Los bancos centrales suavizan la tensi¨®n
La Reserva Federal y el BCE encabezan una inyecci¨®n de liquidez a escala mundial - Las Bolsas cierran con fuertes subidas impulsadas por el sistema bancario
Nadie es capaz de entender -o tal vez descifrar- las conversaciones entre los mercados y la pol¨ªtica como los bancos centrales. Los mercados han decretado miedo: la situaci¨®n actual se parece peligrosamente a la de las semanas previas a la quiebra de Lehman Brothers en un buen pu?ado de indicadores. Si no se produce un accidente financiero es solo por las medidas extraordinarias -y van ya a?os de extraordinarias medidas- que aplican los bancos centrales: ayer, con el miedo cotizando otra vez en m¨¢ximos, salieron de nuevo al rescate. En medio de un ruido econ¨®mico y financiero ensordecedor y ante la en¨¦sima demostraci¨®n de incapacidad de la eurozona para solucionar la crisis fiscal, los seis grandes bancos centrales del mundo, capitaneados por la Reserva Federal estadounidense, ampliaron la barra libre de liquidez en d¨®lares. En plata: metieron un manguerazo de dinero en el sistema financiero para evitar que alg¨²n banco se quede seco. Y provocaron un arre¨®n en las Bolsas, que subieron en torno al 4% en las grandes plazas, y en el resto de mercados, que saludaron la medida suavizando la tensi¨®n.
El objetivo es evitar que las dificultades de liquidez acaben siendo de solvencia
Aunque la decisi¨®n es adecuada, los graves problemas de fondo siguen
"Es como echar un cubo de agua en grandes llamas", dice un analista
China relaja las exigencias a la banca para limitar el impacto exterior
Se trata de un paso en la buena direcci¨®n: da muestras de la necesaria coordinaci¨®n internacional en un momento en el que hay ciertos temores a que se desate algo parecido a una guerra de divisas, como ha sucedido en otras ocasiones de enorme presi¨®n. Y facilita enormemente las cosas a la banca, especialmente a la europea, muy castigada en la Bolsa en los ¨²ltimos tiempos. Pero nada m¨¢s, porque en realidad nada ha cambiado en lo sustancial: las grandes econom¨ªas bordean la reca¨ªda en la recesi¨®n, la recuperaci¨®n en las econom¨ªas emergentes pierde fuelle y sobre todo Europa encara 10 d¨ªas fundamentales para su futuro sin que, en ese caso, el Banco Central Europeo (BCE) haga nada m¨¢s que lo estrictamente necesario para mantener la econom¨ªa y el sistema financiero de la Uni¨®n en cuidados intensivos, con respiraci¨®n asistida.
Pero esta es la historia: los bancos centrales de EE UU, la eurozona, Reino Unido, Jap¨®n, Canad¨¢ y Suiza (es decir, todos los importantes) anunciaron su intenci¨®n de coordinar su actividad para restar tensi¨®n a las condiciones de liquidez en los mercados financieros. Es algo que ya hac¨ªan en el pasado: esas ayudas se prorrogan hasta febrero de 2013 y son ahora m¨¢s baratas. La Reserva Federal aumentar¨¢ sus pr¨¦stamos al resto de grandes bancos centrales para reducir los costes de endeudarse en d¨®lares, el BCE mejora tambi¨¦n sus condiciones para la banca continental y, como colof¨®n, las seis entidades establecen acuerdos de canje en todas las monedas "si surge esa necesidad". El objetivo declarado (en el habitual lenguaje imposible del comunicado que hicieron p¨²blico los bancos centrales a las dos de la tarde) es que ning¨²n banco que tenga que refinanciar deuda durante los pr¨®ximos meses tenga dificultades: que ning¨²n problema de liquidez se transforme en un problema de solvencia. El efecto colateral fue fulgurante, gasolina para las subidas de las Bolsas, especialmente en los valores bancarios, y recortes en las primas de riesgo de los sospechosos habituales, incluidos Italia y Espa?a.
