Messi, la felicidad sin gol
El delantero argentino brinda otra lecci¨®n de juego y eficacia a pesar de no marcar
Alexis puso el partido en marcha, Messi toc¨® el bal¨®n atr¨¢s y, cuando lo volvi¨® a tocar, un minuto despu¨¦s, el Bar?a ya perd¨ªa: hab¨ªa marcado Benzema el gol m¨¢s r¨¢pido de la historia de los cl¨¢sicos. Messi dio un paso adelante, pidi¨® la pelota y se ech¨® al equipo al lomo. A los seis minutos, presion¨® a Sergio Ramos, aprovech¨® su resbal¨®n y se fue a por Casillas. La primera la gan¨® el portero. M¨¢s necesario que nunca, se ofreci¨® por todos lados, en especial por dentro, con Iniesta a su izquierda, Cesc muy cerca y Alexis como referente. Encontr¨® a los 22 minutos al chileno, que se desmarc¨® despu¨¦s de recoger el bal¨®n en su campo y de conducirlo con la oposici¨®n de tres jugadores.
A La Pulga le sali¨® el demonio que lleva dentro, ese que le convierte en imparable
A La Pulga le sali¨® el demonio que lleva dentro, ese que le convierte en un tipo hura?o y de mirada huidiza cuando algo se le tuerce o le convierte en imparable. Messi compareci¨® en el Bernab¨¦u con 43 goles marcados en lo que va de a?o y 20 pases de gol regalados a sus compa?eros. Le quedan dos partidos para acabarlo y un t¨ªtulo que ganar despu¨¦s de celebrar los Liga, la Champions, la Supercopa de Europa y la Supercopa de Espa?a. Le pit¨® la afici¨®n madridista como a nadie porque pocos le han hecho m¨¢s da?o al Madrid que ese argentino con alma de demonio: ocho goles en los diez cl¨¢sicos de la Liga, 13 si se atiende a todas las competiciones, no muy lejos de los 18 de Di Stefano o los 15 de Ra¨²l. Nadie ha podido marcarle m¨¢s goles que ¨¦l a Casillas (13).
Despu¨¦s de los 12 partidos que ha disputado contra el Madrid, despu¨¦s de esos 13 goles en los cl¨¢sicos, Messi se fue a Jap¨®n, donde el Bar?a disputar¨¢ esta semana el Mundial de clubes. No marc¨® en su novena visita al Bernab¨¦u, donde ha sumado seis goles. Pero se fue sonriente: a fin de cuentas, nada le gusta m¨¢s que ganar al Madrid. Y no pierde en el Bernab¨¦u desde el 22 de diciembre de 2006. Tampoco marc¨® su principal antagonista, Cristiano Ronaldo, de manera que ambos, con 17 goles cada uno, contin¨²an su pugna por el pichichi del campeonato, aunque ese aspecto quedara en un segundo plano. Lo que importaba por encima de cualquier otro detalle, era una victoria, vital en la pugna que mantienen ambos equipos en la cabeza de la clasificaci¨®n.
No descuid¨® Messi el trabajo defensivo y le protest¨® al ¨¢rbitro. En una de esas, en el minuto 37, vio la tarjeta amarilla por reclamarle al colegiado una amonestaci¨®n para Coentrao, despu¨¦s de una falta sobre Alexis. Poco despu¨¦s, en el minuto 44, en la disputa de un bal¨®n dividido con Xabi Alonso, Fern¨¢ndez Borbal¨¢n no atendi¨® las reclamaciones de la grada y de los jugadores del Madrid y no estim¨® que esa acci¨®n mereciera otra tarjeta, una sanci¨®n que hubiera significado su expulsi¨®n.
No hab¨ªa tocado la pelota tras el descanso cuando Xavi caz¨® un rebote en la frontal y el Barcelona marc¨® el segundo gol. Agazapado, esper¨® el momento de soltar toda su astucia, esa que le convierte en el mejor futbolista del mundo. Siempre presente, busc¨® la manera m¨¢s inteligente posible, junt¨¢ndose con Iniesta, con Xavi, con Busquets o con Alves. Una carrera suya, con Xabi Alonso pis¨¢ndole los talones, llev¨® al Barcelona al ¨¢rea de Casillas y a Cesc F¨¤bregas a marcar en el Bernab¨¦u en su primera visita liguera con el Barcelona.
Con la porter¨ªa entre ceja y ceja, con el Real Madrid necesitado de volcarse en busca de V¨ªctor Vald¨¦s, la Pulga brinc¨® camino de Casillas. La defensa del Madrid, exigida, tens¨® los encuentros con Messi y en una de esas, le cost¨® una tarjeta a Sergio Ramos por derribarle. Messi no gan¨® ayer el Bal¨®n de Oro, el que puede ser el tercero consecutivo en su vertiginosa carrera, la de un jugador de 24 a?os que dio otro paso a una gloria que sin duda se merece. Una gloria que, por descontado, incluye al Barcelona.
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