Buscando un l¨ªder tras la debacle

La batalla por la sucesi¨®n de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero al frente del PSOE pod¨ªa parecer resuelta con Alfredo P¨¦rez Rubalcaba hasta que el domingo se abrieron las urnas y los resultados del 20-N cayeron como una losa sobre el partido. Nunca el PSOE hab¨ªa ca¨ªdo tan bajo, lastrado en sus expectativas por tres a?os horribles para el Gobierno de Zapatero, que vio como pasaba de prometer el pleno empleo en Espa?a a batir todas las marcas de desempleo; y de presumir de gasto social a aprobar un recorte de urgencia que dej¨® millones de afectados.

Pero, adem¨¢s, despu¨¦s del 20-N, ning¨²n dirigente socialista puede sacar pecho ni se atisba a nadie que tenga una hoja de servicios sin tachones. Al PSOE apenas les queda el basti¨®n andaluz, donde la amenaza del PP se consolida d¨ªa a d¨ªa y donde se convocar¨¢n elecciones auton¨®micas para mediados de marzo. Sin esos referentes claros, en el PSOE nadie adivina d¨®nde est¨¢ el Zapatero de 2011 que, como el expresidente del Gobierno en el XXXV Congreso de 2000, se pueda erigir en el candidato sorpresa para liderar el PSOE los pr¨®ximos a?os.

Chac¨®n ten¨ªa un discurso para el domingo que tuvo que cambiar

Patxi L¨®pez est¨¢ m¨¢s preocupado con las auton¨®micas vascas del pr¨®ximo a?o

"Lo m¨¢s l¨®gico es que Rubalcaba, si ¨¦l quiere, lidere el partido para esta traves¨ªa del desierto. Garantiza solvencia y experiencia suficiente", se?ala un dirigente socialista. "Hasta el domingo", contin¨²a, "algunos pensaban que Carme Chac¨®n, que lo intent¨® en las frustradas primarias, iba a intentar rentabilizar un buen resultado en Catalu?a para anunciar que pelear¨ªa por el liderazgo del partido. Pero despu¨¦s del resultado cosechado en Catalu?a, donde se ha perdido m¨¢s porcentaje de voto que en ning¨²n otro sitio de Espa?a, Chac¨®n no parece en disposici¨®n de disputar nada".

Chac¨®n, de hecho, ten¨ªa sus propios planes para la noche del pasado domingo. Y sus ambiciones. Pero el batacazo lo trastoc¨® todo. La ministra de Defensa, que en el ¨²ltimo a?o ha puesto nerviosos a muchos dirigentes del aparato solo con decir que Espa?a est¨¢ ya preparada para una presidenta mujer y catalana, hab¨ªa dise?ado un discurso en catal¨¢n y otro en castellano para esa noche con la idea no tanto de desmarcarse de la gesti¨®n del Gobierno de Zapatero y de sus compa?eros en el Ejecutivo como de reivindicar la importancia del PSC y sus diputados para el futuro de Espa?a y de su gobernabilidad. Pero, claro, quer¨ªa esgrimir al menos que el PSC venc¨ªa en su territorio, aunque sufriese un serio retroceso. El PSC no solo ha perdido 10 diputados sobre los 25 logrados en 2008. Adem¨¢s ha visto c¨®mo CiU le ha superado en la disputa directa y tendr¨¢ un esca?o m¨¢s en el Congreso. ?Quiere todo ello decir que sus aspiraciones quedan sepultadas? Probablemente tampoco.

Pero es que el PSOE, adem¨¢s de todas estas desgracias electorales, se qued¨® tras los comicios municipales y auton¨®micos de mayo pasado sin sus reconocidos barones auton¨®micos.

Uno de los secretarios generales de una federaci¨®n territorial socialista relevante, la de Madrid, Tom¨¢s G¨®mez, cosech¨® entonces los registros m¨¢s pobres para el PSOE en la historia de esta Comunidad. Tras pelear la candidatura a la presidencia auton¨®mica con Trinidad Jim¨¦nez, la opci¨®n de Zapatero, G¨®mez protagoniz¨® una de las batallas con Esperanza Aguirre m¨¢s frustrantes, con unos resultados p¨¦simos: 36 esca?os, la mitad que el PP.

G¨®mez habla ahora como uno de los barones con influencia y ha se?alado: "No hay que poner una coma en el camino del PSOE sino un punto y aparte". El propio G¨®mez era consciente de que si Rubalcaba hubiese cosechado el domingo un buen resultado su futuro en el partido estaba m¨¢s que sentenciado. Rubalcaba recab¨® el domingo en Madrid 92.000 votos m¨¢s que G¨®mez en mayo frente a Aguirre, aunque dos d¨¦cimas menos. Ahora podr¨ªa jugar sus bazas a favor de Carme Chac¨®n.

El lehendakari Patxi L¨®pez, al que algunos ven con posibilidades de liderar el PSOE, parece haberse descartado para esta pelea. No quiere ning¨²n cargo en la futura ejecutiva que salga del nuevo congreso. Le importan, y siempre ha estado al tanto, los conflictos del partido, pero es consciente de lo que se juega ¨¦l y el PSE en las auton¨®micas vascas de dentro de un a?o. El domingo (21,54%) mejor¨® algo la debacle de las municipales de mayo (16,71%) pero sigue muy lejos de las auton¨®micas de 2009 (30,70%) o del techo de las anteriores generales (38,11%).

"Lo ¨²nico que puede desestabilizar a Rubalcaba", se?ala otro alto cargo socialista, "es la irrupci¨®n de alguien joven que pueda vender la idea de que tras la debacle del 20-N hace falta una renovaci¨®n en profundidad de todo el aparato del partido". En esa l¨ªnea se apuntan nombres, como el de Eduardo Madina u otros de su perfil, pero sin m¨¢s fundamento.