Cuenta atr¨¢s para salvar la selva

El Parque Nacional Yasun¨ª en la Amazonia ecuatoriana es uno de los lugares con m¨¢s biodiversidad del planeta. Su subsuelo almacena 846 millones de barriles de petr¨®leo por un valor superior a 7.200 millones de d¨®lares (5.385 millones de euros). En 2007, el presidente Rafael Correa ofreci¨® dejar el petr¨®leo bajo tierra si la comunidad internacional compensaba a Ecuador con 2.693 millones de euros en 13 a?os.

El ultim¨¢tum vence a fin de a?o. Si el 31 de diciembre la iniciativa Yasun¨ª ITT no ha recaudado como m¨ªnimo 100 millones de d¨®lares (75 millones de euros) se pondr¨¢ en marcha el plan B: construir carreteras y extraer el petr¨®leo de la zona. Desde septiembre, el fondo Yasun¨ª administrado por las Naciones Unidas acepta donaciones de particulares e instituciones privadas con el objetivo de alcanzar el compromiso que los Gobiernos no han sabido establecer.

Llegar hasta el Parque Nacional Yasun¨ª no es f¨¢cil. De Quito a Coca en avi¨®n y despu¨¦s dos horas por carretera hasta Pompeya. Tras cruzar en lancha el r¨ªo Napo se llega a la Estaci¨®n Cient¨ªfica Yasun¨ª. Aqu¨ª hay que embarcarse en una canoa motorizada que llevar¨¢ a los visitantes durante dos horas y media por el r¨ªo Tiputini hasta el destino final: la Estaci¨®n de Biodiversidad de la Universidad San Francisco de Quito. Un para¨ªso.

Situada en lo m¨¢s rec¨®ndito de la selva, sin poblaci¨®n ind¨ªgena cercana y desde luego sin turistas, es el lugar ideal para estudiar ecosistemas y fauna v¨ªrgenes de influencia humana. Kelly Swing, fundador y director cient¨ªfico de la estaci¨®n, explica que cada mes catalogan especies nuevas y cerca existen a¨²n comunidades ind¨ªgenas en aislamiento voluntario. Swing se siente muy preocupado por el futuro de este santuario natural: "Si empiezan a construir carreteras todo est¨¢ perdido", dice el cient¨ªfico, para quien la explotaci¨®n del Yasun¨ª ser¨ªa un desastre medioambiental de consecuencias mucho peores que siniestros como el vertido del Golfo de M¨¦xico. Con la salvedad de que, ahora, evitarlo es una decisi¨®n pol¨ªtica.

El planteamiento de la iniciativa Yasun¨ª ITT es muy directo: Ecuador no es un pa¨ªs rico y su poblaci¨®n tiene necesidades importantes que podr¨ªan verse aliviadas con la millonaria inyecci¨®n de d¨®lares que obtendr¨ªa si explotara el parque. El Gobierno de Ecuador asume su compromiso en preservar la riqueza natural. Presentada en 2007, la pionera iniciativa tuvo una buena acogida y Gobiernos como Alemania o Espa?a prometieron apoyar. Pero el plan empez¨® a tambalearse por cambios en la junta directiva y la ambig¨¹edad de Correa. Su tono amenazante y poca claridad en el destino de las donaciones generaban desconfianza en los negociadores internacionales. La sensaci¨®n general era de pesimismo y desconfianza. Se rumoreaba que los planes de explotaci¨®n ya hab¨ªan sido dise?ados y el verdadero objetivo del Gobierno ecuatoriano era extraer el petr¨®leo pudiendo responsabilizar a la comunidad internacional de no haber apoyado el proyecto. Pero este verano hubo un cambio de estrategia significativo: la ONU auspici¨® la iniciativa, se estableci¨® que el dinero solo se utilizar¨ªa para conservaci¨®n, y cre¨® un directorio que acepta donaciones individuales, de instituciones y de Gobiernos regionales adem¨¢s de centrales.

La reacci¨®n a este nuevo enfoque est¨¢ resultando muy positiva, y seg¨²n, Ivonne Baki, responsable de la comisi¨®n negociadora "la cantidad conseguida se acerca a los 80 millones de d¨®lares [60 millones de euros] y todo parece indicar que este primer pelda?o se va a superar". No ser¨¢ el fin de la historia. El futuro del Yasun¨ª continuar¨¢ incierto, pendiente de donaciones privadas y de diversos organismos. Pero tambi¨¦n en ¨²ltima instancia del Gobierno de Ecuador, un pa¨ªs peque?o pero de una riqueza natural abrumadora. Con espacios como los glaciares andinos, la selva amaz¨®nica y las islas Gal¨¢pagos, Ecuador dispone de un patrimonio que, a medio plazo, deber¨ªa ser econ¨®micamente m¨¢s rentable que todo el petr¨®leo extra¨ªdo del Yasun¨ª. Si dependiera de la voluntad de la mayor¨ªa del pueblo ecuatoriano, sin duda, el petr¨®leo se quedar¨ªa bajo tierra.