Escribir para vivir

La poes¨ªa de Nicanor Parra es, fue, con Antipoes¨ªa, un gran ensanchador de la poes¨ªa en lengua castellana. Tal vez es lo primero que hay que decir. Claro, ¨¦l lo llam¨® con ese nombre, porque en aquel entonces era lo que pensaba que deb¨ªa hacer, porque era lo que pensaba que ten¨ªa que hacer en nuestra poes¨ªa.

Es un gran m¨¦rito hacer lo que hizo y hace. Y lo sostuvo todo el tiempo.

Es un premio excelente. Por la hora, sospecho que ha sido por unanimidad, sin ninguna duda por parte del jurado, ya que lo anunciaron este amanecer en Guadalajara, en Am¨¦rica.

Recuerdo que lo visit¨¦ en su casa de Chile hace ya un tiempo. Vimos sus pajaritos de papel, charlamos, caminamos y despu¨¦s de un almuerzo largo, cuando ya ca¨ªa la noche, est¨¢bamos en su balc¨®n y, de repente, dijo que quer¨ªa recitar un poema. Y lo hizo. All¨ª en su balc¨®n.

Hoy su poes¨ªa sigue manteniendo esa llama de b¨²squeda del comienzo.

Para definir a Nicanor Parra debo, primero, decir que a mi juicio hay dos clases de poetas, como ya lo plante¨® Antonio Gamoneda, y antes que ¨¦l otros. Los primeros son aquellos que viven para escribir y logran bellos y profundos poemas; y los segundos escriben para vivir.

Y este ¨²ltimo es el caso de Nicanor Parra. Esa es la definici¨®n de un poeta, sin menospreciar para nada a todos los dem¨¢s. Por ejemplo, Jorge Luis Borges viv¨ªa para escribir y Nicanor escribe para vivir.