El m¨¦rito c¨ªvico
Hay personas que saben mover nuestras ideas y actitudes y hay ideas y actitudes -el compromiso, el rigor, la conciencia cr¨ªtica- que parecen condensarse en algunas personas. Javier Pradera fue una de ellas. Una de esas personas que siempre, especialmente en los tiempos m¨¢s dif¨ªciles, tuvo claro que un pa¨ªs es lo que hemos sido pero, sobre todo, lo que podemos ser. Que ning¨²n proyecto colectivo puede construirse sobre el terror, la desconfianza o la intolerancia. Una de esas personas que siempre han sabido que la independencia nada tiene que ver con la indiferencia, sino que m¨¢s bien es un contrario; que la libertad de cr¨ªtica no tiene que ver con renunciar a mirar sino, al rev¨¦s, con poseer una mirada propia.
Perm¨ªtanme que declare mi admiraci¨®n por Javier Pradera. Una admiraci¨®n personal, larga en el tiempo, que trasciende la condici¨®n con la que comparezco hoy, todav¨ªa, ante ustedes; aunque sea esta condici¨®n, la de presidente de Gobierno, la que me depare la oportunidad, el privilegio, de imponer a alguien al que tanto he admirado esta medalla. Una distinci¨®n para la que Javier Pradera -"Pradera", como se le conoc¨ªa, con una rotundidad que parec¨ªa evocar su propio rigor intelectual- reuni¨® a lo largo de su vida todo el m¨¦rito. El m¨¦rito c¨ªvico, como intelectual y periodista que acompa?¨® con su lucidez cr¨ªtica el nacimiento y el desarrollo de la democracia espa?ola. Y el m¨¦rito espec¨ªficamente jur¨ªdico-constitucional, pues muy pocos como ¨¦l han sido capaces de explicar con tanta claridad y fineza el significado de los derechos y de las instituciones que consagra la Constituci¨®n de 1978.
En los art¨ªculos de Pradera nunca encontramos afirmaciones apod¨ªcticas, opiniones no contrastadas, por supuesto, nada parecido a soflamas o a invectivas dogm¨¢ticas, de trinchera. En Pradera siempre hay lo contrario: esfuerzo por razonar, por fundamentar, por persuadir. En Pradera hay un profundo respeto a la inteligencia del lector, que ve y siente c¨®mo se mecen ante sus ojos los matices, los argumentos, los puntos de vista... algo que ¨¦l sab¨ªa como pocos hacer compatible con el vigor en la defensa de las propias ideas.
S¨ª, Pradera era un intelectual, "un hombre de letras o un artista", como ha definido tal cualidad otro intelectual tan pr¨®ximo a ¨¦l como Fernando Savater: "Que no se limita a ejercer su oficio sino que se involucra en el debate pol¨ªtico y social". Que "pretende denunciar injusticias, movilizar conciencias ciudadanas y ayudar a ilustrarlas, proponiendo y apoyando soluciones a los males de la comunidad". S¨ª, un intelectual comprometido con los tiempos que le toc¨® vivir, desde su activismo en la Universidad, desde las editoriales en las que trabaj¨® (...) Y, sobre todo, pues ah¨ª encontr¨® su verdadera vocaci¨®n, desde las p¨¢ginas de EL PA?S como editorialista y jefe de Opini¨®n primero, y luego, en una segunda, larga y fruct¨ªfera etapa como columnista y comentarista en la SER.
Honrar hoy a Pradera nos lleva a honrar la libertad de expresi¨®n, el pluralismo informativo, la capacidad de someter al poder a una cr¨ªtica -en conocida expresi¨®n de la jurisprudencia americana- "robusta y desinhibida". Como ha practicado y practica, desde que se fund¨®, junto a la democracia misma, el peri¨®dico de Pradera, EL PA?S, fundado para la libertad, pilar de la democracia y hoy embajador global, ejemplo de periodismo democr¨¢tico. Ese gran proyecto promovido por una persona que quiero recordar hoy: Jes¨²s de Polanco.
Y qu¨¦ mejor manera de concluir estas palabras que aunar el compromiso de Pradera como intelectual, su m¨¦rito constitucional y la defensa de la libertad de expresi¨®n que recordar el editorial que escribiera Pradera y publicara EL PA?S como respuesta al golpe de Estado del 23-F, Con la Constituci¨®n: "A la hora de cerrar esta edici¨®n, la situaci¨®n parece controlada por el Rey y las fuerzas y poderes legales. (...) Las horas y los d¨ªas venideros determinar¨¢n el futuro en libertad de Espa?a". En efecto, el futuro en libertad de Espa?a que disfrutamos gracias al compromiso de ciudadanos como Javier Pradera. Reciba a t¨ªtulo p¨®stumo, con emoci¨®n y agradecimiento, esta medalla al m¨¦rito constitucional.
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