Los "secretos" de la operaci¨®n policial que ver¨¢n la luz
Ricardo Portabales ha regresado estos d¨ªas de Montevideo para firmar el contrato con la editorial que le publicar¨¢ el libro donde ha prometido contar "las mentiras de la operaci¨®n N¨¦cora". Indignado con el trato que recibi¨® del Estado, el arrepentido de Mar¨ªn ya hab¨ªa amenazado desde su escondite uruguayo que har¨ªa temblar los ministerios de Justicia e Interior cuando desvelase c¨®mo se mont¨® el macroproceso y demostrar con pruebas que todas sus confesiones fueron una falacia.
Su hijo Ricardo piensa que su padre "vivi¨® en medio de una porquer¨ªa tan grande que es mejor no tocarla". "Y si lo que cont¨® es verdad o mentira lo tendr¨¢ que demostrar ¨¦l y asumir las consecuencias de lo que diga, lo que est¨¢ claro es que est¨¢ muy arrepentido de confiar en quien no deb¨ªa de hacerlo", asegura. Pero el primog¨¦nito de Portabales tambi¨¦n prepara su propia obra literaria, una especie de biograf¨ªa de sus ¨²ltimos 20 a?os. "He o¨ªdo muchas conversaciones y s¨¦ muchas cosas de todos aquellos a?os rodeado de polic¨ªas y periodistas. Ahora quiero contar c¨®mo viv¨ª todo aquello y que la gente se entere de lo que en realidad fue, sin fabulaciones, desde la perspectiva de un ni?o abrumado por unos acontecimientos que probablemente no vuelvan a repetirse jam¨¢s", a?ade.
Manuel Fern¨¢ndez Pad¨ªn tambi¨¦n comenz¨® a enhebrar su propia cr¨®nica, contada desde su infancia en Vilanova de Arousa y espera publicarla pronto. Pero ahora tambi¨¦n est¨¢ decidido a narrar su experiencia personal como arrepentido. "Lo que dije lo mantengo pero hoy no volver¨ªa a hacer las cosas de aquella manera, fi¨¢ndome de todo bicho viviente. He guardado para m¨ª muchos secretos y ahora creo que ser¨ªa un buen momento para contarlos con tranquilidad y en buen tono", afirma.
Cambio de vida
Hace un a?o recibi¨® un trasplante de h¨ªgado y su vida cambi¨® por completo. "Puedo pensar, estoy l¨²cido y s¨¦ lo que quiero, me siento como otra persona, con ganas de vivir y de hacer las cosas que nunca pude despu¨¦s de pasar por el infierno de las drogas", explica Pad¨ªn.
Recuperado, Pad¨ªn ha conseguido una pensi¨®n no contributiva, tiene dos hijos, uno adoptado, y vive con su mujer en Madrid. "No tengo miedo a represalias al fin y al cabo el traficante gallego no es como el colombiano o el mexicano, aunque hago una vida discreta". "Pero quiero que se sepa todo, el da?o est¨¢ hecho pero la venganza se sirve fr¨ªa", concluye.
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