Que baile el oso con el madro?o

Teniendo en cuenta la injusta escasez de brillos en la Gu¨ªa Michelin 2012 para Espa?a, la lluvia de estrellas para Madrid es como para que baile el oso alrededor del madro?o. Parece que la letan¨ªa del alcalde calificando a Madrid como "capital gastron¨®mica del mundo" tiene visos de hacerse realidad alg¨²n d¨ªa (aunque estemos a¨²n a a?os luz de Par¨ªs o Tokio). Pero volvamos al asunto estelar. El Madrid cosmopolita (con especialidades mediterr¨¢neas, afrancesadas o asi¨¢ticas reconocidas en la gu¨ªa roja) tiene un balance muy lustroso. Aunque no hay todav¨ªa ning¨²n triestrellado, contamos con un nada despreciable podio de seis con dos estrellas: La Terraza del Casino (Paco Roncero), Sergi Arola Gastro, Sant Celoni, Ram¨®n Freixa Madrid, DiverXo (David Mu?oz) y El Club Allard (Diego Guerrero). El chef de DiverXo, que logr¨® hace nada su primera estrella, casi ni se cre¨ªa que volvieran a premiarle su arriesgada cocina de fusi¨®n asi¨¢tico-castiza. Pero ya que los inspectores y sus jefes (que tienen un olfato para la vanguardia culinaria m¨¢s que discutible) han decidido apostar por ¨¦l, hay que celebrarlo. Como hay que celebrar que Aranjuez, potencia gastron¨®mica del mundo vegetal, tenga ya dos restaurantes con estrella en la misma calle: Casa Jos¨¦ y, el nuevo, Rodrigo de la Calle. Y hay m¨¢s restaurantes con una estrella: el veterano Zalaca¨ªn; Coque, en Humanes (Mario Sandoval fue uno de los m¨¢s j¨®venes en conseguirla), y los dos de Ricardo Sanz, Kabuki y Kabuki Wellington.