12 personajes en 3D salto a una nueva dimensi¨®n

El dice a secas: "Ella es brillante". Y ella disimula: "Enseguida nos reconocimos". El resto vino marcado por algo que ambos denominan las "afinidades selectivas": Mar¨ªa y V¨ªctor se unieron porque descompon¨ªan e imaginaban estructuras con una mirada com¨²n. Primero fueron amigos y m¨¢s tarde se convirtieron en Langarita y Navarro, un estudio de arquitectura que pronto inaugurar¨¢ una de esas obras capaces de marcar un antes y un despu¨¦s en la concepci¨®n de una ciudad: la rehabilitaci¨®n de la Serrer¨ªa Belga (Madrid), un edificio industrial de principios del siglo XX, a orillas del paseo del Prado, abandonado desde los a?os ochenta y que a partir de 2012 albergar¨¢ el Intermediae Prado. "Un espacio de expresi¨®n de nuevas formas y procesos creativos", seg¨²n el Ayuntamiento de Madrid, promotor de la obra; un sistema de cubos rojos, amplios y luminosos, adheridos como un nido de golondrinas a la vieja estructura de vigas y columnas, seg¨²n se aprecia en la memoria del proyecto.

La suerte quiso que aquel concurso se celebrara antes de la tormenta econ¨®mica. Ahora, suelen quedar encasquillados en alg¨²n caj¨®n, esperando a que pare la lluvia. Ellos comenzaron a edificar muy pronto. Langarita se encontraba tomando un caf¨¦ en su pueblo de Zaragoza, poco despu¨¦s de acabar la carrera. En la mesa de al lado alguien discut¨ªa los pormenores de una vivienda que pretend¨ªa levantar. Su madre intervino. "Mi hija es arquitecta", dijo. As¨ª naci¨® la Casa FX, primera colaboraci¨®n de la pareja. Luego siguieron trabajando por su cuenta, cada uno en distintos estudios. "Absorbiendo como esponjas", porque a esto, dicen, se dedican. Hasta que quedaron finalistas de un concurso de rehabilitaci¨®n de una de las naves del Matadero de Madrid. Aquello no les dio un edificio, pero s¨ª un pellizco de liquidez, confianza y visibilidad. El impulso necesario para armar un estudio a medias.

A?os despu¨¦s, en 2010, fue el Matadero quien acudi¨® a ellos para pedirles una extra?a misi¨®n: reconvertir otra de sus naves en una escuela itinerante de m¨²sica, la Red Bull Music Academy, que viaja cada a?o de una ciudad a otra. Langarita y Navarro pulieron en dos semanas un proyecto en el que mezclaban los elementos de guerrilla (una especie de trinchera hecha de sacos terreros) con peque?as casitas propias del poblado de los Ewoks. "Un ejercicio de arquitectura flexible e ingeniosa [...] capaz de integrar vegetaci¨®n y construcci¨®n", en palabras de Anatxu Zabalbeascoa, especialista de arquitectura de El Pa¨ªs. Los arquitectos, de 31 a?os, se explican: "Entendemos lo ya construido como un campo libre de acci¨®n. No hace falta buscar formas nuevas, sino repensar sobre lo ya construido. Nos gusta mantener lo preexistente, sin maquillar ni transformar, de igual a igual, con el mismo nivel de dignidad".

MAR?A LANGARITA Y V?CTOR NAVARRO

"No hace falta buscar formas nuevas.

A la arquitectura le corresponde ahora

repensar sobre lo ya construido"

Arquitectos. Comparten el estudio Langarita y Navarro. Su obra de rehabilitaci¨®n de la Serrer¨ªa Belga (Madrid) ser¨¢ inaugurada en 2012.

Cuando Gemma Mengual colg¨® el ba?ador en 2009 hubo alguien que siempre hab¨ªa estado all¨ª, en el agua, como una sombra o un reflejo de la mujer que le puso nombre a la nataci¨®n sincronizada en Espa?a. Andrea Fuentes ahora asume el papel de capitana de un equipo de mujeres que fue encontrando su sitio poco a poco, partiendo del ¨²ltimo puesto (se quedaron fuera de la olimpiada en 2000) hasta lograr en 2008 tres oros en el Campeonato Europeo y dos platas en los Juegos de Pek¨ªn.

Con "la sincro", as¨ª la llama, Fuentes empez¨® a los nueve a?os, una actividad extraescolar de la que nadie hab¨ªa o¨ªdo hablar entonces, pero dos a?os despu¨¦s, en 1994, se adentr¨® por primera vez en un campeonato de Espa?a. Ella suele decir que todo comenz¨® mucho antes: naci¨® practicando la apnea, con el cord¨®n umbilical anudado al cuello. Y aunque siempre apareci¨® a la estela de Mengual, fue Fuentes quien obtuvo la primera medalla espa?ola en esta disciplina, en el mundial j¨²nior de Seattle, en 2001, junto a su hermana peque?a, Tina. Luego, ha ido sumando metales casi en cada competici¨®n a la que ha asistido.

