Referencias al dibujo del gran arquitecto

Coincidiendo con el 104 cumplea?os del arquitecto ?scar Niemeyer (R¨ªo de Janeiro, 1907), la bailaora y core¨®grafa sevillana Mar¨ªa Pag¨¦s trae al teatro Espa?ol su ¨²ltima creaci¨®n inspirada en la obra de este renombrado hombre de grandes proyectos. La escenograf¨ªa est¨¢ liderada por tres filamentos que cuelgan y ondulan hasta sugerir el perfil de sus construcciones o de la propia ciudad de R¨ªo, y arropan una sucesi¨®n de bailes, algunos m¨¢s afortunados que otros, aparentemente conectados por la idea sumaria de la arquitectura, pero en realidad cada uno concebido como una c¨¦lula.

Se acercan esas l¨ªneas m¨®viles a los bocetos de trazo grueso que suele hacer el propio Niemeyer, como los que adornan los vest¨ªbulos del auditorio de Ravello, su ¨²ltima y ejemplar gran obra en Europa. Mar¨ªa Pag¨¦s abre la funci¨®n con un baile ecl¨¦ctico y modernizante, enfundada en estrechos pantalones negros y en silueta, a contraluz. Luego una farruca y as¨ª hasta llegar a la Guajira, una muestra m¨¢s de su fuerte heterodoxia.

De su vestuario destaca un traje rojo donde emula las im¨¢genes modernistas de Loie Fuller con su ondular de telas hasta conseguir fijar en el espectador un imaginario escult¨®rico de sucesi¨®n arm¨®nica, curvas que luego, si se quiere, tienen que ver con su particular manera de entender el braceo en los bailes de tradici¨®n, un estilo propio del que abusa pero que da sello a su personalidad esc¨¦nica.

El cuerpo de baile est¨¢ formado por elementos bien entrenados vestidos en tonos de gris y muy cercanos a la indumentaria de faena con ciertos fruncidos y plieguecillos; ellos arropan a la solista y enlazan las escenas con un fuerte trabajo de zapateado, lo que, a¨²n en su propio valor, debe ser balanceado. Se percute y se atrona el suelo hasta limitar las figuras que componen el baile en su conjunto.