Dos mujeres
Los que saben de f¨²tbol, y no soy uno de ellos, dicen que jam¨¢s se debe salir a empatar un partido porque lo pierdes. Es lo que parece que est¨¢ haciendo Jos¨¦ Gri?¨¢n.
El presidente andaluz viene repitiendo estos d¨ªas que con "ganar un punto", gana el partido. Es decir, con rebajar del 9% al 8% la ventaja que su adversario en las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas, Javier Arenas, le sac¨® en las recientes elecciones generales, gana la presidencia de la Junta de Andaluc¨ªa.
Error.
Por seguir con el lenguaje futbolero, ante un equipo dif¨ªcil, que salta al campo de juego como claro favorito, hay que plantar cara. El entrenador, en este caso Gri?¨¢n, tiene la obligaci¨®n de inculcar en sus jugadores, es decir, a su partido, el coraje necesario para salir a ganar.
La lecci¨®n del 20-N est¨¢ reciente. El candidato socialista, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, se enfrent¨® a un adversario mucho m¨¢s flojo pero que ten¨ªa todo a su favor. El vestuario de Rubalcaba estaba plagado de cad¨¢veres, comenzando por el anterior capit¨¢n del equipo, Rodr¨ªguez Zapatero. Adem¨¢s, sus jugadores estaban seriamente afectados por el virus de la crisis. Rubalcaba transit¨® por el c¨¦sped de la campa?a electoral sin pronunciar ni una sola vez la palabra ganar. Resultado, 16 a 0.
Esa es la diferencia que un ausente Mariano Rajoy le sac¨® el 20-N. En Andaluc¨ªa, 9 a 0. Por eso, Gri?¨¢n saca pecho y dice que si reba?a un puntito, ganar¨¢ las auton¨®micas de marzo. En realidad, no las ganar¨¢, solo impedir¨¢ que el PP de Arenas obtenga mayor¨ªa absoluta y que, ali¨¢ndose con los ¨¢rbitros (los diputados que consiga IU), lograr¨¢ retener el t¨ªtulo, la presidencia del Gobierno andaluz.
La cuesti¨®n es si Gri?¨¢n aplica esta t¨¢ctica de ir a por el empate porque no cuenta con banquillo suficiente o porque no valora en su justa medida a algunos jugadores de la cantera.
Y eso que el propio Gri?¨¢n ha detectado el fallo que cometi¨® su equipo en la campa?a del 20-N: demasiados hombres y demasiado mayores en el escenario de los m¨ªtines. Es decir, faltaban en la campa?a socialista de Rubalcaba mujeres y j¨®venes. Se lo dijo m¨¢s o menos con esas palabras a Carles Francino (Cadena SER) hace unos d¨ªas.
Si girara un poco m¨¢s la cabeza, observar¨ªa que tiene dos diamantes en su banquillo. Con experiencia y excelentes resultados acumulados en los ¨²ltimos a?os. Adem¨¢s, son dos mujeres y pertenecen a una generaci¨®n posterior a la de aquellos que coparon los m¨ªtines de Rubalcaba. Son Mar¨ªa Jes¨²s Montero y Micaela Navarro. O Micaela y Mar¨ªa Jes¨²s.
Titulares de dos consejer¨ªas clave en el esqueleto del Estado del bienestar, la sanidad y los servicios sociales e igualdad, Mar¨ªa Jes¨²s y Micaela deber¨ªan ser titulares indiscutidas en la campa?a que se inicia.
De hecho, por ah¨ª parecen ir los tiros del plan estrat¨¦gico aprobado en el ¨²ltimo Consejo de Gobierno bajo el t¨ªtulo gen¨¦rico de Andaluc¨ªa marca la diferencia. Un proyecto que intenta vender lo bueno, que lo hay, que han hecho los socialistas en los ¨²ltimos a?os. Cierto que tienen la pesada losa de los 1,2 millones de parados. Pero cierto tambi¨¦n que esas dos consejeras disponen de argumentos suficientes para demostrar que aqu¨ª, en salud y pol¨ªticas sociales, se marca la diferencia.
Cuando el Gobierno central descubr¨ªa hace unas semanas que recetando gen¨¦ricos se rebaja la factura farmac¨¦utica, Andaluc¨ªa llevaba una d¨¦cada de adelanto y un ahorro de m¨¢s de mil millones. Entre otras muchas medidas tomadas por Montero, como centralizar las compras o la factura en la sombra que conciencia al ciudadano.
Navarro, por su parte, puede sentirse orgullosa de haber dirigido la pol¨ªtica m¨¢s eficaz en el desarrollo de la ley de Dependencia del Estado.
Conclusi¨®n: Gri?¨¢n tiene estrellas en el banquillo, listas para saltar al terreno de juego. Ahora solo hace falta que el entrenador les grite: ?a ganar!
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.