Pero, ay, siempre quedan espinitas clavadas. Como las de este verano. Por primera vez, acud¨ªa como capitana a unos mundiales. Y el equipo sum¨® medallas en seis de las siete disciplinas en las que participaba, incluidas una plata y un bronce en las categor¨ªas de solo libre y solo t¨¦cnico, en las que Fuentes nad¨® y bail¨® y se zambull¨® con m¨²sica de Edith Piaf y Janis Joplin. "Pero en casi todas nos llevamos el metal de m¨¢s abajo", dice con ese regusto amargo de quien persigue la perfecci¨®n del cuerpo y la mente casi cada minuto. Acud¨ªa un equipo joven, que ronda los 20 a?os de media, y ser¨¢ en los Juegos Ol¨ªmpicos de Londres, el verano que viene, cuando habr¨¢ de mostrar su liderazgo y la sincron¨ªa y originalidad de sus movimientos: "Como nueva generaci¨®n intentaremos lograr lo que la anterior, las dos platas de Pek¨ªn. El equipo es ahora 10 a?os m¨¢s joven de media. Y queremos demostrar que aquello no fue suerte". Ah¨ª andan, entrenando a diario en Barcelona, combinando pesas, nataci¨®n pura y dura, danza flamenca, gimnasia deportiva, ballet cl¨¢sico y pilates. Adem¨¢s de las coreograf¨ªas.

"Este deporte alterna lo art¨ªstico con lo deportivo", dice Fuentes. "E implica la b¨²squeda constante de la belleza". Todo bajo la batuta de Anna Tarr¨¦s, la seleccionadora espa?ola, la mujer que hizo de la nataci¨®n sincronizada una disciplina viable, la misma que entr¨® en una escuela y pas¨® a unos ni?os de nueve a?os un v¨ªdeo sobre un deporte del que ninguno hab¨ªa o¨ªdo hablar, y que fue formando, desde la infancia, un equipo conocido sobre todo por lo art¨ªstico e innovador de sus coreograf¨ªas. "Eso lo tenemos", seg¨²n Fuentes. "La t¨¦cnica es lo que debemos mejorar si queremos superar a Rusia y a China".

ANDREA FUENTES

"Somos una generaci¨®n nueva. Nos toca demostrar que todas las medallas del

pasado no fueron cuesti¨®n de suerte"

Deportista. Capitana de la selecci¨®n espa?ola de nataci¨®n sincronizada. El pr¨®ximo verano la veremos en los Juegos Ol¨ªmpicos de Londres.

imagen. Mar¨ªa lleva mono de Max Mara, cintur¨®n y pulseras de Chanel. Victor, traje de CK, camisa de Amarras, fular de Hackett y zapatos de Emporio Armani.

salto a la fama. A la derecha, Andrea lleva un vestido de seda con aplicaciones de tul y cristal de ?scar de la Renta y zapatos de Pedro Garc¨ªa.

Un d¨ªa de hace cuatro a?os, Antonio Navas se encontraba en Las Ramblas de Barcelona, recorri¨¦ndola calle arriba y abajo, con sus 1,88 cent¨ªmetros de altura y su caminar atl¨¦tico y fibroso, mientras repart¨ªa flyers de una discoteca. De tanto pasar, una pareja de ojeadores neoyorquinos le pidi¨® que se sentara a compartir una cerveza y le propusieron, sin m¨¢s, que se fuera a desfilar con ellos a Nueva York. As¨ª, de sopet¨®n, para un chico que no hab¨ªa viajado m¨¢s all¨¢ de Perpignan, aquello pudo sonar a propuesta poco seria o incluso indecente. "Dud¨¦ un poco. Y les dije: 'Lo siento mucho'. Con el tiempo supe que me dec¨ªan la verdad". Se los volvi¨® a encontrar a?os despu¨¦s, cuando comenz¨® a abrirse paso por su cuenta en el bamboleante mundo de la moda, en Nueva York.

La an¨¦cdota, en cualquier caso, refleja el porqu¨¦ del fen¨®meno Navas: su belleza, que ¨¦l suele definir como "cl¨¢sica y vers¨¢til" o sencillamente "poco macarra", sobresale por encima de la de los dem¨¢s. Es de rostro fino y anguloso, mand¨ªbula cuadrada, barba perenne de dos d¨ªas, y cejas gruesas rematando unos ojos casta?os. La altura va aparte. Dice que es "el ¨²nico alto de la familia; una mutaci¨®n gen¨¦tica". Su carrera como modelo naci¨® poco despu¨¦s de aquel episodio callejero. Su madre ley¨® un art¨ªculo sobre la agencia de modelos Sight. ?l se present¨® y lo ficharon. As¨ª de f¨¢cil. Hasta entonces hab¨ªa llevado una vida "normal, de estudiante" y la sigui¨® llevando, combinando los estudios de INEF con sus primeros pasos en las pasarelas.

Poco a poco, su nombre comenz¨® a sonar en una industria ¨¢vida de rostros nuevos. En seguida se le llam¨® el sucesor de Jon Kortajarena, uno de los top espa?oles que m¨¢s lejos ha llegado. En 2010, la revista GQ seleccion¨® a Antonio Navas como mejor modelo del pa¨ªs. Pero si tuviera que elegir otro hito en su carrera, dejando a un lado Las Ramblas, se queda con 2011 al completo. Este a?o, ha pateado el mundo de desfile en desfile y ha posado, entre otras muchas, para una campa?a de H&M que aparecer¨¢ en primavera del a?o que viene y presumiblemente empapelar¨¢ las ciudades con su cara. Por eso, para aprovechar el tir¨®n, en 2012 se muda a Nueva York. "Es el sitio, el meollo. Donde se encuentran las mejores producciones. Y siempre est¨¢s m¨¢s expuesto. Eso tampoco significa nada. Pero si me voy es porque le puedo sacar partido".

