No usar¨¢s a la Corona en tu provecho
El 'caso Urdangarin' pone a prueba una instituci¨®n sometida a tensiones - Se debate el l¨ªmite de la familia real y su transparencia
Era como una mina de efecto retardado que pod¨ªa estallar de un momento a otro, pero la sacudida se produce en el momento en que la crisis desgasta la imagen de las instituciones del Estado y los espa?oles suspenden por vez primera a su Corona, bien es verdad que por tan solo dos d¨¦cimas, un 4,8. ?Habr¨ªa que prohibir a la familia real hacer negocios, como plantea el senador Jordi Guillot de Iniciativa Per Catalunya-Verts)? ?Exigir a la Casa del Rey que detalle sus cuentas, como reclama IU desde hace a?os y ahora tambi¨¦n UPyD? El caso Urdangar¨ªn es un escalofr¨ªo de presi¨®n y bochorno que recorre la espina dorsal de la Monarqu¨ªa y que ha obligado a La Zarzuela no solo a apartar al marido de la infanta Cristina de los actos oficiales, sino tambi¨¦n a anunciar que har¨¢ p¨²blicas sus cuentas en la web antes de fin de a?o.
"El Rey gasta poco e invierte bien", dice una fuente de La Zarzuela
La Casa Real dispone este a?o de un presupuesto de 8,4 millones
Los espa?oles han suspendido por primera vez a la Corona en el CIS
'Forbes' atribuye al jefe del Estado espa?ol una fortuna de 1.790 millones
La instrucci¨®n para las infantas es que sean activas pero no hagan negocios
Urdangarin pareci¨® encarnar el elemento integrador con la sociedad
La Casa Real se cree "una de las jefaturas de Estado m¨¢s baratas y eficaces"
Prohibir la actividad privada alimentar¨ªa la idea de una realeza ociosa
?Tendr¨¢n que recomponer de nuevo la fotograf¨ªa de la familia real que se ofrece a los espa?oles en la web oficial de la Casa del Rey? De izquierda a derecha, el Rey, la Reina, la infanta Cristina, su marido, I?aki Urdangarin, la infanta Elena, la princesa consorte Letizia Ortiz y su esposo Felipe, el pr¨ªncipe heredero; todos posando relajados y sonrientes, a medio camino entre la solemnidad requerida y la naturalidad buscada, en esa franja del comportamiento gestual en la que la familia se maneja con soltura. De la fotograf¨ªa regia ya se cay¨® el 21 de enero del pasado a?o Jaime de Marichalar, tras su divorcio con la infanta Elena. Luego, ha sido despose¨ªdo del t¨ªtulo de duque de Lugo y apartado, en cascada, de los Consejos de Administraci¨®n de una serie de sociedades que, ahora es ya evidente, no le cedieron una plaza por m¨¦ritos propios, sino por haber emparentado con la Corona.
Roto el matrimonio, deshecho el v¨ªnculo que le ligaba a la Casa del Rey, Marichalar no solo ha perdido el favor real, sino tambi¨¦n el prestigio y las expectativas de influencia, negocio y poder que aporta esa p¨¢tina como dorada y algo m¨¢gica que envuelve a la Corona. Hasta su figura en el Museo de Cera de Madrid ha sido retirada y arrinconada en el s¨®tano del edificio. "El Rey te lo da y el Rey te lo quita; fuera de la familia real, solo eres t¨²" podr¨ªa ser la m¨¢xima mon¨¢rquica en estas situaciones.
Pero ?qui¨¦nes forman la familia real? ?I?aki Urdangarin quedar¨ªa fuera de ella en el caso, hipot¨¦tico, de que los jueces le declararan culpable? Aunque el yerno del Rey y duque de Palma no est¨¢ todav¨ªa imputado, la investigaci¨®n de la pretendida trama corrupta del Instituto N¨®os lleva ya indefectiblemente la etiqueta de su nombre. Y eso que el marido de la infanta Cristina, salt¨® de la presidencia de esa ONG en 2006, se supone que a instancias de la propia Zarzuela. Es como si, desde la lejan¨ªa de un hipot¨¦tico fallo judicial condenatorio, el trueno del esc¨¢ndalo llevara tiempo anunci¨¢ndose en las estancias de palacio. La Corona sabe que semejante mancha puede dejarle una salpicadura indeleble, extender el rechazo a la Monarqu¨ªa y multiplicar las diatribas de quienes, desde el extremismo, abonan el pintoresco lema de Los Borbones a los tiburones.
