La ¨²ltima oportunidad
Antes de que fuese creada la Uni¨®n Monetaria Europea (UME), muchos economistas escribimos, a principios de los a?os noventa, sobre los peligros de crear la UME en un ¨¢rea monetaria no ¨®ptima como la europea, hacerlo sin un banco central que fuera prestamista de ¨²ltima instancia y sin una uni¨®n fiscal paralela o un enorme fondo europeo para hacer frente a los choques asim¨¦tricos que pudiesen tener algunos de sus Estados miembros.
Sin embargo, dichas advertencias no fueron tomadas en cuenta al primar la voluntad pol¨ªtica sobre la realidad, con lo que pens¨¢bamos que alg¨²n d¨ªa alguno o algunos de sus Estados miembros podr¨ªan entrar en crisis aguda de la que no podr¨ªan salir por s¨ª solos. Ha terminado ocurriendo tras 10 a?os de euro.
De no darse el d¨ªa 9 de diciembre un paso decisivo, el euro podr¨ªa llegar a romperse
Adem¨¢s de tener la eurozona esos dos fallos de dise?o, sus dirigentes han mostrado una incre¨ªble incapacidad de actuaci¨®n cuando la crisis se ha presentado. Prueba de ello es que dos a?os y un mes despu¨¦s de que el 20 de octubre de 2009 se desatase la crisis griega, que era perfectamente manejable, esta todav¨ªa no se ha superado por la incompetencia o mala voluntad mostrada en su gesti¨®n.
Primero: no dejaron que el FMI se ocupase de Grecia por considerarlo un estigma para la eurozona, sin que esta tuviese experiencia y fondos para resolverla.
Segundo: pasaron ocho meses sin hacer nada mientras que el FMI podr¨ªa haber sometido a Grecia a un duro programa de reformas a cambio de l¨ªneas preventivas de cr¨¦dito y hoy ya habr¨ªa reestructurado su deuda, sin problemas de contagio al ser el ¨²nico Estado miembro insolvente.
Tercero: el 3 de mayo de 2010 se concedi¨® un cr¨¦dito a Grecia de 30.000 millones de euros a un inter¨¦s de castigo del 5%. La reacci¨®n de los inversores fue muy negativa, y en la madrugada del 10 de mayo fueron creadas las facilidades EFSF y el EFSM ante el temor de un desplome de los precios de los activos financieros. El uso de estos instrumentos, sin embargo, se restringi¨® mucho al no poder comprar deuda en el mercado secundario, sino solo dar cr¨¦ditos a tipos del 5,8% a cinco a?os cuando se financiaba al 1,9%. As¨ª empez¨® el contagio a Portugal e Irlanda, al calcular los inversores que no podr¨ªan pagar pr¨¦stamos tan caros.
Cuarto: la cumbre de Deauville del 18 de octubre de 2010 cre¨® todav¨ªa m¨¢s desconcierto entre los inversores, al anunciar la creaci¨®n de un mecanismo permanente, el ESM, que sustituir¨ªa el EFSF en 2013, pero a cambio de que toda la deuda a emitir tuviese cl¨¢usulas de acci¨®n colectiva (CACs), obligando a sus detentadores a aceptar su reestructuraci¨®n e impago. Esto provoc¨® otro gran desplome de los precios de la deuda, cuando la gran mayor¨ªa de acreedores eran sus mismos bancos, fondos de pensiones y empresas de seguros, desencadenando el rescate de Irlanda el 7 de diciembre de 2010.
Quinto: tres d¨ªas m¨¢s tarde, J¨¹ncker y Tremonti propusieron la emisi¨®n de eurobonos hasta el 60% de la deuda de cada pa¨ªs para evitar un mayor contagio, pero fueron rechazados, creando todav¨ªa m¨¢s incertidumbre a pesar de que las emisiones del EFSF eran ya cuasi eurobonos.
Sexto: el Consejo del 12 de marzo de 2011 aprob¨® el Pacto por el Euro (Euro Plus Pact), exigiendo que cada Estado miembro ajustase sus costes laborales unitarios a los de Alemania, siendo casi imposible al ser el ¨²nico miembro que hab¨ªa hecho ya una devaluaci¨®n interna. Prohibiendo al ESM comprar deuda en el mercado secundario, dando pr¨¦stamos solo en circunstancias excepcionales, requiriendo unanimidad de los 17 miembros, prestando solo si los inversores privados tambi¨¦n prestaban e imponiendo que si un pa¨ªs accede al ESM, todos sus inversores privados ser¨¢n los ¨²ltimos en cobrar, tras el FMI y el ESM, pasando su deuda a ser j¨²nior. Esta decisi¨®n provoc¨® otro gran desplome de la deuda y el rescate de Portugal el 4 de mayo de 2011.