Asume que en el mundillo en que se mueve hay un elevado componente de azar. Un juego en el que suma puntos c¨®mo empieces y qu¨¦ tal caigas. Ambos, por ahora, le han ido bien. Dice: "Haciendo de modelo se puede aportar poco. Pero no me veo inc¨®modo en ning¨²n papel. Puedo posar tipo sport o de traje. Aunque esta profesi¨®n tambi¨¦n consiste en caer bien y ser normal. Guapos hay en todas partes. Se trata de aportar algo diferente".

ANTONIO NAVAS

"Guapos hay en todas partes.

En esta profesi¨®n llega lejos el que

es capaz de aportar algo diferente"

Modelo. Es uno de los 'tops' espa?oles que m¨¢s suenan. Se muda a Nueva York el a?o que viene. Y avisa: "Si me voy es para sacarle partido".

La presencia del m¨²sico en seguida se hace sentir como un peque?o terremoto, acorde con su estatura y su destreza al piano. Aparece en el estudio y en un minuto se adue?a de la situaci¨®n, preguntando si no se habr¨¢n fijado bien en la disposici¨®n de las teclas en el suelo (con los colores invertidos) y escribiendo unas notas en las paredes del cubo para que figuren a su espalda, sobre un pentagrama, resaltando as¨ª lo sobresaliente de su figura; en la imagen y en la vida real.

"?Y por qu¨¦ no Blasco de Nebra?", se pregunta luego con ese ritmo de ametralladora con el que discurren sus palabras y sus ideas. Si hubiera que marcar un punto en el que la trayectoria de este int¨¦rprete de 33 a?os se dispar¨® a escala internacional, ser¨ªa la grabaci¨®n de un disco de sonatas de este desconocido organista y compositor sevillano del siglo XVIII. Lo edit¨® con el prestigioso sello Harmonia Mundi, y aquello le abri¨® muchas de las puertas que quedaban por abrirse. "Su interpretaci¨®n es excelente, transmite una sensaci¨®n de aut¨¦ntica revelaci¨®n y trae la voz destacada de un compositor al siglo XXI por primera vez", dijo el cr¨ªtico musical del diario brit¨¢nico The Guardian.

En Espa?a se hab¨ªan ido conociendo las an¨¦cdotas y vericuetos de este destacado concertista desde que entr¨® en la veintena. Como aquel fabuloso encontronazo con Daniel Barenboim, en una audici¨®n privada en 2004: el director de orquesta argentino le pregunt¨® por el motivo de aquella visita, y ante la respuesta humilde de Perianes, seg¨²n cont¨® este en una vieja entrevista, Barenboim respondi¨® con autoridad: "?Mentira! D¨ªgame que quiere que le escuche para tocar conmigo, d¨ªgame la verdad, porque usted debe estar aqu¨ª por ambici¨®n".

Despu¨¦s de aprender del maestro argentino, y de acercarle al mundo su visi¨®n sobre Blasco de Nebra, le toc¨® el turno a Manuel de Falla, con una grabaci¨®n que edit¨® este a?o. Ahora anuncia otra aventura, un disco largo, de casi setenta minutos, interpretando a Beethoven, compositor en cuya obra ha profundizado estos d¨ªas junto al music¨®logo Luca Chianti, en busca de ese moto perpetuo, un ritmo constante, un hilo conductor cuyo paradigma, seg¨²n explica, se encuentra en la sonata Tempestad. "Hemos elegido cuatro piezas que lo muestran. Es un Beethoven diferente... Lo hemos desmenuzado para intentar extraer la segunda intenci¨®n del autor". Dice que todo m¨²sico integral ha de recorrer ineludiblemente las partituras de "uno de los grandes, una de las tres B". De la grabaci¨®n, que concluir¨¢ un d¨ªa antes de Nochebuena, espera una "receptividad entusiasta por parte del oyente". Y algo m¨¢s: "Reconocerme en el disco. Poder decir: 'Ese soy yo, con toda certeza". Una voz propia. No cabe una definici¨®n m¨¢s precisa (y a la vez ambiciosa) del ¨¦xito para el hijo de un empleado en las minas de Riotinto y de una ama de casa.

JAVIER PERIANES

"El ¨¦xito en la m¨²sica es reconocerte

en un disco. Y poder decir: 'Ese soy yo,

con toda certeza"

Pianista. Se marcha a Berl¨ªn a grabar un disco con piezas de Beethoven. Es, posiblemente, el mayor salto internacional en su carrera.

en bicicleta. En la p¨¢gina anterior, Antonio lleva traje y camisa

de Josep Abril, corbata de Burberry London y gafas de Ralph Lauren.

En blanco y negro. A la derecha, Javier con traje de Giorgio Armani, camisa de CK de Calvin Klein, pajarita de Lanvin y zapatos de Hogan.

Hay una expresi¨®n que repite ?lvaro Cervantes una y otra vez mientras hila su discurso. "M¨¢s que nunca", dice, "m¨¢s que nunca". Y las palabras parecen describir una espiral a su alrededor, como si encapsularan su estado de ¨¢nimo plet¨®rico y ambicioso. Cervantes, nacido en Barcelona, se acaba de mudar a Madrid para protagonizar una nueva serie de la factor¨ªa de Globomedia, Luna, el misterio de Calenda, con una trama al estilo Crep¨²sculo, pero con hombres lobo. ?l, muy probablemente, se ponga en la piel de un joven lic¨¢ntropo, de gruesas patillas y pelo rubio escarolado. No lo desvela; sonr¨ªe y deja el enigma flotando. Solo a?ade: "Es una nueva etapa. Un salto. Y tengo un personaje potente". Como dando a entender que se juega mucho con el papel.

