No cometamos el error de los argentinos
Se acerca la gran final de la Copa Davis entre Espa?a y Argentina, en Sevilla. Espa?a es la favorita indiscutible, pues ha ganado las ¨²ltimas 20 eliminatorias que ha jugado en casa. Pero los favoritismos no ganan los partidos y la experiencia lo demuestra, tal y como pas¨® en nuestra victoria de 2008, que, por motivos bien sabidos, es la que llevo en mi coraz¨®n. En la final de ese a?o, con la baja de Rafael Nadal, Argentina era m¨¢s favorita de lo que ahora lo es Espa?a. Los argentinos no supieron conjuntar sus energ¨ªas y ello les acab¨® traicionando mientras que las nuestras no se sumaron, sino que se multiplicaron, consiguiendo que las posibles diferencias de nivel (su equipo ten¨ªa dos top ten y nosotros tres top 25), se igualaran.
Curtidos por su derrota anterior, vienen preparados y son peligros¨ªsimos
Lo bonito del deporte es que casi siempre es justo y as¨ª se demostr¨® en esa final. En los momentos clave, el estar tan dispuestos para la batalla, con nuestras energ¨ªas conjuntadas, nos dio la confianza necesaria y la suerte para, en el punto clave del doble (y del duelo), el mejor jugador de los cuatro (Nalbandian) fallase la volea m¨¢s f¨¢cil que habr¨¢ fallado en su carrera. Para m¨ª, no la fall¨® ¨¦l, sino que fueron esas energ¨ªas las que mandaron la pelota fuera. Eso nos dio alas y conseguimos el punto de dobles. A continuaci¨®n, lleg¨® la victoria en el punto decisivo y con ello lo que nunca hab¨ªamos conseguido antes, el ganar una final en campo contrario.
Nuestro plan B, como la prensa espa?ola defini¨® al equipo que llevamos, consigui¨® lo imposible. Con el tiempo, David [Ferrer], Feli [Feliciano L¨®pez] y Fer [Fernando Verdasco] han demostrado que son el pilar de este equipo, que son nuestro plan A. Ellos lo dan todo por Espa?a y son los que, con su entrega, crean estas fuerzas especiales que tantos triunfos nos han dado. Adem¨¢s, aceptan que Rafa est¨¦ cuando puede y aporte ese extra. Son geniales.
Qu¨¦ grato puede ser el deporte para el ganador y qu¨¦ cruel puede serlo para el perdedor. Argentina se qued¨® desolada. La imagen de aquel equipo en la cena imperativa posterior a la final era devastadora. Y todo porque esa volea vol¨® unos cent¨ªmetros de m¨¢s. Las energ¨ªas negativas les hab¨ªan traicionado, el gran p¨²blico les hab¨ªa crucificado y la prensa fue dur¨ªsima con editoriales punzantes directos al coraz¨®n. Hab¨ªan perdido su gran oportunidad y en aquella mesa estaba reflejado el gran pesar de todo un pa¨ªs. La gente dej¨® solos a sus jugadores. En el deporte, la crueldad de la derrota se convierte a menudo en soledad.
Afortunadamente, al pasar el tiempo, el p¨²blico olvida y el deporte, que es generoso, te vuelve a dar una oportunidad. El equipo argentino, que sigue gozando de buena materia prima, aprendi¨® de aquella derrota y en estos a?os se ha unido. Llegan preparados y ahora tienen un objetivo com¨²n que va m¨¢s all¨¢ de sus egos. ?Podr¨¢n reescribir una nueva historia? ?Podr¨¢n pasar de derrotados a h¨¦roes?
En Sevilla nosotros dispondremos de dos top ten y ellos de tres top 25 (aunque dos fueron top ten). Nuestros dos primeros compitieron la semana pasada en Londres y van a tener muy pocos d¨ªas para adaptarse del indoor a la tierra. En cambio, los argentinos no han jugado los torneos indoor para prepararse a conciencia en tierra durante m¨¢s de un mes. Los mensajes desde el interior del equipo argentino son de humildad y de que tienen muchas ganas de luchar en la batalla. ?No os recuerda a 2008? A m¨ª, s¨ª. Una parte importante del partido en 2008 la jug¨® la prensa dando siempre la eliminatoria por ganada a los argentinos. Estos d¨ªas, en varias de las entrevistas que me han hecho, me preguntaban cosas como si Espa?a ya habr¨¢ ganado por 3-0 el s¨¢bado. Est¨¢ claro que se parecen a los argentinos en 2008.
Por suerte, los jugadores, sus t¨¦cnicos y el capit¨¢n espa?ol son conscientes de la dificultad de la final y la est¨¢n preparando a conciencia. Saben que hoy no hay un rival m¨¢s dif¨ªcil y competitivo que Argentina. Curtidos por su derrota anterior, sin la presi¨®n de tener que ganar, vienen preparados y son peligros¨ªsimos. No nos demos por vencedores antes del partido. No cometamos su error. Nos espera una gran final en la que ganar¨¢ el que tenga el objetivo m¨¢s claro, el que ponga m¨¢s pasi¨®n, el que canalice mejor las energ¨ªas, que son las que, en los momentos clave, hacen que la pelota caiga de un lado o del otro.
Emilio S¨¢nchez Vicario fue el capit¨¢n de Espa?a en el triunfo sobre Argentina en 2008 en Mar del Plata
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