S¨¦ptimo: el 11 de julio de 2011, el Eurogrupo decidi¨® aplazar sine die el segundo tramo de rescate a Grecia, empezando el contagio a Espa?a e Italia, dos pa¨ªses demasiado grandes para caer y ser rescatados.
Octavo: el Consejo del 23 de octubre decidi¨® permitir que el EFSF pudiese comprar deuda en el mercado secundario y apalancarlo hasta un bill¨®n de euros a trav¨¦s de un veh¨ªculo especial (SPV) que emitir¨ªa varios CDO, garantizando el EFSF su primera p¨¦rdida hasta un 20% y colocando los otros tramos entre inversores. Se acudi¨® a China, Brasil, Rusia y pa¨ªses exportadores de petr¨®leo, sin ning¨²n ¨¦xito. Adem¨¢s, los inversores hab¨ªan ya calculado que no ser¨ªa suficiente para salvar a Italia y Espa?a.
Noveno: ahora se anuncia que el Consejo del 9 de diciembre va a aprobar una reforma de los tratados para imponer una mayor y m¨¢s eficiente disciplina fiscal a los Estados miembros mediante la creaci¨®n de un ministro de Finanzas europeo con independencia pol¨ªtica, como la del BCE, que solo rinda cuentas al Parlamento Europeo. Este s¨ª podr¨ªa ser un paso muy importante para el futuro de la eurozona.
El problema es que cambiar los tratados puede llevar unos dos a?os o quiz¨¢ m¨¢s, al necesitar una convenci¨®n que preceder¨ªa a una conferencia intergubernamental y luego una votaci¨®n favorable de todos los Parlamentos europeos, y no hay tiempo suficiente. La eurozona se encuentra ya asfixiada, con sus bancos sin financiaci¨®n, con algunos Estados miembros pagando tipos de inter¨¦s insostenibles, con sus Gobiernos cortando gastos y subiendo impuestos, con familias y empresas desapalanc¨¢ndose y con el BCE bajando tipos lentamente. Es decir, avanzando r¨¢pidamente a otra recesi¨®n como la de 2008-2009 o peor.
Ser¨ªa m¨¢s l¨®gico utilizar el sistema de cooperaci¨®n reforzada que se introdujo en el Tratado de Niza y que permite que un m¨ªnimo de ocho de sus Estados miembros puedan profundizar en su integraci¨®n si as¨ª lo desean, aunque el resto no quiera hacerlo. Suecia y Polonia y otros podr¨ªan incluso aprovechar para entrar en la eurozona. As¨ª es como se logr¨® el acuerdo de Schengen.
Asimismo, dicho ministro europeo deber¨ªa contar con un ministerio capaz de supervisar los niveles de deuda y de d¨¦ficit de sus Estados miembros, capaz de vetar los presupuestos nacionales y de imponer sanciones de obligado cumplimiento. L¨®gicamente, a cambio de dicha mayor disciplina, este ministerio deber¨ªa ser tambi¨¦n el que ayudase a los Estados miembros sufriendo choques asim¨¦tricos u otras crisis y, sobre todo, el que pudiese emitir eurobonos con garant¨ªa conjunta y solidaria bien directamente o a trav¨¦s de una agencia de deuda europea.
De dicho ministerio deber¨ªa depender la autoridad de supervisi¨®n y de resoluci¨®n de los bancos europeos. Ambas autoridades deber¨ªan ser financiadas por los presupuestos europeos o por nuevos impuestos europeos. Si hay algo en lo que Merkel y Sarkozy est¨¢n de acuerdo es en una tasa sobre determinadas transacciones financieras que podr¨ªan dedicar a financiar esta incipiente uni¨®n fiscal y parte del futuro ESM. Si esta uni¨®n fiscal limitada funcionase, no habr¨ªa objeci¨®n alguna para que el BCE actuara como prestamista de ¨²ltima instancia, ya que est¨¢ autorizado por el art¨ªculo 123 del Tratado de Lisboa a comprar toda la deuda p¨²blica que desee siempre que sea en los mercados secundarios y no directamente a los Estados emisores.
Estas ideas podr¨ªan ser una realidad o meramente un cuento de hadas, pero de no darse el d¨ªa 9 de diciembre un paso decisivo para resolver los fallos de dise?o de la eurozona, el euro podr¨ªa llegar a romperse causando un cataclismo.
Guillermo de la Dehesa es presidente del Centre for Economic Policy Research (CEPR).
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