Su vida como actor comenz¨® con una buena zancada: en 2008, estren¨® El juego del ahorcado, de Manuel G¨®mez Pereira, su primer largometraje, en el que compart¨ªa pantalla con Clara Lago y Adriana Ugarte. Fue nominado al Goya como mejor actor revelaci¨®n en 2009 y, aunque se qued¨® sin el busto del pintor (se lo llev¨® El Langui), dijo aquello de: "Me parece marciano estar sentado al lado de Benicio del Toro [en la gala de los Goya]". Porque hasta entonces solo se hab¨ªa fogueado en la serie La abuela, de TV3, que dur¨® una temporada, y a¨²n no hab¨ªa interiorizado la interpretaci¨®n como modo de vida. Ahora, en cambio, con 22 a?os, exuda energ¨ªa interpretativa: incluso mat¨® los momentos muertos de la sesi¨®n en 3D leyendo un libro sobre su oficio, El actor y la diana, de Declan Donnelan. "Creo que me puede servir m¨¢s que nunca", dijo sobre el volumen. "Y siento necesidad de descubrir. Estoy curioso, hambriento. La serie me est¨¢ dando esa base para probar".

Aunque Cervantes tambi¨¦n encontr¨® piedras en el camino hasta llegar hasta este sof¨¢ en el que ahora lee y espera a ser vestido para dar el salto a la tercera dimensi¨®n. Tras El juego del ahorcado se vio frente al vac¨ªo. Le entr¨® v¨¦rtigo, "ese miedo a dar el siguiente paso", en sus palabras. "No encontraba el amor, la intensidad que hab¨ªa sentido". Se dio cuenta de que hab¨ªa colocado un list¨®n en un lugar inalcanzable, una meta "absurda" porque "cuando la colocas, te frustras". El drama de los actores a medio forjar. Hizo cortos, papeles secundarios en el cine, alguna TV movie. Tard¨® un a?o en perder el miedo al qu¨¦ vendr¨¢. Se reactiv¨®, seg¨²n dice, con Punta Escarlata, un thriller en 13 episodios rodado en 2010 y emitido en 2011.

Ah¨ª empez¨® un a?o sin tregua: por primera vez se fogue¨® en teatro; grab¨® El coraz¨®n del Oc¨¦ano, una miniserie de aventuras, con Hugo Silva, y le dieron el papel protagonista de 88, de Jordi Moll¨¤. Todo su esfuerzo se podr¨¢ ver en 2012. "Me siento fuerte", dice. "Y con hambre. Creo que estoy llegando a otro lugar".

?LVARO CERVANTES

"Me siento fuerte y con hambre.

Tengo un personaje potente.

Y creo que estoy llegando a otro lugar"

Actor. Se encuentra rodando una serie que apunta muy alto. 'Luna, el misterio de Calenda' se estrena el a?o que viene. Va de hombres lobo.

Blanca Su¨¢rez tiene un lunar imperceptible en el p¨®mulo izquierdo, y suele decir "ostras", con un dulce acento en la o, cuando algo le sorprende o le apasiona. Y esto le sucede a menudo, sobre todo este ¨²ltimo a?o: ha sido la primera de su promoci¨®n de j¨®venes actores en pisar la alfombra roja de Cannes. Ocurri¨® en mayo, ante una emboscada de fot¨®grafos, el d¨ªa del estreno de La piel que habito. Ella iba en el vag¨®n de cola de un tren que conduc¨ªa Jean Paul Gaultier, seguido de Marisa Paredes, Antonio Banderas, Pedro Almod¨®var, Elena Anaya y Jan Cornet. Con el pelo recogido y la nuca desnuda; las lentejuelas de plata de su vestido devolv¨ªan destellos a las c¨¢maras, como corresponde a las grandes estrellas del celuloide.

Pero ahora no es capaz de encontrar las palabras. Y dice: "Ostras, eso ha sido... Un a?o muy especial en lo personal y lo profesional". Con un papel breve -no sale m¨¢s de 15 minutos en pantalla- ha armado un revuelo curioso que la ha llevado a posar para The New York Times Style Magazine, entre otras revistas extranjeras. De hecho, hay muchos que a¨²n se preguntan si era ella quien interpretaba a la hija atormentada de Banderas. "?Qui¨¦n? ?La chica de El internado? ?La de El barco?".

