras elecciones democr¨¢ticas en 1977. En aquellas elecciones, el PSOE de Felipe Gonz¨¢lez consigui¨® 13 esca?os y el 36,4% de los votos. El peor resultado de los socialistas en la Comunidad Valenciana se registr¨® en 2000, cuando Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar logr¨® la mayor¨ªa absoluta para el PP. En esas elecciones el PSOE alcanz¨® los 12 diputados y el 34,4% de los votos. El porcentaje de ayer fue del 26,7% frente al 28,7% obtenido por Rubalcaba en Espa?a y dos puntos por debajo del resultado del PSPV en las pasadas elecciones auton¨®micas. Los socialistas caen 14 puntos respecto de 2008 en todas las provincias valencianas.

El gran triunfador de la jornada de ayer es, junto al PP, el presidente de la Generalitat. Alberto Fabra se hizo cargo de la instituci¨®n tras la angustiosa dimisi¨®n de Francisco Camps. Fabra se ech¨® la campa?a a la espalda con un doble objetivo: intentar superar el mill¨®n cuatrocientos votos que logr¨® su antecesor en 2008 y darse a conocer a un partido que apenas sab¨ªa de ¨¦l que era alcalde de Castell¨®n.

No ha logrado aumentar el n¨²mero de votos por la abstenci¨®n, pero super¨® en cerca de dos puntos el porcentaje obtenido en 2008 (53,34 frente al 51,59). Y no solo eso, el PP valenciano se sit¨²a nueve puntos por encima de la media de su partido en Espa?a. Consigue un ¨¦xito a pesar de pol¨¦micas mayores como la desaparici¨®n del trasvase del Ebro, los esc¨¢ndalos que todav¨ªa sacuden a su partido, o meteduras de pata como la cometida por el presidente provincial de Valencia, Alfonso Rus, que anunci¨® su pretensi¨®n de celebrar el triunfo del PP con "champ¨¢n y mujeres". La crisis econ¨®mica y los cinco millones de parados convirtieron en irrelevantes las contradicciones y las salidas de pata de banco de los populares.

La aplastante victoria del PP en la Comunidad Valenciana consolida a Fabra como un referente nacional y le da la suficiente fuerza para acometer una nueva estrategia pol¨ªtica en la que no podr¨¢ esgrimir el victimismo, que tan buenos r¨¦ditos electorales ha proporcionado a su partido en los ¨²ltimos tiempos. Una fortaleza pol¨ªtica que le permitir¨¢ afrontar m¨¢s c¨®modamente la limpieza interna de su partido.

La situaci¨®n en el PSPV es bien diferente. La en¨¦sima derrota de los socialistas -no han ganado ni una sola elecci¨®n desde 1995- va a poner en jaque a la direcci¨®n de Jorge Alarte. No son pocos los que estaban esperando un fracaso de esta magnitud para cuestionar su autoridad y su forma de llevar la organizaci¨®n de los socialistas valencianos. El gran problema es que no se vislumbra en el horizonte a nadie con la fuerza suficiente para convertirse en una alternativa real al actual secretario general de los socialistas valencianos. El hundimiento global del PSOE disimula algo -poco- el del PSPV; pero lo ocurrido en la Comunidad Valenciana es hist¨®rico y, antes incluso de conocerse los resultados oficiales, ya se escuchaban algunas voces cualificadas reclamando un golpe de tim¨®n sobre la forma y el fondo de entender y ejercer la pol¨ªtica desde la sede del PSPV en la calle de Blanquer¨ªas de Valencia.

El desastre socialista es generalizado. En Alicante, la ministra de Sanidad ha perdido un diputado en beneficio del PP y a punto ha estado de perder otro que hubiera ido a parar a Esquerra Unida. En Castell¨®n, el PSOE mantiene sus dos esca?os; pero el terremoto pol¨ªtico es id¨¦ntico al del resto de la Comunidad. Valencia, una vez m¨¢s, se convierte en el agujero negro de los socialistas. En esta circunscripci¨®n ha perdido tres diputados de los siete que ten¨ªa en beneficio de Esquerra Unida, Comprom¨ªs y UPyD y alrededor de 240.000 votos. Pero en porcentaje la organizaci¨®n provincial ha perdido los mismos puntos que en Alicante y Castell¨®n. En realidad todo el PSPV ha sufrido una derrota similar.