Antonio Bussi, tirano de Tucum¨¢n
Fue uno de los m¨¢s sanguinarios ejecutores de la dictadura argentina
Antonio Domingo Bussi (Victoria, Argentina, 1926), pionero de los campos de concentraci¨®n argentinos y dictador de la provincia de Tucum¨¢n (noroeste de Argentina) entre 1976 y 1980, daba ejemplo a sus subordinados y ejecutaba con su propia arma a los guerrilleros y pol¨ªticos opositores secuestrados en los m¨¢s de 30 centros clandestinos de detenci¨®n que hab¨ªa creado en su terru?o. Despu¨¦s se quemaban los cuerpos y las v¨ªctimas se convertian en desaparecidos. Muri¨® el pasado jueves en la capital provincial a los 85 a?os.
Bussi estaba acusado de m¨¢s de 800 secuestros, torturas, asesinatos y desapariciones, pero solo fue condenado por un caso, en 2008. Otros juicios estaban en marcha, pero el general -degradado tras la condena- se excus¨® de participar por su fr¨¢gil estado de salud. Un testigo relat¨® uno de sus t¨ªpicos actos de crueldad en la ¨²ltima dictadura de Argentina (1976-1983): lo vio garrotear con una manguera a dos detenidos que estaban en calzoncillos, atados cuerpo a tierra y boca abajo, hasta matarlos.
Pero Bussi no fue solo un represor ilegal. Tambi¨¦n fue elegido gobernador de Tucum¨¢n cuando Argentina recuper¨® la democracia: una de las pocas excepciones de criminales del r¨¦gimen reconvertidos por las urnas. Sus victorias electorales arrojan luz sobre la complicidad c¨ªvica con que cont¨® la dictadura militar.
Bussi se educ¨® en el Ej¨¦rcito argentino, pero tambi¨¦n en una academia militar de EE UU, donde aprendi¨® la doctrina de la guerra contrarrevolucionaria; hasta viaj¨® a Vietnam para verla en vivo. En 1975 se hizo cargo del Operativo Independencia, con el que el Gobierno de Isabel Per¨®n combati¨® al Ej¨¦rcito Revolucionario del Pueblo (ERP) en las monta?as tropicales de Tucum¨¢n. En 1977, cuando ya gobernaba Tucum¨¢n y ante una visita del entonces dictador argentino, Jorge Videla, Bussi orden¨® levantar muros en los barrios de chabolas para que su superior no los viese y deport¨® a una provincia vecina a cientos de mendigos.
En 1987, la ley del punto final amnisti¨® a Bussi. Ese mismo a?o comenz¨® su carrera pol¨ªtica y fue elegido legislador provincial. En 1989 triunf¨® como candidato a integrar la asamblea que reformar¨ªa la constituci¨®n tucumana; en 1993, como postulante a diputado nacional, y en 1995 fue elegido gobernador. Fue entonces cuando el juez espa?ol Baltasar Garz¨®n descubri¨® que Bussi ten¨ªa una cuenta sin declarar en Suiza. Fue suspendido por 60 d¨ªas como gobernador y en 1999, pese a que el pueblo lo volvi¨® a votar como diputado nacional, el Congreso de Buenos Aires no le permiti¨® asumir el esca?o. En 2003, la ciudad de Tucum¨¢n lo vot¨® como alcalde, pero tampoco pudo hacerse con el cargo porque, tras anularse la ley de punto final, fue detenido y qued¨® bajo arresto domiciliario. Ha sido enterrado en secreto para evitar manifestaciones en su contra.
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