Blanca Su¨¢rez ha ido cambiando el registro desde que el director de casting Pepe Armengol dio con ella en 2006 en una peque?a escuela de teatro llamada Trit¨®n, en Madrid. All¨ª hab¨ªa ingresado a los nueve a?os. Cumpli¨® los 18 mientras rodaba su primera pel¨ªcula, Eskalofr¨ªo, de Isidro Ortiz. Y luego, apareci¨® su otro "pepito grillo", Luis San Narciso, el director de casting que ha ido iluminando las carreras de un n¨²mero indeterminado de actores, una de esas personas que parecen intuir el momento justo de abrir la puerta (tambi¨¦n dio paso a ?lvaro Cervantes). Le hizo un hueco en la serie de El internado (2007-2011, Antena 3) y luego se la present¨® a Almod¨®var. Desde entonces, Su¨¢rez protagoniza El barco, por la que se acaba de llevar el Ondas, y ha rodado dos papeles protagonistas, con Imanol Uribe (Miel de naranjas), y Eduard Cort¨¦s (The Pelayos). Ambas se estrenan en 2012. Quienes le rodean asumen una carrera mete¨®rica. Ella mantiene el toque humilde, y el acento sorpresivo en la o, cuando dice, por ejemplo: "Ahora estoy buscando trabajo. Esto es as¨ª: tienes un contrato temporal y eso supone que si termina la serie en marzo, me quedo en paro y no se cu¨¢ndo voy a volver a trabajar, o si voy a volver a trabajar. No depende de m¨ª. Siempre hay otro que decide. Lo ¨²nico que puedo hacer es esforzarme al m¨¢ximo". Lo hizo delante de esa extra?a c¨¢mara con dos ojos, colocada en una esquina del cubo gris. Su pelo hab¨ªa sido abultado, para ganar en efecto volumen y enfatizar la nueva dimensi¨®n. Para la foto de portada se pos¨® sobre la escalera con gracia. Una voz, desde fuera del cubo, dijo: "Tres y medio de interocular en ella y lo clavamos".

BLANCA SU?REZ

"Ha sido un a?o muy especial.

Lo ¨²nico que puedo hacer ahora

es seguir esforz¨¢ndome al m¨¢ximo"

Actriz. En 2011 se ha estrenado como chica Almod¨®var y ha recibido el Ondas a la mejor actriz de ficci¨®n. En 2012 volver¨¢ con dos pel¨ªculas.

sesi¨®n doble. A la izquierda, ?lvaro lleva un traje, camisa

y corbata de Dsquared2 Classic, los zapatos son de Gusto by Colomer.

m¨¢s palomitas. Blanca, con camisa y pantal¨®n de esmoquin,

de Armand Basi, zapatos de Burberry y brazalete y collares de Chanel.

He aqu¨ª el primer hombre en exhalar volutas de humo en 3D. Santi Balmes, cantante, guitarra y letrista de Love of Lesbian, grupo del que se ha dicho que ha alcanzado el "Olimpo de la escena indie" en Espa?a. El hombre cuya voz se fue agrietando a medida que avanzaba la sesi¨®n de fotos y se ve¨ªa obligado a encender un cigarrillo con la colilla del anterior, con el fin de captar en todo su volumen la nube blanca al borde de la boca y el esp¨ªritu irreverente de sus gestos. El tambi¨¦n llamado antiguo ni?o prodigio, padre de dos hijas de 5 y 7 a?os , con un libro de cuentos infantiles reci¨¦n editado, Yo matar¨¦ monstruos por ti, en el que habla de "la paternidad y el sentido de protecci¨®n". El artista que se lanz¨® al p¨²blico en uno de sus ¨²ltimos conciertos, en Valladolid, y se estrell¨® contra el piso porque nadie pudo (o quiso) cogerle. Un catal¨¢n de humor ¨¢cido y surrealista, amante de Monty Python y El jovencito Frankenstein, siempre con la lengua en ristre para re¨ªrse de s¨ª mismo o de quien toque, sea hombre, animal o cosa.

Balmes empez¨® a tocar con sus amigos de Sant Vicen? dels Horts (Barcelona) porque en aquel pueblo, dice, "no hab¨ªa nada que hacer y la fealdad exterior resultaba muy creativa". En el momento de ser retratado para este reportaje, se encontraba al borde de dar ese complicado siguiente paso de editar el disco con el que, probablemente, Love of Lesbian se convierta en una banda de consumo masivo. Es decir, se hallaba transitando la delgada l¨ªnea que separa lo independiente de la cultura dominante. Y como encerrado en una burbuja.

"Nos toca hacer un ejercicio doble de aislamiento", contaba Balmes en un receso de sus cigarrillos. "Pero cuando has escrito un tema que ha llegado a marcar a mucha gente, es porque lo has escrito pensando en una sola persona. Y hay que recordar esto continuamente". El grupo acababa de pasar un mes aislado en una casa del Pened¨¨s, componiendo y cribando melod¨ªas, "haciendo letras a cascoporro". Ajenos a lo que pueda venir despu¨¦s. Con su anterior ¨¢lbum, 1999 (Warner, 2009) colapsaron las escuchas en las redes sociales. Multiplicaron los conciertos. Llenaron cuatro noches seguidas la sala Joy Eslava (Madrid) y otras tres la Razzmatazz (Barcelona). Y eso era el Olimpo indie. M¨¢s all¨¢ est¨¢n los pabellones y los estadios. El pr¨®ximo ser¨¢ el s¨¦ptimo LP de estudio de la banda. El tercero con letras en espa?ol (antes las hac¨ªan en ingl¨¦s). Un ¨¢lbum de "peque?as historias, cortometrajes urbanos", seg¨²n Balmes. Para su portada andaba en busca de un edificio de Barcelona, con aspecto de pieza de Lego, que sol¨ªa admirar de ni?o, pero acababa de ser declarado "feo" por un escritor. Y como si le hubieran robado la infancia, tecle¨® en su tel¨¦fono m¨®vil el nombre de aquel presunto esperpento. La fealdad, ya lo hab¨ªa dicho, resulta muy creativa.

