Retratos de hombres lobo

"Con la edad te vuelves muy ego¨ªsta con tu tiempo y no lo quieres tirar. Yo, por ejemplo, no acudo a ninguna boda. Prefiero estar pintando. As¨ª me lo paso mejor". Vicente B. Ballestar, a sus 82 a?os, sigue haciendo lo mismo que con cinco: dibujar. "Yo hac¨ªa soldados, tanques y aviones. Disparos, pa, pa, pa, pa y mataba a los malos", recuerda el ilustrador. La tem¨¢tica b¨¦lica se fue diluyendo con los a?os y llegaron los encargos de diversas editoriales y otras pasiones: el western y la tauromaquia. Un peque?o pedazo de la obra de Ballestar, hombres lobo, fantasmas y chicas guapas en apuros, se puede visitar hasta el pr¨®ximo s¨¢bado en el Centro Cultural Okendo de San Sebasti¨¢n.

La muestra Pulp Visions, una de las actividades paralelas programadas dentro de la XXII Semana de Cine Fant¨¢stico y de Terror, re¨²ne cerca de 100 dibujos originales de Ballestar realiazdos para ilustrar las portadas de las aventuras del detective John Sinclair. "La obra fue un capricho de un editor y me lo tom¨¦ muy en serio. No voy a decir que sean grandes dibujos, pero creo que se puede observar que est¨¢n hechos con honestidad y cari?o", explica el dibujante, especializado entre otras cosas, en literatura infantil y juvenil.

"Las chicas acostumbran a ser monas para contrastar con los monstruos"

El Centro Cultural Okendo de San Sebasti¨¢n acoge la muestra hasta el s¨¢bado

Ballestar rindi¨® cuentas con el detective de sucesos paranormales, una creaci¨®n de una editorial alemana, desde los a?os 70 hasta el cambio de milenio. "Las chicas acostumbran a ser monas para que contraste con lo feo del murci¨¦lago, del monstruo", aclara el dibujante. "La chica da equilibrio. Aunque he de decir que no resulta nada f¨¢cil hacer chicas monas con bocas crispadas".

El ilustrador no puede ocultar su satisfacci¨®n con la muestra, acostumbrado a ver sus creaciones guardadas y amontonadas en cajas y carpetas: "verlos todos tan alineados, tan bien puestos", concede en relaci¨®n a la disposici¨®n de sus obras. "Llevo toda la vida dibujando. Se lo recomiendo a todo el mundo, aunque d¨¦ m¨¢s o menos dinero si te puedes dedicar a lo que gusta", aconseja, manteniendo aquel esp¨ªritu infantil que le empujaba a garabatear en cualquier trozo de papel y a no dudar cuando se le preguntaba que quer¨ªa de regalo: "un l¨¢piz".

Ballestar se define como "un aut¨¦ntico hijo de la posguerra, en el 39 ten¨ªa 10 a?os", cuenta, y autodidacta. En casa no hab¨ªa dinero para pagarle los estudios y pronto comenz¨® a trabajar. "Eran unos tiempos en los que si le dec¨ªas a tu padre que quer¨ªas dedicarte a la pintura te miraba como si estuvieses loco", confiesa. Pero a los 20 a?os, una vez terminado el servicio militar, se plant¨®. Era la hora de perseguir su sue?o. El resultado son 62 a?os de profesi¨®n con muchas recompensas. "El d¨ªa que me encargaron ilustrar La isla del tesoro, fue un sue?o. Pod¨ªa ilustrar lo que hab¨ªa le¨ªdo de peque?o y adem¨¢s me pagaban por ello".