La Zarzuela difunde su "respeto al trabajo de los jueces" y a la "presunci¨®n de inocencia", junto al anuncio de que "el se?or Urdangar¨ªn tendr¨¢ que defenderse por sus propios medios". Son tres mensajes en uno con los que hace malabares. ?Y qu¨¦ pasar¨¢ tambi¨¦n con la infanta Cristina si, como antigua tesorera del Instituto N¨®os, acaba siendo engullida en la vor¨¢gine de descr¨¦dito que puede desatar el caso de su marido? ?Ser¨¢ tambi¨¦n apartada de la fotograf¨ªa, retirada de la l¨ªnea sucesoria, eliminada de las recepciones, condenada al ostracismo oficial?
Algunos entendidos mon¨¢rquicos juzgan imprescindible una ley que desarrolle el t¨ªtulo II de la Constituci¨®n, relativo a la Corona, para aclarar sin g¨¦nero de dudas la composici¨®n de la familia real -otra cosa son los familiares del Rey-, y establecer el estatuto del pr¨ªncipe heredero y el orden sucesorio. "El Pr¨ªncipe se entrevista con jefes de Estado, pero ni ¨¦l ni la Reina tienen un estatuto jur¨ªdico que les cobije. Aunque la Constituci¨®n da libertad al Rey sobre la distribuci¨®n del presupuesto de la Casa del Rey, lo deseable es que sea p¨²blico, al igual que su patrimonio personal", sugiere el catedr¨¢tico de Derecho Constitucional, Antonio Torres del Moral. No es esa la opini¨®n de Gregorio Peces-Barba, uno de los padres de la Carta Magna. "En su momento, nos planteamos una ley org¨¢nica sobre la figura del pr¨ªncipe de Asturias, pero al final decidimos que era mejor dejarlo a los usos constitucionales y no legalizar ni encorsetarlo todo. El hecho de que el Rey haya optado por dar a conocer la distribuci¨®n de su dotaci¨®n presupuestaria nos da la raz¨®n", se?ala Peces-Barba. Tambi¨¦n el ministro en funciones de la Presidencia, Ram¨®n J¨¢uregui, se felicita por el anuncio. "Fortalece la credibilidad de la instituci¨®n, aunque no hay que olvidar que si la Casa del Rey dispone libremente de ese presupuesto es porque como el Congreso, el Senado y otras instituciones, tiene naturaleza constitucional".
"Lo que se produjo en Espa?a en 1978 no fue una restauraci¨®n real, sino la instauraci¨®n de una monarqu¨ªa democr¨¢tica parlamentaria de nuevo cu?o", destaca la catedr¨¢tica de Derecho Constitucional Yolanda G¨®mez S¨¢nchez. Sin embargo, la opacidad ha seguido envolviendo lo referente a las finanzas de un Rey que siendo Pr¨ªncipe no dispuso de fortuna que heredar. Su abuelo, Alfonso XIII, muri¨® exiliado en Roma, en la cama de un hotel, y su padre, Juan de Borb¨®n, sobrevivi¨® en Estoril (Portugal) gracias a las donaciones de lo que podr¨ªa llamarse la internacional mon¨¢rquica.