SANTI BALMES

"Aunque mucha gente las haga

suyas, siempre escribo mis canciones

para una sola persona"

M¨²sico. El l¨ªder de Love of Lesbian acaba de publicar un libro de relatos infantiles y est¨¢ seleccionando los temas para su pr¨®ximo ¨¢lbum.

Sergio Bernal camina con el porte de los grandes bailarines: recto y elegante como si vistiera una armadura, y a la vez flexible y cadencioso, como hecho de bamb¨². Su presencia en una sala hace girar el rostro, aunque pretenda pasar inadvertido. Le ocurri¨® al adentrarse en la oscuridad del estudio donde se preparaba la sesi¨®n tridimensional. Todas las miradas siguieron la musicalidad de su cuerpo, y parecieron preguntarse qui¨¦n era aquel tipo joven, de pelo tostado y ojos claros, con una intrigante cicatriz en la mejilla. ?l ser¨ªa el primero en dar el salto a la nueva dimensi¨®n. Sergio se coloc¨® sus mallas y se dirigi¨® al interior del cubo gris que hab¨ªa preparado el equipo art¨ªstico. Se detuvo frente a la c¨¢mara que descompondr¨ªa sus movimientos en dos con el fin de enga?ar al ojo humano. Cuando comenz¨® a calentar, se escuch¨® el crujido seco de sus articulaciones. Lanz¨® sus brazos al aire como un impulso el¨¦ctrico y sostuvo en suspenso el metro quince de su pierna derecha, mientras cobraba vida y se inflaba el gemelo de la izquierda. Pregunt¨®: "?Quer¨¦is algo de este palo?". As¨ª, quer¨ªa decir, ni demasiado flamenco ni demasiado cl¨¢sico.

Bernal transita desde ni?o los recovecos de la danza espa?ola. Tiene 21 a?os. Y baila desde los cuatro. A los 11 entr¨® en el conservatorio. A los 17 acab¨® la carrera. A los 18 se llev¨® su primera decepci¨®n, cuando se qued¨® a las puertas del Ballet Nacional. Entonces se le acerc¨® Lola Greco, una de las grandes de la danza en Espa?a, y le pregunt¨®: "?Eres t¨² al que no han cogido?". Le abraz¨® y dijo: "No te preocupes, ya llegar¨¢ tu momento", seg¨²n cont¨® Sergio en una entrevista. 2011, su a?o. "Me han permitido colocarme en el foco y he sabido aprovechar la oportunidad". En 2010, el cr¨ªtico de danza de El Pa¨ªs, Roger Salas, dec¨ªa que su carrera merec¨ªa "ser seguida con atenci¨®n". Nueve meses despu¨¦s, lo defin¨ªa: "Sobrio, virtuoso, potente [...] un nuevo Joaqu¨ªn Cort¨¦s". La joven promesa ha comenzado su consagraci¨®n. En el lapso de una cr¨ªtica a otra ha compartido escenario con dos premios Pr¨ªncipe de Asturias: Maya Plisetskaya (mito vivo de la danza) y Tamara Rojo (una de las mejores bailarinas del mundo); y ha interpretado un pas de deux con Lola Greco.

Pero Bernal anda buscando una voz propia. Evita cualquier s¨ªmil: "Yo soy Sergio. Por eso no me gusta que me comparen con Joaqu¨ªn Cort¨¦s. ?l ha sido uno de los mejores. Yo tengo otras cosas. Me gusta la interpretaci¨®n, ¨¦l es m¨¢s t¨¦cnico. Se tir¨® hacia el flamenco. Yo voy en busca de algo m¨¢s amplio". Ricardo Cu¨¦, director art¨ªstico, valedor de los m¨¢s grandes bailarines espa?oles y un profundo conocedor de la danza, ha dicho que va camino de convertirse en el bailar¨ªn de su generaci¨®n. Y este, en cambio, no habla de futuro, sino de ese "silencio que se respira en el escenario", cuando no hay m¨²sica, ¨¦l interpreta con cada m¨²sculo y el p¨²blico siente un nudo en la tripa. Dice: "Trato de mover emociones con un simple movimiento. Es un privilegio. Una manera de liberarme".

SERGIO BERNAL

"Trato de mover emociones con

un simple movimiento. Es un privilegio.

Y una manera de liberarme"

Bailar¨ªn. En 2011 ha compartido escenario con tres de las figuras m¨¢s grandes de la danza: Maya Plisetskaya, Tamara Rojo y Lola Greco.

solitario. En la p¨¢gina anterior, Santiago lleva chaleco y vaquero de Dior Homme, camiseta de Acne para Sportivo, y zapatillas de Le Coq Sportif.

Arte y Fibra. En la fotograf¨ªa, Sergio Bernal viste sus propias mallas

y unas zapatillas de danza.

Un d¨ªa de marzo, la primera novela de Elvira Navarro lleg¨® a manos de Enrique Vila-Matas, y este le dio ese empuj¨®n que necesitan quienes dudan de su oficio. En una de sus columnas semanales, dijo: "La ciudad en invierno tiene una estructura peculiar, como si Satie estuviera el piano [...] da la impresi¨®n de estar dando vueltas detr¨¢s de un desvar¨ªo tan implacable y subversivo como aterrador. De la mano de su p¨¦rfida protagonista, Elvira Navarro lo altera todo y desplaza la normalidad hacia una in¨¦dita bo?iga general". La escritora y la estructura. Tambi¨¦n hubo quien la acus¨® de fragmentaria. Ella dice: "?Qu¨¦ m¨¢s da? ?A qui¨¦n le importa? Lo interesante es romper con los par¨¢metros".