El problema es que apenas hay tales tensiones de liquidez: en los ¨²ltimos meses, los bancos europeos -con el sem¨¢foro en ¨¢mbar en los mercados desde hace mucho tiempo- apenas han necesitado usar las l¨ªneas disponibles en d¨®lares, por ejemplo. En cambio, la crisis fiscal de la eurozona sigue en pleno apogeo, lastrando a las entidades que acumulan deuda p¨²blica en sus balances. Crisis de la deuda soberana y crisis bancaria se retroalimentan desde hace tiempo: funcionan como vasos comunicantes. Y contra eso ni el BCE ni la sucesi¨®n de cumbres -ayer mismo, un Ecofin- logran dar un solo paso convincente.
La actividad en los bancos centrales es incesante desde el inicio de la crisis, y van ya m¨¢s de cuatro largos a?os. Pero en las ¨²ltimas horas la r¨¢faga de medidas es proporcional a la cantidad de problemas que se acumulan en el horizonte: el disparo de la Fed y compa?¨ªa lleg¨® ante la ausencia de respuestas en la reuni¨®n de ministros de Finanzas, en Bruselas, pero coincide tambi¨¦n con las negociaciones entre Berl¨ªn y Par¨ªs para poner sobre la mesa un euro del Norte, e incluso con inquietantes informaciones respecto a que las empresas europeas preparan planes de emergencia ante una hipot¨¦tica ruptura del euro. Tambi¨¦n el banco central de China movi¨® ficha: el supervisor del gigante asi¨¢tico sorprendi¨® con un movimiento de pol¨ªtica monetaria expansiva -exige a los bancos menos reservas-, por los primeros signos de lo que parece un posible pinchazo inmobiliario y por el impacto de la crisis global en sus exportaciones.
China, tras unos meses de medidas restrictivas para contener la inflaci¨®n, se alinea as¨ª con todos los dem¨¢s: tanto EE UU como Reino Unido y Jap¨®n mantienen los tipos pr¨®ximos al 0% y han dado claras muestras de que van a mantener el grifo de la pol¨ªtica monetaria a plena potencia durante mucho tiempo. Incluso se esperan m¨¢s movimientos del BCE, el m¨¢s timorato de los grandes bancos centrales: tras la rebaja de tipos de noviembre, los analistas prev¨¦n una segunda ca¨ªda del precio del dinero y nuevas medidas de liquidez, que podr¨ªa llegar tan pronto como la semana pr¨®xima. Y presionan para que el Eurobanco solucione los problemas en la deuda con un volumen de compras de bonos muy superior a las t¨ªmidas operaciones que viene apunt¨¢ndose. Hasta el dogma de la austeridad en Europa empieza a resquebrajarse: Alemania ha aprobado ya t¨ªmidas medidas de est¨ªmulo, y Reino Unido, que aplic¨® draconianos planes de ajuste tras las elecciones que dieron el triunfo al conservador David Cameron, se ha echado atr¨¢s ante la constataci¨®n de que tiene ante s¨ª un estancamiento y probablemente una recesi¨®n.
"La historia interminable de la crisis fiscal y financiera europea ha entrado en una fase potencialmente desastrosa. Las medidas de los bancos centrales son m¨¢s cosm¨¦ticas que otra cosa, pero al menos sirven para dar una se?al adecuada", explic¨® Jos¨¦ Luis Alzola, del Observatory Group. El codirector del mayor fondo de deuda p¨²blica del mundo, Pimco, fue mucho m¨¢s all¨¢ y calific¨® el movimiento de "dram¨¢tico": "Los mercados financieros y en especial el sistema bancario est¨¢n cada vez m¨¢s dislocados. Una vez m¨¢s, los bancos centrales se ven obligados a forzar la m¨¢quina en una crisis que no deja de subir de nivel por lo inadecuado de las respuestas pol¨ªticas", dijo a Reuters.
"Es como echar un cubo de agua para sofocar un incendio con llamas de varios metros de altura", abund¨® Jos¨¦ Carlos D¨ªez, economista jefe de Intermoney. El enfermo sigue siendo Europa, con su crisis fiscal y bancaria. Y contra eso solo cabe "una respuesta rotunda del BCE en la compra de bonos y si es necesario de deuda privada, como hace la Fed, adem¨¢s de ayudas para que los bancos no cierren el grifo del cr¨¦dito y menos obsesi¨®n con la austeridad en Europa", a?adi¨®. Eso y esperar a que en la pr¨®xima cumbre, el 9 de diciembre en Bruselas, los jefes de Estado hagan lo que no han hecho en dos a?os.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.