Como la Scarlett O'Hara de Lo que el viento se llev¨®, ?tambi¨¦n don Juan Carlos de Borb¨®n se prometi¨® a s¨ª mismo no padecer nunca m¨¢s las servidumbres de la falta de dinero? Algo de eso podr¨ªa aventurarse si se diera cr¨¦dito a la noticia de la revista Forbes que adjudica al jefe del Estado espa?ol una fortuna de 1.790 millones de euros. Solo que los c¨¢lculos de Forbes est¨¢n hechos con la suma del valor estimado de los palacios y jardines reales: el palacio Real, Aranjuez, La Zarzuela, Oriente..., abiertos al eventual uso y disfrute del Monarca, s¨ª, pero Patrimonio Nacional de los espa?oles. "No creo que su fortuna llegue al 10% del patrimonio de las reinas de Inglaterra o la de Holanda", apunta Yolanda G¨®mez. De todas formas, ?no convendr¨ªa darle transparencia a esas finanzas, aunque solo sea para ahorrarse los rumores, especulaciones y maledicencias? Forman legi¨®n las gentes que buscan ser asociados a la Corona para servirse de su influencia y prestigio.
Basta echar un vistazo a la agenda de La Zarzuela para comprender hasta qu¨¦ punto el mundo de la empresa y los negocios trata de arrimarse a la familia real. Y es que la presencia del Pr¨ªncipe en la inauguraci¨®n de una urbanizaci¨®n puede asegurar el ¨¦xito de la operaci¨®n, de la misma manera que una foto buscada con Su Majestad puede abrir puertas insospechadas y tambi¨¦n servir de coartada a proyectos fant¨¢sticos y a turbios prop¨®sitos. La fotograf¨ªa en la que el presidente del F¨®rum Filat¨¦lico, Francisco Briones, recibi¨® del Rey el M¨¢ster de Oro por sus dotes para la alta direcci¨®n ha sido exhibida con reproche en las manifestaciones de afectados por esa supuesta estafa.
El prestigio de la Corona es un capital y un patrimonio tan delicado como inmenso que conviene administrar con prudencia porque, como se ha visto en el pasado, en los casos de Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos y de Mario Conde, por ejemplo, las ca?as pueden volverse lanzas si quienes en su d¨ªa se regocijaban de su amistad con el Monarca se revuelven contra ¨¦l, frustrados porque no encontraron los favores o la protecci¨®n real que buscaban. De acuerdo con el art¨ªculo 65 de la Carta Magna, el Monarca recibe anualmente de los Presupuestos del Estado, previa aprobaci¨®n de las Cortes, una cantidad que ¨¦l distribuye a su arbitrio en el sostenimiento de la familia y de la Casa.
Con ese dinero, que en el presente a?o ha quedado rebajado en un 5,2% hasta los 8,4 millones de euros, paga al personal de la alta direcci¨®n y a los funcionarios asignados a su cargo con sueldos equivalentes a los ministros, secretarios de Estado, subsecretarios y directores generales. Abona, tambi¨¦n, los gastos de la administraci¨®n de la Casa del Rey: protocolo, recepciones, dietas, transportes, material de oficina, etc¨¦tera, adem¨¢s de retribuir a su familia. El resto lo ahorra, lo invierte o se lo gasta, conocida su afici¨®n por los coches y su inter¨¦s por el mercado del arte. Tanto la Reina como el Pr¨ªncipe heredero cuentan con una dotaci¨®n estable, pero no as¨ª las infantas, ya emancipadas laboralmente, a las que se retribuye en funci¨®n de sus servicios de representaci¨®n a la Casa del Rey.
En conjunto, el jefe de Estado corre con las remuneraciones de una docena y media de personas, puesto que el resto de los empleados en La Zarzuela, hasta un total de 130, dependen a efectos salariales del Ministerio de la Presidencia. A esa plantilla hay que a?adirle los militares, los guardias civiles encargados de la seguridad y los conductores de los veh¨ªculos oficiales. Por supuesto, todos los gastos derivados de sus viajes y visitas oficiales al extranjero los abona el Ministerio de Exteriores. Desde la intentona golpista del 23-F, impulsada por el general Alfonso Armada, antiguo preceptor del Rey, los nombramientos de los altos cargos de La Zarzuela deben ser refrendados por el presidente del Gobierno.