Era 2007 y aquella novelista, nacida en Huelva y acostumbrada a la huida perpetua, viv¨ªa becada en la Residencia de Estudiantes de Madrid, no tanto por el romanticismo de quienes habitaron entre sus muros, sino por una simple "cuesti¨®n de supervivencia": "Era una vida curiosa, casi monacal. Me permiti¨® dedicarme todos los d¨ªas a escribir y leer". Entr¨® habiendo escrito un relato (con el que gan¨® el Certamen de J¨®venes Creadores del Ayuntamiento de Madrid) y sali¨® de all¨ª con una novela editada en Caballo de Troya y otra en estado avanzado de composici¨®n. Esta ¨²ltima, La ciudad feliz (Mondadori), la public¨® en 2009 y con ella le concedieron el premio Ja¨¦n de Novela.

El gran salto lo dio poco despu¨¦s, sin quererlo ella, cuando fue incluida en un n¨²mero especial de la revista literaria Granta, entre los 22 mejores narradores en lengua espa?ola menores de 35 a?os. Eso ocurri¨® el a?o pasado. Entre tanto, se dedic¨® a trabajar en editoriales, para seguir sobreviviendo y escribiendo; hizo correcciones en papel, correcciones en pantalla, de lectora y de redactora de contracubiertas. Luego se postul¨® como profesora de un taller de escritura creativa en la librer¨ªa Fuentetaja y ¨²ltimamente imparte cinco talleres semanales, e incluso se presta como tutora personal para aquellos que buscan pulir sus escritos. Seg¨²n cuenta, aprendi¨® a leer la ¨²ltima de la clase, pero se enamor¨® de las palabras con el libro Patatita, de El Barco de Vapor. E igual que en la vida, cuenta, con la novela que teclea estos d¨ªas abandona el universo adolescente que empapaba sus dos primeras obras, y se adentra en "la soledad, el trabajo y la enfermedad de los adultos". En 2012 publicar¨¢ un relato en formato digital (en www.sigueleyendo.es). En 2013, su tercera novela.

ELVIRA NAVARRO

"?Qu¨¦ m¨¢s da? ?A qui¨¦n le importa

la estructura? Lo interesante

es romper con los par¨¢metros"

Escritora. Con dos obras publicadas, fue seleccionada por 'Granta' entre los mejores narradores j¨®venes en espa?ol. Prepara nueva novela.

Ultimamente, Carlos Pardo suele salir a pasear hacia el extrarradio, por los no lugares de Madrid, las gr¨²as y los ensanches de ladrillo visto y los cerros tostados; pero camina sin libreta. Aprendi¨® a estirar la memoria interiorizando versos. Los suyos le abrieron las puertas de la novela, el lugar de la literatura por el que camina ahora, a pedazos, durante los restos del d¨ªa: Pardo es el tipo de patillas a medio encanecer que atiende en la librer¨ªa Antonio Machado del C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid.

Tiene 36 a?os. A los 20 fue finalista del premio Hiperi¨®n de poes¨ªa con El invernadero. Su segundo poemario, Desvelo sin paisaje (Pre-Textos, 2001), gan¨® el premio Emilio Prados. Con el tercero, Echado a perder (2005), se llev¨® el galard¨®n Generaci¨®n del 27. Luego se pas¨® a la narrativa y de su ¨®pera prima, Vida de Pablo (Perif¨¦rica, 2011), se dijo de todo en la cr¨ªtica. Por ejemplo: que se hab¨ªa quedado en "una novela de formaci¨®n que pudo ser" cuyo "fr¨¢gil impresionismo de la prosa" y "contenido m¨¢s bien posmoderno" imped¨ªa "distinguir a cada personaje". Otros, en cambio, como la poetisa Luna Miguel, intuyeron una obra generacional, un autorretrato llamado a convertirse en el referente de los poetas nacidos en los setenta. "Una novela de aprendizaje en la que no hab¨ªa ning¨²n aprendizaje", dice ¨¦l, "y eso es lo que siempre se recomienda que nadie escriba". Pero el libro muestra ciertas heridas comunes "a todos esos hijos de la burgues¨ªa, pero sin posesiones, educados en la falacia de la sociedad del bienestar".

Le obsesionan la vejez y el cuidado de ancianos: "Es el gran tema de nuestra sociedad, en la que el hombre ya no se enfrenta a la muerte, sino a una larga enfermedad". Por ah¨ª se mueve su pr¨®xima novela, seg¨²n cont¨® a su compa?era de fotograf¨ªa poco antes de ser retratados. Se sondearon para ver c¨®mo llevaban sus respectivos trabajos. Andaban a vueltas con la estructura y el g¨¦nero, en proceso de dejar que se definieran por s¨ª mismos. Cuando lleg¨® el momento de la foto en el cubo tridimensional comentaron c¨®mo iban a ser criticados "en los blogs", ese espacio en el que ahora conviven, se odian y se enamoran los escritores en ciernes. Posaron ajenos al qu¨¦ dir¨¢n y ¨¦l a?adi¨® c¨®mo estaba dej¨¢ndose fluir, escribiendo por "capas y desv¨ªos, una estructura por desplazamiento", al estilo de sus paseos por el extrarradio en los que busca los l¨ªmites de la ciudad y del paisaje bajo la ciudad."Los sedimentos", los llam¨®, aquello que nos habla del paso del tiempo.

