Saleh se va a cambio de inmunidad
El dictador de Yemen firma su renuncia al poder tras 10 meses de revuelta
El dictador tunecino Zine el Abidine ben Ali se fug¨® en enero. Hosni Mubarak renunci¨® a la presidencia egipcia en febrero. Y Muamar el Gadafi fue capturado en octubre y asesinado por rebeldes libios. El tirano yemen¨ª Ali Abdal¨¢ Saleh se ha resistido durante diez meses antes de convertirse en el cuarto aut¨®crata ¨¢rabe que pierde su trono. Tres veces anunci¨® que firmar¨ªa el acuerdo para entregar el poder, pero siempre se arrepinti¨® en el ¨²ltimo instante. Finalmente, Saleh, tras haber sufrido un ataque con cohetes en su palacio de San¨¢ en junio y despu¨¦s de haberse aferrado a la presidencia a riesgo de hundir al pa¨ªs en una guerra civil, claudic¨® ayer. Saleh -protegido por Estados Unidos durante a?os por el apoyo del r¨¦gimen a la lucha norteamericana contra Al Qaeda- y la oposici¨®n firmaron en Riad (capital de Arabia Saud¨ª) el acuerdo auspiciado por los pa¨ªses del Consejo de Cooperaci¨®n del Golfo P¨¦rsico (CCG) para poner fin a la crisis que sacude Yemen desde que el 27 de enero estallaron las protestas contra un r¨¦gimen que se perpetuaba desde hac¨ªa 33 a?os.
El pacto con la oposici¨®n contempla elecciones en un plazo de tres meses
El plan dise?ado en abril por el CCG -Arabia Saud¨ª, Om¨¢n, Catar, Kuwait, Emiratos ?rabes Unidos y Bahr¨¦in-, al que no puede ser ajeno Washington, prev¨¦ que Saleh traspase el poder a su vicepresidente, Abedrabo Mansur Hadi, en un plazo de 30 d¨ªas, y dos meses despu¨¦s deben celebrarse elecciones. Pero el acuerdo contempla la inmunidad de Saleh, de sus familiares y de dirigentes del r¨¦gimen. Ahora, el dictador yemen¨ª tiene previsto viajar a Nueva York (Estados Unidos) para someterse a un tratamiento m¨¦dico.
La firma del acuerdo, en presencia del rey saud¨ª Abdal¨¢, se produjo en Riad, desde donde Saleh regres¨® por sorpresa en septiembre para prometer una dimisi¨®n "en pocos d¨ªas" que nunca rubric¨®. Esta vez parece que su rendici¨®n no tiene vuelta atr¨¢s.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, asegur¨®: "Saleh me dijo que vendr¨¢ a Nueva York para someterse a un tratamiento m¨¦dico inmediatamente despu¨¦s de firmar el acuerdo". "Nunca quise monopolizar el poder", lleg¨® a decir un sonriente Saleh, quien, a juzgar por sus deseos "de colaborar con la oposici¨®n", no parece renunciar a jugar un papel pol¨ªtico en el futuro. Al igual que otros tiranos ¨¢rabes, Saleh atribuy¨® las revoluciones en el Magreb y en Oriente Pr¨®ximo a "una agenda extranjera".
En las protestas y la consiguiente represi¨®n, que han asolado el pa¨ªs con virulencia cambiante desde enero, han muerto m¨¢s de 200 personas. Ayer, decenas de miles de yemen¨ªes salieron a las calles de la capital y de Taiz, la segunda ciudad yemen¨ª, para exigir que Saleh sea juzgado por sus delitos. "Ni garant¨ªa ni inmunidad", coreaba la multitud, que, no obstante, celebraba en las calles de San¨¢, bailando y saltando, la dimisi¨®n del tirano. Pero la cl¨¢usula de la inmunidad sienta a cuerno quemado. En las im¨¢genes difundidas por varias emisoras se ve¨ªa a algunos hombres pasando una mano por su cuello. Es el destino que desean para Saleh.
Otros factores siembran dudas sobre el porvenir de Yemen, donde la violencia dif¨ªcilmente desaparecer¨¢ como por ensalmo. Para empezar, algunos l¨ªderes de la rebeli¨®n contra Saleh consideran que los partidos de oposici¨®n firmantes del pacto han traicionado la revuelta al admitir la inmunidad del dictador y su camarilla. Pero, adem¨¢s, Yemen sufre arraigadas tensiones tribales; las aspiraciones separatistas del sur toman aliento, y Al Qaeda es sumamente activa en algunas zonas del pa¨ªs lindantes con Arabia Saud¨ª. Adem¨¢s, ?qui¨¦n controlar¨¢ un Ej¨¦rcito fracturado durante la rebeli¨®n? Sea como fuere, Arabia Saud¨ª, tal como demostr¨® con la invasi¨®n de Bahr¨¦in para sofocar el alzamiento en este diminuto Estado, no tolerar¨¢ que la inestabilidad se adue?e de la pen¨ªnsula.
Nueve meses de artima?as
- 27 de enero. Solo dos d¨ªas despu¨¦s de la protesta en la cairota plaza de Tahrir, la primavera ¨¢rabe llega a San¨¢. Los estudiantes se atrincheran en la plaza de la Universidad y las calles aleda?as para exigir la dimisi¨®n del presidente.
- 20 de marzo. Saleh destituye a su Gobierno en pleno despu¨¦s de una brutal represi¨®n contra los manifestantes, en la que mueren decenas de personas.
- 24 de abril. El presidente acepta dejar el poder. Es el primer anuncio de firma. Habr¨¢ otros dos intentos frustrados.
- 18 de mayo. Saleh vuelve a desairar a Estados Unidos y Arabia Saud¨ª al negarse a firmar, en el ¨²ltimo minuto, el acuerdo para dejar el poder. Es la segunda vez.
- 22 de mayo. Saleh da otro portazo a la comunidad internacional y no firma por tercera vez. El Consejo de Cooperaci¨®n del Golfo suspende su labor mediadora.
- 3 de junio. Saleh resulta herido grave -con el pulm¨®n perforado y medio rostro quemado- al ser bombardeado el palacio presidencial. El mandatario es trasladado a Arabia Saud¨ª para ser operado y se queda en Riad.
- 23 de septiembre. Saleh regresa a Yemen y logra una tregua pero la presi¨®n para que deje el poder contin¨²a.
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