El Cervantes bendice la antipoes¨ªa

"Solo estoy seguro de una cosa con respecto a la poes¨ªa de Nicanor Parra en este nuevo siglo: pervivir¨¢. Esto, por supuesto, significa muy poco y Parra es el primero en saberlo". Roberto Bola?o escribi¨® estas palabras hace 10 a?os y ayer, aunque no importe tanto, la pervivencia de la obra del poeta chileno, de 97 a?os, recibi¨® un fuerte impulso: el premio Cervantes. Con sus 125.000 euros. Margarita Salas, primera mujer que preside el jurado de un galard¨®n que se otorg¨® por primera vez en 1976, cont¨® al anunciar el galard¨®n que la ministra de Cultura, ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde, le hab¨ªa preguntado con humor si el hecho de que ella sea bi¨®loga hab¨ªa pesado en la elecci¨®n de Parra, f¨ªsico y matem¨¢tico adem¨¢s de creador de la antipoes¨ªa, un g¨¦nero en el que ¨¦l ejerce, como dijo otro miembro del jurado, Jos¨¦ Mar¨ªa Mic¨®, de "gran maestro sin escuela".

Hasta el presidente Pi?era acudi¨® a la Red para felicitar a su compatriota

El humor, la ciencia, la poes¨ªa y ese magisterio hu¨¦rfano de disc¨ªpulos forman algo as¨ª como el campo sem¨¢ntico de un autor tan dif¨ªcil de clasificar como de localizar en su casa de Las Cruces, sobre la costa del Pac¨ªfico, a menos de 100 kil¨®metros de Santiago de Chile. Fue su hija Colombina la que, en declaraciones a la agencia Efe, afirm¨® que su padre estaba feliz adem¨¢s de abrumado.

Como casi toda la poes¨ªa moderna, la escritura de Parra contiene su propio comentario -ir¨®nico en su caso-. As¨ª, en Discursos de sobremesa, incluy¨®, con su particular ortograf¨ªa, un poema titulado Esperaba este premio?: "No / Los premios son / Como las Dulcineas del Toboso / Mientras + pensamos en ellas / + lejanas / + sordas / + enigm¨¢ticas / Los premios son para los esp¨ªritus libres / Y para los amigos del jurado / Chanfle / No contaban con mi astucia".

A pesar de su edad, de contar con unas monumentales obras completas en Galaxia Gutenberg / C¨ªrculo de Lectores con prefacio de Harold Bloom, de atesorar todos los grandes premios de la lengua espa?ola -el Juan Rulfo en 1991, el Reina Sof¨ªa en 2001- y de haber sido candidato al Nobel, Nicanor Parra tiene m¨¢s dif¨ªcil acomodo en el Parnaso que en las redes sociales. En Espa?a y Chile fue ayer tema del momento -trending topic- en Twitter. Aunque eso tampoco signifique mucho y el escritor lo sepa. Hasta el presidente chileno, Sebasti¨¢n Pi?era, acudi¨® a la Red para felicitar a su compatriota, ocasi¨®n que aprovecharon muchos internautas para recordarle que en abril del a?o pasado lo hab¨ªa dado por muerto err¨®neamente al inaugurar la feria del libro de Santiago.

"Primer requisito de una obra maestra: pasar inadvetida", hab¨ªa dicho Bola?o. Y tambi¨¦n: "Parra escribe como si al d¨ªa siguiente fuera a ser electrocutado". La devoci¨®n del autor de Los detectives salvajes -fallecido en 2003, tambi¨¦n maestro sin escuela pero tal vez el narrador latinoamericano m¨¢s influyente de los ¨²ltimos a?os- tiene mucho que ver en la pasi¨®n que despierta entre los j¨®venes la obra del nuevo Cervantes: "El que sea valiente que siga a Parra. Solo los j¨®venes son valientes, solo los j¨®venes tienen el esp¨ªritu puro entre los puros".

En qu¨¦ quedamos entonces, se pregunta el poeta en un texto de tres versos: "Esa pregunta ya la contest¨¦: / Escribir como hablan los lectores / & punto". Son de 2006 pero no difieren mucho de la teor¨ªa po¨¦tica escrita por Parra en los a?os cuarenta: "Busco una poes¨ªa a base de hechos y no de combinaciones o figuras literarias. En ese sentido me siento m¨¢s cerca del hombre de ciencia que es el novelista que del poeta en su acepci¨®n restringida [...] estoy en contra de la forma afectada del lenguaje tradicional po¨¦tico".

El escritor que dec¨ªa esto en 1948 hab¨ªa nacido en 1914 en San Fabi¨¢n de Alico, en el sur de Chile, era hermano de la cantante Violeta Parra y se hab¨ªa estrenado en 1937 con Cancionero sin nombre, un poemario de tintes populares que destila una inagotable maestr¨ªa para el ritmo. En sus a?os como becario de ciencias en EEUU y Reino Unido, descubrir¨ªa el tono antisolemne y conversacional de la l¨ªrica angolosajona. El resultado fue, en 1954, Poemas y antipoemas, un libro escrito como se habla que puso boca abajo el panorama de la lengua espa?ola, m¨¢s dado a la analog¨ªa que a la iron¨ªa.

Como huyendo de la etiqueta por la que pasar¨¢ a la historia, Nicanor Parra no ha parado de moverse en zig zag: desde el raro folclore de La cueca larga (1958) a la mezcla de palabra e imagen de Artefactos (1972), una serie de trabajos que a veces se han expuesto al lado de los poemas visuales de Joan Brossa. "El poeta es un simple locutor. ?l no reponde por las malas noticias", se lee en uno de ellos. Ni por las buenas.