CARLOS PARDO

"La vejez es el gran tema de nuestra

sociedad. El hombre ya no se enfrenta a

la muerte, sino a una larga enfermedad"

Escritor. Despu¨¦s de completar tres poemarios, ha publicado en 2011 su primera novela, 'Vida de Pablo', acogida con cr¨ªticas encontradas.

l¨ªnea sobria. Elvira con vestido en crep¨¦ de lana de Chanel,

botines de Pedro Garc¨ªa, pendientes de Pandora y medias de Wolford.

Se arm¨® cierto revuelo silencioso, casi imperceptible, cuando la top Marta Espa?ol, con sus piernas largu¨ªsimas y afiladas, se adentr¨® por primera vez en el cubo. La situaci¨®n era la siguiente: dentro del contenedor gris que hab¨ªa construido el equipo de arte, solo se hallaba ella frente a la c¨¢mara de doble lente y gran cilindrada, la misma que emplea Peter Jackson para filmar El Hobbit en Nueva Zelanda. Al otro lado del tel¨®n, siguiendo la pista de los cables de la c¨¢mara, el fot¨®grafo y el director de arte observaban el resultado en alta definici¨®n, en una pantalla en la que ya se pod¨ªa apreciar la nueva dimensi¨®n haciendo uso de unas gafas similares a las Ray-Ban Wayfarer de Bob Dylan. A 120 fotogramas por segundo, el resultado tridimensional de la camisa vaporosa y transparente de la modelo, sugiriendo el volumen de su torso en cueros, provoc¨® alguna que otra inspiraci¨®n entrecortada. Pero se decidi¨® cambiar el estilismo, esas im¨¢genes se perdieron para siempre con el viento, y la modelo fue inmortalizada al segundo intento, con el vestido anaranjado que aprecian en la fotograf¨ªa.

En su n¨²mero de septiembre de 2010, Vogue Italia se anunciaba como la primera revista de moda en traspasar la frontera del 3D. En aquella portada asomaban Miranda Kerr y un peque?o yorkshire que llevaba escondido la australiana en el abrigo. Consciente de que ser¨ªa una de las primeras modelos espa?olas en participar en una sesi¨®n similar, cuando el ventilador comenz¨® a airear su vestido y se oy¨® el golpe de la claqueta, Marta interpret¨® ese papel de primeriza. Luego coqueta y m¨¢s tarde seductora, a petici¨®n del fot¨®grafo. El resultado contiene un poco de las tres.

Ella lo hab¨ªa contado poco antes, mientras desgranaba lo que m¨¢s valoraba de su profesi¨®n: "Me permite convertirme en una persona diferente. Te transformas en cada sesi¨®n. Puedes ser sofisticada o natural". Espa?ol comenz¨® esta metamorfosis a los 14 a?os. A los 15 fue elegida Chica Ragazza. M¨¢s tarde desfil¨® en Gaud¨ª e hizo cat¨¢logos de novias. Pero hasta los 18 o 19, cuenta, cuando comenz¨® a viajar y a descubrir "cosas que la universidad y los libros no te dan", no se crey¨® del todo su profesi¨®n. A¨²n as¨ª ha seguido estudiando. Tiene 26 a?os, le quedan cinco asignaturas para terminar trabajo social por la UNED, y ha sido la ¨²nica modelo en lograr dos a?os seguidos el premio a la mejor maniqu¨ª de la Cibeles Fashion Week, en 2005 y 2006. Ha sido portada de las revistas de moda m¨¢s importantes. Ha puesto su rostro y su cuerpo para campa?as de primera fila, de Naf Naf a Armani. Y dice: "Lo dif¨ªcil en este mundo es mantenerse. Para esto no hay m¨¦todos". Por si acaso, ella pareci¨® ensayar el suyo frente a la c¨¢mara de doble lente, hasta que el fot¨®grafo grit¨®: "?Corten!", como en el cine y el ventilador se detuvo.

MARTA ESPA?OL

"Me gusta transformarme.

Puedo ser sofisticada o natural.

Cambio en cada sesi¨®n"

Modelo. Ha sido dos veces premio a la mejor maniqu¨ª de la Cibeles Fashion Week y le ha puesto rostro a campa?as de Naf Naf y Armani.

clave oscura. Carlos con una chaqueta de Gucci sobre jersey

de El Ganso, vaqueros de Diesel y botines de Tod's.

en plano. Marta juega con la c¨¢mara con vestido en gasa de seda

de Max Mara y zapatos cuajados de cristal Swaroski de Roger Vivier.

Direcci¨®n creativa y direcci¨®n de arte: Marcel Pozo. Estereoscopia e iluminaci¨®n: Juan Santacruz. Producci¨®n: Paloma Abad y Samantha Dom¨ªnguez artist management. Posproducci¨®n digital: Jorge Salgado. Asistente de fotograf¨ªa: Mateo Liebana. 'Atrezzo': Eduardo Parrilla y Maite Agorreta. Maquillaje: Jos¨¦ Luis Ruzafa. Peluquer¨ªa: Pepito Juez. Asistente de estilismo: Ouarda Mohamed. Los arquitectos Mar¨ªa Langarita y V¨ªctor Navarro. La campeona ol¨ªmpica Andrea Fuentes. El 'top model' Antonio Navas. El pianista Javier Perianes. ?lvaro Cervantes y Blanca Su¨¢rez. Santi Balmes, m¨²sico. Direcciones en la p¨¢gina 156 >