Centenario y volcado en la Red

En Francia existe un selecto club que re¨²ne, por a?adas, a todos los que aparecen en el apartado biogr¨¢fico de aquella obra en la que se inspiraba (y que a veces copiaba) el periodista Pereira, experto en necrol¨®gicas, del famoso Sostiene Pereira, de Antonio Tabucchi. Se trata, claro, de El Peque?o Larousse Ilustrado, creado el 29 de julio de 1905 en Francia y cuya edici¨®n castellana, de 1912, cumple ahora un siglo de vida con una edici¨®n especial.

Las guardas que reproducen un mapa de Europa de la ¨¦poca y banderas como las de Rusia, Montenegro y Persia de la primera edici¨®n lanzan un gui?o nost¨¢lgico en la presentaci¨®n conmemorativa, cuyo dise?o corre a cargo de Andr¨¦s Trapiello y de su hijo Guillermo, que han retocado tanto la hist¨®rica divisa ("Siembro a los cuatro vientos") como el logotipo de la joven que soplaba el diente de le¨®n como met¨¢fora de la difusi¨®n de la sabidur¨ªa. Lo que permanece es la misma ambici¨®n que la edici¨®n que llev¨® a cargo el lexic¨®grafo granadino Miguel de Toro quien, afincado en Par¨ªs, se hizo cargo de la primera versi¨®n espa?ola, con 1.528 p¨¢ginas (hoy son 1.824), 5.900 grabados, 200 cuadros y 102 mapas.

Tras hitos como la aparici¨®n de las primeras fotograf¨ªas en 1935, la fabricaci¨®n ya en territorio espa?ol a partir de mediados de los a?os 40 y la sustituci¨®n de la mayor parte de los bellos grabados por fotograf¨ªas e infogr¨¢ficos desde los a?os 60, como en otras ediciones en esta se han retocado unas 600 p¨¢ginas, de las cuales el 80% pertenece al apartado biogr¨¢fico. El tambi¨¦n apodado "pante¨®n de hombres ilustres", formado por unas 700 p¨¢ginas, ve c¨®mo cada a?o se incorporan una cincuentena de personajes nuevos. Shakira es una de las entradas que debutan entre los 28.000 nombres propios referenciados, a propuesta del equipo editorial de Larousse en Colombia. Las sugerencias del otro lado del Atl¨¢ntico no pueden desecharse porque Sudam¨¦rica, siempre gran mercado para el Larousse -como constatan los a?os en que Julio Cort¨¢zar trabajaba empaquetando ejemplares para exportar-, es hoy el principal consumidor de El Peque?o Larousse Ilustrado. All¨ª se venden cerca de 200.000 unidades anuales, frente a los apenas 19.000 que se compran hoy en Espa?a.

Unas 57.000 palabras en el apartado de diccionario l¨¦xico -siempre m¨¢s valiente que el de la RAE: vuvuzela es una (discutible) ¨²ltima incorporaci¨®n-, 5.000 im¨¢genes, 320 mapas y seis dosieres especiales (tres, visuales; el cl¨¢sico de frases c¨¦lebres y refranes y dos sobre la historia del propio Larousse) son las cifras que completan una oferta enciclop¨¦dica que, a pesar de su innegable atractivo, no puede frenar un inexorable descenso en los tiempos de Internet. Por ello, los responsables de Hachette, propietarios de Larousse, ultiman para el a?o pr¨®ximo la primera versi¨®n on-line del diccionario, que permitir¨ªa la actualizaci¨®n autom¨¢tica de las ediciones. ?Y la versi¨®n en papel? En Larousse lo tienen claro: "La dejaremos como est¨¢, con el valor a?adido de los encartes especiales que cambian cada a?o y la importancia de la ponderaci¨®n de lo que se ofrece y c¨®mo... aunque muchas veces la gente no lo aprecie". Dif¨ªcil no hacerlo cuando se tiene El Peque?o Larousse Ilustrado, todo un siglo en las manos.