Aunque el art¨ªculo 56 de la Constituci¨®n establece que la persona del Rey es inviolable y no est¨¢ sujeta a responsabilidad, la gesti¨®n presupuestaria de la Casa de Su Majestad responde formalmente a los procedimientos de la Administraci¨®n p¨²blica y a la legislaci¨®n laboral. Un interventor del Estado asesora en cuestiones t¨¦cnicas al monarca que, al igual que el resto de la familia real, hace su declaraci¨®n de renta y paga sus impuestos. Otra cosa son las donaciones y los innumerables regalos, a veces costos¨ªsimos, que recibe. ?Habr¨ªa que establecer un criterio, un l¨ªmite de valor, un c¨®digo de conducta, para decidir qu¨¦ regalos podr¨ªa reserv¨¢rselos el Monarca y cu¨¢les deber¨ªan pasar al Patrimonio Nacional?
"El secreto de la fortuna personal del Rey reside, sobre todo, en gastar poco, ya que la familia tiene casi todo pagado, y hacer buenas inversiones", indica una persona vinculada a La Zarzuela. Desde los esc¨¢ndalos protagonizados por Manuel Prado y Col¨®n de Carvajal, antiguo administrador del patrimonio del Monarca, la Corona se cuida mucho de que sus inversiones en acciones o sus adquisiciones se hagan en nombre de Su Majestad. Puertas adentro, la instrucci¨®n general para las infantas, consortes y dem¨¢s es que hay que ser profesionalmente activos, pero no dedicarse a los negocios. Y se supone que, pese a todo, el precepto supremo de "No usar¨¢s el nombre y la imagen de la Corona en vano ni en provecho propio" deber¨ªa seguir vigente. "La de Espa?a es una de las jefaturas de Estado m¨¢s baratas y con m¨¢s actividad y eficacia del mundo", sostienen todas y cada una de las personas aqu¨ª entrevistadas.
Prohibir al conjunto de la familia real participar en negocios acarrear¨ªa tener que pagarles un salario p¨²blico. ?No alimentar¨ªa tambi¨¦n la perniciosa idea de una realeza improductiva, parasitaria? El sentido com¨²n parece dictar que tanto los Monarcas como el Pr¨ªncipe heredero deben quedar al margen de los negocios y que, como la mujer del C¨¦sar, no solo est¨¢n obligados a ser honestos, sino tambi¨¦n a parecerlo. Y es que en el caso de Espa?a, la Monarqu¨ªa parlamentaria solo tiene sentido en la medida en que representa y simboliza eficazmente la naturaleza democr¨¢tica y la unidad y pluralidad del Estado.
Aunque conserva viejos elementos estructurales, como el car¨¢cter hereditario y el peculiar estatuto jur¨ªdico del Rey y su familia, est¨¢ llamada a desempe?ar un papel ejemplificador de los valores de la cohesi¨®n y la convivencia. Precisamente, I?aki Urdangarin, hijo de un exdirigente del PNV, pareci¨® encarnar ese esfuerzo integrador de la Corona, radicalmente incompatible con el tr¨¢fico de influencias y la corrupci¨®n.
"Pedir¨ªa que mi cuerpo fuera envuelto en la bandera tricolor de la Rep¨²blica. No ser¨ªa una toma de posici¨®n pol¨ªtica. Estoy convencido de que la Monarqu¨ªa parlamentaria es hoy por hoy, habida cuenta de las circunstancias pol¨ªticas espa?olas, el mejor sistema posible para garantizar la democracia, para mantener la imprescindible cohesi¨®n de los diferentes componentes nacionales de Espa?a: la mejor forma de desarrollo de la res p¨²blica, en definitiva", dej¨® escrito el intelectual y pol¨ªtico, superviviente del campo de concentraci¨®n de Buchenwald, rojo declarado, Jorge Sempr¨²n. A esa sensibilidad pol¨ªtica, republicana de coraz¨®n pero juancarlista por realismo democr¨¢tico, debe servir tambi¨¦n la Monarqu¨ªa espa?ola desde la prudencia, la honestidad y la transparencia.
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